miércoles, 17 de marzo de 2010

Zevran y Tzvi - Capítulo 11


Capítulo 11



Esa mañana me desperté antes que Tzvi, como siempre me levante a calentar algo de café para cuando despertara, algo que hacia automáticamente en el momento en que me movía a su lado. Pero esa mañana no reacciono al acercarme y me dio tiempo a ver su semblante dormido, aproveche para besarla y acariciarla la mejilla, sabia que cuando volviéramos al campamento donde nos esperaban el resto, todo tendría que volver a la situación de buen amigo, pero lejos. Cuando la bese, despertó y me sonrió.
-- Zev, no siempre soy lo que parece, pero si me vas a besar, espera a que este despierta para devolvértelo. – me sonríe picaronamente.
-- A si, ¿quieres que te bese?
-- Si, me gusta que me beses, me gustan tus besos, pero ahora deberíamos volver al mundo real.
-- Bueno por que estemos ausentes dos minutos no se escapara.
Me acerco y la abrazo besándola lentamente en los labios, me devuelve el beso suavemente abrazándome. Nos separamos en silencio y cada uno se puso a recoger todas las cosas que tenia sueltas en el campamento improvisado.
Así volvimos a partir hacia la ciudad de los enanos, para reunirnos con el resto del grupo. Nuestra amistad había ido creciendo, realmente era la única amiga que alguna vez había tenido. Durante todo el trayecto de vuelta, tuve que hacer grandes esfuerzos para no mirarla, la verdad es que me encantaba observarla cuando ella parecía que no me veía. Ese juego lo mantuve durante mucho tiempo, aunque cada vez mas me daba cuenta que me estaba perdiendo en mis propios sentimientos, sabia que no era bueno, que no debía dejar que ellos me gobernaran, desde luego no podía dejar que Tzvi los viera. La otra noche había hablado de más, eso no podía volver a ocurrir, pero Tzvi conseguía penetrar mucho mas adentro de mí, que cualquier otra persona que haya conocido.
Después de dos semanas y media de caminar, y de que el camino se nos hiciera mucho mas largo de vuelta, llegamos al campamento. Para mi sorpresa la mayoría de ellos tenia una larga ristra de necesidades que Tzvi tenia que ayudar a solucionar, incluida Wynne.
Parecía que ella era la que tenia que satisfacer siempre los deseos y las necesidades de todo el grupo, dudo que alguno se preguntara si ella tenia alguna necesidad o deseo, incluso dudo mucho que les importara lo que ella quisiera.
Sabía cosas de Tzvi, que posiblemente Alistair, habiendo estado mucho más tiempo con ella, no sabia, si es que le importaba lo que ella deseara o lo que había sido su vida antes de convertirse en guardia gris.
Era una noche tranquila, estábamos al pie de la entrada a la ciudad de los enanos, sentado cerca del fuego observaba al resto de los compañeros, Tzvi estaba cerca de mí por lo que me era fácil escuchar su conversación, se había sentado a cenar y hacia pocas horas que habíamos vuelto.
La primera que fue hablar con ella fue Leliana, por lo visto había decidido contarle la “verdad” y pedirle ayuda con su anterior amante que la estaba persiguiendo. Ahora por lo visto vivía en Denerim aunque ellas eran de Orleis, le contó como había llegado a Feraldan y como termino en la capilla de una aldea, por lo visto había llegado huyendo de los soldados de Orleis, ya que tanto ella como su anterior amante se habían dedicado al espionaje. Traicionada por esta y entregada a las autoridades orlesianas había conseguido escapar con vida por los pelos.
Así que la arrepentida Leliana era algo más, que una dulce monjita de la capilla y por supuesto Tzvi debía ayudarla con su antigua amante. Tzvi le dijo que cuando fueran a Denerim irían a ver a su amante y aclararían las cosas.
Poco después apareció Morrigan que le pidió que la ayudara con su madre, por lo visto Flammeth que era su madre, había conseguido sobrevivir tantos años gracias a las hijas que había ido teniendo. Cuando llegaba a vieja, tenia una hija cuando esta llegaba a la madurez, Flammeth la atacaba y poseía el cuerpo de su hija mas joven, por lo que volvía a tener un cuerpo joven, esa era el propósito con el Flammeth había cuidado e instruido a Morrigan. Tzvi le dijo que la ayudaría a matar a Flammeth, que podía contar con ella.
