miércoles, 17 de marzo de 2010

Zevran y Tzvi - Capítulo 4


Capitulo 4


Se acerca al fuego donde los demás ya están comiendo algo, antes de partir. Expone sus planes para ese día, ella quiere ir por delante conmigo y que los demás nos sigan a una distancia prudencial, me parece una buena estrategia, ella y yo podemos pasar desapercibidos, pero ahí vuelven a salir los celos de Alistair que se niega a que vayamos solos.
El intenta disimularlo con desconfianza hacia mí, pero ha pasado toda la noche vigilándonos, no debería tener tanta desconfianza, pues si realmente hubiera querido matarla había tenido muchas ocasiones durante toda la noche. Pero si creo que me considera un rival y desde luego si ha escuchado la ultima conversación, sus celos no disminuirán sino que aumentaran.
Al final ella se termina imponiendo y decide que solo iremos a Denerim, los dos solos por delante y que el resto nos tendrá que seguir.
Varios días después, cuando llegamos a Denerim me dice en privado para que los demás no pudieran oírnos.
-- Quiero entrar en la elferia, no se por que esta cerrada, pero necesito saber que mi padre y mi familia están bien, podrías mantener ocupados al grupo, hasta que vuelva.
-- ¿Vas a entrar sola en la elferia? ¿No seria mejor que te acompañara? Antes de que nos encontráramos yo hice mis averiguaciones y se que tu padre esta bien y que tu familia no ha sufrido daños, pero si a pesar de ello quieres entrar, iré contigo. Puedo ayudarte a encontrar una excusa que sirva con el resto de los compañeros. Si alguien se entera que estas en Denerim es seguro que supondrán que tu primera parada seria ahí, no es seguro que vayas sola.
Asiente y después dice…
-- Tienes razón Zevran, además tampoco es seguro para mis familiares que entre, ¿verdad? Cuanto menos sepan de mi, más seguros estarán. Cada día que pasa odio más a los humanos, no lo puedo remediar, aunque en gran medida lo que ocurre en la elferia, los elfos tenemos tanta culpa como los humanos. Creo que haremos los cuatro recados que hemos venido hacer y nos iremos antes de que anochezca, no quiero pasar más tiempo del absolutamente necesario en esta cloaca.
Eso me hace pensar que en esta “cloaca” como ella ha definido a Denerim también están los cuervos, y no deseo que nos encontremos con ellos. Pueden ser sumamente peligrosos para ella, no se a pesar de que es una gran luchadora, tengo que preguntarme si no la habré puesto mas en peligro por mi presencia, que realmente sea de alguna ayuda. Por que es seguro que si nos ven, nos mataran a los dos de formas muy creativas, no tengo miedo a morir, pero creo que ella no debería correr mi propia suerte, quizás debería ser sincero con ella, esta noche hablare sobre el tema, si cree que es mejor que me vaya así lo haré.
-- Entonces tú dirás que tenemos que hacer.
-- Le prometí a Alistair que buscaríamos a su hermana y eso haremos, además tenemos que comprar provisiones, después de comprarlas nos iremos, de hecho podíamos ir tu y yo a comprarlas al mercado, mientras Alistair busca a su hermana, creo que esta cerca de la entrada a la elferia y preferiría no tener que pasear por allí si puedo evitarlo. Será mejor que vayamos hablar con Alistair y el resto de los compañeros, cuanto antes terminemos aquí, antes podremos ir a la torre de los hechiceros, necesitamos reclutarlos.
-- Bien te sigo.- La sonrió, por que me gusta verla sonreír, pero ahora esta muy seria.
Cuando llegamos a las afueras que era donde había parado el resto del grupo, Alistair dijo.
-- ¿Por qué habéis tardado tanto? Pensé que íbamos a entrar todos juntos en la ciudad.
Tzvi le responde.
-- Alistair, Denerim no es seguro para ninguno de nosotros dos ahora mismo, cuanto menos llamemos la atención mejor, de hecho Zevran y yo deberíamos disfrazarnos para poder comprar las provisiones en el mercado, sin llamar la atención, nadie se fijara en dos elfos que van vestidos como dos sirvientes. Tú podrías venir con nosotros y separarte por donde creas que vive tu hermana, así podrás ir a verla, te esperaremos en el mercado cerca de la capilla y después nos iremos, cuanto antes lo hagamos mejor.
-- ¿No… no me vas a acompañar a ver a mi hermana?
-- Por los dioses, Alistair es tu hermana, no una horda de engendros tenebrosos, además creo que es una conversación privada entre vosotros dos, que no deberíamos oír ninguno.
-- Si no tienes tiempo ahora, pues lo dejaremos, ya hablare con ella en otra ocasión.
-- Esta bien Alistair, entrare contigo, pero no iremos juntos, cuando llegues a la puerta espérame y apareceré. Mientras encuentras la casa Zevran y yo compraremos las provisiones.
-- ¿Por qué tiene que ir ese elfo contigo? Tú y yo podemos comprarlas también.
-- Pero llamaríamos mucho más la atención que si vamos nosotros dos solos, recuerda que media ciudad de Denerim saben que los únicos guardias grises vivos en Feraldan son un humano y una elfa. ¿Qué es lo que te pasa con Zevran?
-- No me fió de él, es taimado. Te esta mintiendo y te esta utilizando, además ha intentado asesinarnos.
