Capítulo 6
Por lo visto nos había salvado la madre de Morrigan, Flameth una poderosa bruja que cambiaba de forma. Pero también eran magas fuera del control de la maldita capilla, algo que Alistair tan templario él, tenia que remarcar, menos mal que Flameth consiguió dejarlo en su sitio en un segundo.
Hay algo que aun no entiendo de aquella época, desde el principio Alistair se dedico a intentar ganarse mi confianza primero y luego a avanzar a nivel romántico, si bien yo era experta en pelar, no lo era para nada en cosas del corazón por lo que caí como una tonta y pensé que estaba enamorada de Alistair, cediendo ante sus insinuaciones y después dejando que el romance se produjera. Cedí ante todo, incluso llegue a justificar sus mentiras, en el fondo me comporte como una idiota, sin comprender que el destino podía ser mucho mas cruel de lo que me imaginaba.
Había tenido un solo “novio” si se le puede llamar así a una aventura a los 17 años, en ese momento los dos pensamos que estábamos enamorados, pero solo éramos dos niños que despertaban a un mundo que no los quería. El era un elfo de la elferia, un picaruelo igual que yo, pero sin ninguna experiencia, la verdad es que fue bastante frustrante en todos los aspectos. Nos habíamos acostado solo una vez, resulto algo decepcionante para mi, me imagino que para él también debió de serlo, aunque no lo sabría decir, esa era toda la experiencia en ese campo que tenia o sea ninguna.
Por eso le fue tan fácil a Alistair avanzar en ese terreno y llegar hasta a mi, un día nos enrollamos en el campamento y terminamos en la misma tienda, haciendo el amor, fue dulce y no tan decepcionante como la primera vez, pero al final sentí que me faltaba algo, en ese momento no sabia que era, pero había algo que fallaba, pero pensé que podía ser producto de la falta de experiencia por parte de los dos. Hasta que el destino me mostró, realmente lo cruel que podía llegar a ser.
Antes de partir de la casa de Flameth, esta insistió en que nos lleváramos a su hija Morrigan con nosotros, algo que hizo que Alistair protestara, pero necesitábamos toda la ayuda que pudiéramos conseguir, por que éramos Alistair y yo los únicos guardias grises que habíamos sobrevivido en Feraldan.
Luego fue todo viajar y viajar, fuimos primero a una aldea que estaba condenada, llena de refugiados que huían de la guerra que los cercaba, el panorama era triste, ahí conocimos a una humana llamada Leliana, que yo gustosamente habría dejado atrás, pero que cedí a que viniera con nosotros por que realmente necesitábamos a todos los que estuvieran dispuestos a ayudarnos. Y a un qunari un ser muy extraño, hasta el día de hoy poco puedo decir de él, solo que era demasiado inflexible.
Luego vinieron más y mas viajes, hasta que llegamos a Risco Rojo, ahí había también problemas, que raro… parecía que nos pisaban los talones. Alistair se había criado en Risco Rojo, ya que era huérfano, al llegar me contó su primera “verdad” y lo digo con toda la ironía posible, ya que no me dijo toda la verdad, solo aquella parte de la verdad que quería que supiera o mejor dicho que no podía ocultarme.
Me dijo que su padre había sido el Rey Maric y que era el hermanastro de Cailan el rey que yo había conocido, pero que no estaba ligado a la línea sucesoria al trono, ya que se lo habían dejado bien claro desde que nació, algo que después se vio fácilmente que era una mentira, desde el momento que supo que su hermanastro había muerto, sabia que iba a ser el futuro rey, le gustara o no. Pero en ese momento justifique su silencio y su mentira, grave error por mi parte.
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