De las conversaciones con Tzvi sabia que Morrigan perseguía algún tipo de objetivo, objetivo que le era desconocido a Tzvi, pero que ella lo tenía claro que no estaba solo por ayudarla con la Ruina. Aunque por lo que me dijo, presentía que la necesitaría al final, por lo que intentaba comprenderla, algo que no era fácil.
Alistair que se había mantenido pegado a Tzvi desde que llegamos, le recordó que debían ir a buscar la urna de las cenizas para intentar sanar a Eammon el Arl de Risco Rojo, Tzvi solo asintió y siguió esperando junto al fuego.
Entonces Wynne se le acerco, tenia que preguntarle si había conseguido dar con su anterior alumno, que había sido un elfo que huyo del círculo de los magos para unirse a los Dalishanos.
Si lo habíamos encontrado, pero según el alumno no tenía ninguna intención de volver a ver a su mentora en el círculo, por lo que dudaba mucho que Tzvi se lo dijera.
Tzvi la miro y le dijo.
-- Anerin se encuentra con su clan al norte de Feraldan, dudo mucho que podamos encontrarlo, aunque se que esta bien de salud y que hace algunos años se unió a los Dalishanos. Mas allá de eso no puedo decirte, ir a buscarlo, seria tiempo perdido, por que esos clanes se mueven mucho. Si lo que quieres saber es si consiguió escapar con vida de los templarios, si lo consiguió.
-- Yo tengo que hablar con él, debería volver al círculo con el resto de los magos.
-- Wynne, él es un elfo y esta con su gente. Déjalo estar, no va a volver a encerrarse en una torre y abandonar los bosques por que tú se lo digas.
-- Si ya veo, todos sois iguales.
Se va muy enfadada mascullando algunas palabras que no llego a entender por que no la puedo ver los labios, entonces escucho que Tzvi le dice.
-- Si Wynne, todos los elfos somos iguales y por lo que se ve para ti basura.
Wynne se gira con la cara totalmente transformada en una mascara de odio. Tal es su expresión que alcanzo el cuchillo que llevo siempre en la pierna y lo suelto, si intenta cualquier cosa contra Tzvi, va a morir en el acto.
-- Tu… tu…
Morrigan en ese momento se pone delante de Tzvi, por supuesto no esta desarmada, noto el brillo de los encantamientos y hechizos que se ha lanzado en un abrir de ojos, entonces le dice a Wynne.
-- ¿Ella qué?… dilo Wynne llevo semanas queriendo que hables en voz alta, queriendo escucharte sin cuchicheos con Alistair, por que este es un payaso – señala a Alistair – es tu títere, pero NO lo somos el resto. Así que termina lo que ibas a decir.
-- Tzvi no se merece ser una guardia gris, se rodea de asesinos y apostatas. Se cree con derecho de engañar a su futuro Rey, con este elfo que es un asesino, y viaja con una apostata como tu Morrigan.
Sten ha sacado su espada, un arma considerable, se ve grande hasta para él.
-- Deberíamos córtate la lengua, así dejaras de calumniar a Tzvi y a todos nosotros.
Alistair se levanta para proteger a Wynne, me sorprende que diga que esta enamorado de Tzvi y proteja a Wynne. Hace tiempo que se que busca una excusa para poder matar a Morrigan, si es que realmente quiere suicidarse, dudo que le dure mas de un segundo a Morrigan, pero no me imaginaba que hiciera esto, Leliana sabiamente se mantiene neutral.
Alistair levanta la voz y dice.
-- Wynne es mi invitada y bienvenida, no tenéis derecho a amenazarla, solo estaban hablando y Tzvi haría mejor en seguir sus consejos que rodearse de todos vosotros.
-- Basta.
Es Tzvi quien interviene para parar la avalancha que le iba a caer a Alistair encima.
-- He aguantado suficiente de esta maga y de sus “consejos”. Si se queda tendrá que permanecer apartada del grupo, no la quiero con nosotros Alistair. Pero en vista que tu si la quieres accederé a que este contigo, pero no cerca de ninguno de nosotros, se puede quedar en el campamento el tiempo que quiera, pero si la veo cerca de mi la matare.
