Capítulo 9
Poco a poco la amistad y la confianza fueron creciendo entre nosotros dos, yo dependía cada vez mas de la opinión de Zevran, ya que había demostrado tener mucha mas intuición y sabiduría que el resto del grupo, además siempre podía confiar que si yo caía en batalla, Zevran podía sustituirme, algo que no podía decir de ninguno del grupo que dependían exclusivamente de que yo me mantuviera en pie.
Zevran era mi igual, no como todos los demás un seguidor secundario, eso por si solo provoco muchos celos en Alistair que siempre había demostrado ser un segundón.
Las peleas con Alistair no tardaron en convertirse en algo habitual, mas por que Wynne nuestra severa maga, no paraba de intentar inmiscuirse en la vida de Zevran, este solo se reía de ella, coqueteando con ella a cada paso, eso la enfurecía, pero descubrió como podía fastidiar a Zevran. Si calentaba los oídos de Alistair, algo que no era tan difícil, dado que tenia serios problemas de celos con respecto a la amistad que teníamos Zevran y yo, y al hecho de que cada vez que viajábamos fuéramos por delante y tuviéramos mucho tiempo para retozar, según la mente calenturienta de Wynne.
Esto llego a su fin una noche en que estaba bastante cansada de ver a Wynne con su seudo hijo Alistair hablando, me escondí en las sombras y escuche su conversación, después de un rato largo, fui directa a por ellos dos, le dije a Wynne que sino paraba de provocar malestar en el grupo, debería volver a la torre, que si seguía así prefería no tenerla cerca y desde luego que mi vida era mi problema, que por muy guardia gris que fuera eso no me convertía en asunto publico. A Alistair se lo deje todavía mas claro, le dije que si pensaba que le era “infiel” lo mejor era que lo dejáramos, ya que básicamente solo habíamos tenido un pequeño romance, no nos habíamos casado. Alistair se asusto y volvió a jurarme amor eterno, intentando convencerme de que me amaba. Siempre me arrepentí, por que en ese momento podría haberle dicho que pasaba de él, pero nunca me gusto hacer daño de forma gratuita a nadie. Aunque si conseguí terminar con las peleas, por que dudo mucho que consiguiera terminar con el chismorreo de Wynne.
Estuvimos así durante un tiempo muy largo. Eso provoco que cada vez me distanciara más del grupo y solo viajara con Zevran, a no ser que tuviera necesidad de más compañeros del grupo para hacer frente a los problemas que nos iban surgiendo.
Poco a poco la distancia que me separaba del grupo se fue haciendo mayor, a medida que mi amistad y confianza en Zevran iban creciendo.
Un día decidí que debía hablar con Alistair, simplemente decirle que habíamos pasado por muchas cosas y que yo había cambiado, que el camino me había cambiado que ya no sentía nada por él, que no fuera una amistad nacida en el hecho de que los dos éramos los únicos guardias grises que quedaban en Feraldan. Pero cuando fui a verlo, me miro con ojos de cachorro perdido y no tuve valor de decirle la verdad, de hecho estuve hablando con él, tampoco era tan mala gente, solo que no sabia adaptarse a la vida, aunque él jamás lo pensó, su vida había sido muy fácil con respecto a la vida que habíamos llevado Zev o yo, jamás sabría la cantidad de muerte, desolación y pobreza que yo había visto antes de cumplir 15 años.
Por no hablar de la vida de Zevran, que había sido mil veces más dura que la mía, había sido vendido a la edad de 7 años a los cuervos, una organización que era la cumbre de los delitos en Antiva, había sido adiestrado como asesino, preparado para poder soportar las torturas mas brutales que la imaginación pueda llegar a crear. Lo mas increíble en Zevran, era que no habían conseguido destruir a la persona que había detrás de toda esa tortura y acondicionamiento. Zevran me contó algunas cosas y otras las supe con el tiempo y la observación, por que él jamás se quejaba, nunca le oí un reproche o una queja por lo que había tenido que vivir.
Algo que con Alistair ya me había acostumbrado, se quejaba a cada paso de cada cosa que le habían hecho o que había tenido que vivir. Así que por cobarde, deje que continuara la misma situación, no quise hacerle daño, pero al final me lo hice a mí y posiblemente también a Zevran.
A Zevran le demostré siempre que era mi mejor amigo, la persona en quien siempre podía confiar y que dependía de su ayuda para tomar cualquier decisión, que su opinión era muy importante. Pero jamás deje que fuera más lejos.
Aunque no era por no desearlo, lo deseaba profundamente, pero había aprendido como era Zevran, lo que realmente le había dañado, la verdad es que para mi era muy transparente, aunque para todos los demás pareciera opaco, yo lo conocía lo suficiente como para saber cuando estaba dolido, sabia que el sexo si bien lo complacía, para él no significaba nada, la dureza de su vida había conseguido crear una coraza con la que se protegía, haciendo pensar a todos que era insensible, pero yo sabia que no era tan inmune a las cosas como hacia creer a todo el mundo.
Más de una vez me propuso tener sexo, pero aunque lo deseaba profundamente, siempre me negué, no por que creyera que era algo malo, sino por dos razones. La primera era que no había tenido el valor de abandonar a Alistair y la segunda fue por que si bien para él podía ser solo un momento placentero, yo temía que para mí fuera a ser algo mucho mas profundo, por que yo lo amaba en secreto y tenia miedo de que lo perdiera si se enteraba.
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