-- ¿Me esta utilizando?… bueno no seria el único, ni seria nada nuevo y que me mientan tampoco lo seria, ¿Verdad Alistair? Si cierto nos intento asesinar, pero se que no va a volver a intentarlo.
-- Haz lo que quieras, al fin y al cabo no soy más que un peón insignificante. Desde que ese maldito elfo ha aparecido… bueno esta noche tenemos que hablar.
-- Si podemos hablaremos Alistair, pero quiero salir mañana para la torre de los magos. Hay cosas que corren mas prisa que tus celos o ¿has olvidado la tarea que tenemos pendiente?
-- Esta bien, haremos las cosas a tu manera.
Con un mohín que me recuerda a un niño contrariado se calla, se que esta rumiando, pero Tzvi no le da mas margen y se pone a caminar adentrándose en el camino al mercado.
Al llegar al mercado le hace una seña para que se separe de nosotros, muy enfadado se aleja, dejándonos solos. Nos hemos envuelto en las capas, hace frió y a nadie le extrañara ver a dos elfos arropados y nos internamos en el mercado, voy con mil ojos es la zona perfecta para una emboscada, me pongo justo detrás de Tzvi y la cojo de la cintura, siento que ella se estremece y me mira, la sonrió intentando calmar la situación y la susurro al oído.
-- Es más fácil que cuele el disfraz si parecemos una pareja de verdad, ¿No crees?
Su olor me embriaga, entorno los ojos y siento que ella se recuesta un segundo en mi, en ese momento me doy cuenta del error que he cometido.
-- Lo siento, discúlpame. – y la suelto un poco para que se separe, aunque hubiera deseado poder abrazarla, pero no es el momento y ni el lugar, además aquí seguro que si que hay cuervos, tenemos que estar alerta y su presencia me hace olvidar el peligro.
Me mira con tristeza y asiente.
-- Si mejor, Zevran. Compremos y marchémonos cuanto antes.
Esta claro que Tzvi se conoce el mercado, va derecha a un puesto y compra casi sin regatear todo lo que necesitamos, cuando la pregunto me dice que los sirvientes no regatean, compran lo que sus dueños les han mandado. Entreveo a un cuervo que conozco llamado Ignacio en el mercado, me cubro más y me oculto detrás del pelo de Tzvi, no quiero que me vea y menos que me reconozca, cuando me doy cuenta que se ha puesto andar y se dirige directo a donde estamos, con un movimiento de mi mano suelto el pelo de la trenza de Tzvi, la giro y la beso, mientras por el rabillo del ojo veo que Ignacio pasa por nuestro lado sin dar señales de habernos visto. Curiosamente Tzvi me ha respondido al beso, así que lo disfruto al máximo, pero cuando ha pasado el peligro, sin soltarme me dice.
-- ¿Qué crees que estas haciendo?
-- ¿Aparte de disfrutar un buen beso? Pues ocultarnos de una forma evidente, venia hacia nosotros un cuervo que conozco. Debemos darnos prisa y marcharnos lo antes posible.
-- ¿Y necesitabas deshacerme la trenza?
-- Ha sido un toque artístico, - la sonrió - tu pelo es largo y la descripción que hacen de ti, es con una trenza, por eso lo he hecho, además tienes un pelo precioso, es grato verlo suelto. ¿O no te ha gustado el beso?
-- Ha estado muy bien, eso debo reconocerlo, pero… pero no deberíamos… vamos a acelerar las compras.
Se ha vuelto a ruborizar profundamente, aunque me encanta verla así, siempre termina huyendo. Deshace el abrazo lentamente, aunque la vuelvo a coger de la cintura, Tzvi se gira hacia un puesto de quesos y carnes secas. Al poco tiempo dice.
-- Creo que ya hemos terminado, vamonos. Tenemos que buscar a Alistair y la casa de su hermana.
Busco con la vista a Ignacio, no le he vuelto a ver y eso me produce desconfianza, no puedo asegurar que no nos haya reconocido, así que mantengo la mano cerca de la daga. Divisamos a Alistair sentado en un tronco cerca de una casa, al vernos nos hace señas, desde luego este humano no tendría muchas posibilidades de supervivencia si estuviera solo, suelto a Tzvi pero no antes de que Alistair nos vea, eso hace que frunza mas el ceño.
Cuando llegamos a su altura, abraza a Tzvi e intenta darle un beso, Tzvi se separa enfadada.
-- Estas loco Alistair… no comprendes que “eso” no es muy lógico, estamos a las afueras del mercado, si alguien nos ve podría fácilmente reconocernos y tendríamos a toda la guardia de la ciudad encima en pocos segundos. ¿Crees que es normal que un humano bese a una elfa al lado de la puerta de la elferia?
-- Pero si dejas que ese elfo te manoseé.
-- Por los Dioses Alistair, deja de ser un niño, vamos a ver a tu hermana y larguémonos de esta ciudad. Y por cierto Zevran no me estaba manoseando, solo estábamos interpretando el papel que se supone habíamos planeado y tú con tu escena de celos has tirado por la borda.
-- ¿Y para tu interpretación necesitaba soltarte el pelo?
-- Alistair… - veo que comienza a ruborizarse e intervengo.
-- Alistair yo le solté el pelo, por que la descripción que dan de Tzvi y las pinturas que he visto, la representan siempre con el pelo en una trenza, es una forma de cambiar la imagen que han hecho publica.
-- Si seguro que ha sido por eso… ¿elfo crees que soy tonto?
Tzvi se ha recuperado lo suficiente como para contestarle.
-- Basta Alistair, vamos a ver a tu hermana.