“Conocí poco a Duncan, pero dudo que el permitiera que alguien le hablara así y menos que cuestionara quien reclutaba y a quien no. Alistair como te recordó Duncan en su momento, no somos templarios, ni pertenecemos a ninguna capilla, somos guardias grises y no héroes de leyendas infantiles, hacemos lo que tenemos que hacer para detener a la Ruina, sea lo que sea, en contra de los principios de la capilla o de la moral de los templarios. Incluso algunas veces deberemos sacrificar a unos pocos, por el bien de muchos. No se si lo has comprendido, pero las historias de grifos voladores y héroes con armaduras doradas, no somos nosotros, no tiene nada que ver con la autentica realidad de ser un guardia gris.”
“¿Sabes por que nos llaman grises? Por que tanto dentro de ti, como dentro de mí existe la oscuridad, la oscuridad de los engendros tenebrosos, parece mentira que habiendo estado mucho más tiempo con compañeros que eran auténticos guardias grises no te hubieras dado cuenta. Sabes por que Duncan mato a Jory, por que hay cosas que son mas importantes, que la vida de un hombre o de cien.”
Entonces interviene Morrigan.
-- Tzvi creo que deberías deshacerte de esa maga.
-- No Morrigan, Alistair la quiere con él por que necesita una segunda madre, que la tenga, pero como una mami se quedara en el campamento.
-- No es eso Tzvi, ella es una mujer sabia y harías bien en escucharla.
-- Es sabia… pero no para mí, no necesito una segunda madre. Y tú cuando te descuides te encontraras que esa mujer sabía, se ha metido en tus pantalones, ya que parece ser que el sexo es lo único que ocupa su mente, por supuesto el sexo de los demás, por lo que se ve.
-- ¿Qué? No la insultes.
-- Me estas diciendo que yo la he insultado, pero a ella no la has dicho que me ha insultado a mi, sin razón de ser. Pero no la insulto Alistair, solo remarco un hecho.
Alistair se acerca a Tzvi y la intenta abrazar.
-- Pero sabes que solo a ti te amo.
-- Si ya lo he visto Alistair, he visto cuanto me amas. Déjalo estoy cansada y no tengo ganas de tonterías. Gracias Zev, Morrigan y a ti también Sten, ahora ya sabemos quien es quien.
“Ahora mejor que cada uno vuelva a lo que estaba haciendo, he tenido mas que suficiente con las pocas horas que llevamos juntos, desde que Zev y yo regresamos.”
Se levanta coge su manta y su colchoneta, y se va lejos del grupo, Alistair la sigue como un niño pequeño. La oigo que dice.
-- No Alistair déjame en paz, no voy a ir a la tienda contigo, he tenido más que suficiente para una noche.
-- Ya veo que Wynne tiene razón, hay algo entre tú y ese elfo.
-- Alistair me has cansado, ese elfo se llama Zevran y mas vale que NO lo olvides. Puedes pensar lo que quieras. Ahora basta, lárgate.
Sten muy sutilmente se pone de pie y poco a poco se va acercando a la posición donde esta Tzvi, se queda allí de guardia, aunque Alistair y Wynne no lo crean esta mas que vigilada, Morrigan ha vuelto a su hoguera, pero ella puede ver cosas que ellos no ven. Por mi parte me pongo a vagar por el campamento, aunque se bien donde esta Tzvi, no quiero acercarme pues no quiero calentar mas aun las cosas, se que ella necesitara toda la ayuda que pueda conseguir y no necesita mas enemigos de los que ya tiene.

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Las cartas se habían descubierto, ahora ya sabíamos quien era quien, seguí cometiendo el error de pensar que Wynne se mantendría aparte, cuando realmente había dividido al grupo, por supuesto su ideal es que Alistair se hiciera con el Liderazgo, algo que mientras pudiera no iba a ocurrir.
Solo el haber tenido a Zevran a mi lado y tener todo su apoyo, me ayudo a sobrevivir durante esa época, de otra manera creo que al final hubiera tirado los tratados y me hubiera ido a buscar a mi familia a la elferia y sacarla lo antes posible de Feraldan, lo que hubiera llevado a la destrucción total del país. Por supuesto hubiera avisado a los clanes Dalishanos, pero a nadie mas, los enanos durante una Ruina estaban más protegidos que los seres que vivíamos en la superficie.
Quizás nunca ningún habitante de Feraldan lo sepa, pero si consiguió sobrevivir a la Ruina, se lo deben exclusivamente a Zevran, pues sin él, yo no habría podido soportar a Wynne, Alistair y Leliana durante el tiempo que lo hice. Y mucho menos podría haber conseguido reunir el ejército que reuní, no hubiera tenido capacidad para hacerlo.
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