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Definitivamente hay algún tipo de vínculo especial entre Zevran y yo, no se como explicarlo, cada vez que me toca, es como si mi cuerpo saltara, en mil sensaciones distintas y en un millar de sentimientos que jamás había sentido.
Cuando me beso fue totalmente inesperado, me sentí tan bien, que mis piernas me fallaron, sino caí fue por que me tenía abrazada, sino creo que habría terminado en el suelo. Pero no podía permitir que se repitiera, me debía a mi palabra dada a Alistair y me debía a las palabras tontas que dije, pero por muy tontas que fueran, habían sido dichas y debía respetarlas.
Al abrir los ojos después de besarle, se lo iba a decir, pero me faltaron fuerzas, la verdad es que deseaba volver a besarle, por lo que decidí que lo mas sabio, era guardar silencio.
Me despisto hasta tal punto el beso que me olvide de volver a trenzarme el pelo, además me alegraba que le gustara mi pelo suelto, se que es una frivolidad, pero me gusta hacerle sonreír, sobretodo si la sonrisa parte de sus ojos. Me he empezado a dar cuenta que en Zevran hay dos seres, el exterior que siempre esta sonriente y presumido, y el interior que es muchísimo mas serio y triste, por eso me gusta cuando su sonrisa se refleja en sus ojos.

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