jueves, 30 de septiembre de 2010

Neshama una bruja diferente 40


Capitulo 40

Todo estaba listo, la reunión podía comenzar, incluso habíamos tenido dos agregados, el de Nolaloth y de Shay, una dragona celestial y un caballo primigenio que hasta ese momento no sabía ni que significaba. De hecho estaba más que sorprendida, pues cuando conocí al caballo, ni podía imaginar que este tuviera un nivel de inteligencia tan alto, que se pudiera comunicar con nosotros, de la misma manera que nosotros nos comunicábamos con él. No entendía por que cuando me había conectado empáticamente a él en el establo de Risco Rojo, no había sentido su fuerza mental ni su magia. Pero todo eran preguntas que debían quedar para un después, cuando hubiera tiempo para hablar, ahora teníamos demasiados temas que tratar para perdernos en preguntas, que podrían y deberían esperar.
Mi madre estaba cohibida, le desagradaba profundamente la conexión empática y telepática. No sabía si debía ser yo quien rompiera el silencio que se había instaurado cuando Nolaloth y Shay se unieron al círculo. Fue Yan quien rompió el silencio.
-- No solo tu Clan Custodia Marethari, sino todos los clanes que caminan por tierras humanas, creen que mi clan fue destruido, hace muchos siglos, y así deben seguir pensando durante los próximos 50 años. Pero realmente no lo fue, para ser más preciso diré que casi fue destruido, no lo fue evidentemente, aunque si estuvimos a punto de desaparecer. En aquel tiempo vivía en nuestro clan un elfo llamado Jay con el poder de la clarividencia, vio antes de que los humanos apareciesen, que seriamos destruidos en el ataque. Por esa razón enviamos lejos a las profundidades de los bosques a los más jóvenes del clan, el sucesor del Custodio, junto con los mejores guerreros, cazadores que vivían en ese momento, para que protegieran a los más jóvenes. En esa época era el mefaquet del clan, lo que vosotros llamarías el jefe de guerra. Me quede junto al Custodio de mi clan y mis guerreros, así como mis cazadores. Con ellos hice frente al ejercito humano que vino a destruirnos, hubo muchas batallas a cual más dura, hasta que llego la definitiva, nosotros no podíamos remplazar a los guerreros caídos, mientras los humanos parecían tener muchísimos guerreros de remplazo. Al final cuando solo quedábamos unos pocos en una lucha desigual y desproporcionada, defendimos a muerte a nuestro clan, hasta que caímos todos, nadie se rindió, ni cedió un palmo de terreno. Muchos días más tarde desperté rodeado de algunos de mis guerreros. Me contaron lo sucedido, cuando ellos sintieron que la lucha se había terminado, esperaron a que los humanos desaparecieran y regresaron a donde habíamos aguantado un ataque detrás de otro, volvieron al campo de batalla para rescatar a los guerreros y cazadores que aun estuvieran con vida. Éramos muy pocos los que habíamos conseguido sobrevivir a la lucha encarnizada, pero uniéndonos a los pocos que habíamos mandado al bosque profundo, y juntos todos los que habíamos quedado vivos del Clan Badarian, nos lanzamos a buscar un lugar donde poder vivir, fuera del alcance de los humanos. Conseguimos después de mucho esfuerzo encontrar una tierra donde apenas hay humanos, aunque tardamos bastante tiempo en conseguirlo. Es una tierra agreste y peligrosa, pero a nosotros nos ha valido de refugio, los pocos humanos que se han internado en ella, han perecido debido a las múltiples amenazas que hay allí. Hasta ahora nunca habíamos vuelto a las tierras habitadas por los humanos, volvimos por que al igual que Shay sabíamos que seriamos necesarios, para vuestra seguridad y para alcanzar un lugar donde podamos llamar hogar. Jay predijo muchas cosas que fueron sucediendo tal como las había escrito, incluso hablo de Zev y de Neshi, en sus múltiples visiones. Pero nunca me gusto guiarme por las predicciones del destino, pues este puede variar en función de pequeños cambios, aunque parece que estaba totalmente en lo correcto cuando hablo de vuestra llegada. He explicado todo esto para que no haya ninguna duda, ni desconfianza con respecto a mi clan y mis guerreros. La desconfianza hacia mí, puedo comprenderla y aceptarla, pero no la aceptare si menoscaba el honor de mi Clan.
-- Venga Yan – dijo Ral con cierta risa en su voz – no te lo tomes tan en serio, que van a pensar que eres un viejo cascarrabias, aunque algo viejo cascarrabias si eres. Después de tu comienzo me imagino que me toca decir como sobrevivió el Clan Ralaferin, esto es un poco más complejo de explicar, nosotros no tuvimos un clarividente que nos avisara, pero como custodios del saber ancestral del pueblo elfo, tuvimos la ventaja de la magia antigua elfica, para poder librarnos de los humanos. Aunque como vosotros nos exiliamos a unas tierras infectadas de otras criaturas que no eran humanas, así conseguimos sobrevivir hasta el día de hoy. Aunque yo he vuelto con unos pocos miembros de mi clan, no lo han hecho la mayor parte de mi clan, ellos todavía siguen en aquellas tierras, con un Custodio al que entrene desde niño. Vine solo con un pequeño grupo de cazadores que quisieron seguirme, el resto aun está a salvo de las manos de los humanos, con todo el saber antiguo oculto, incluido nuestro idioma natal. No confiamos en los humanos cuando nos ayudaron a crear la segunda ciudad, solo parte de nuestro clan se traslado a ella, los más sabios permanecieron en el lugar oculto en el que aun viven hoy. En este momento tampoco arriesgaremos a todo el clan por ahora, hemos venido sobre todo para llevaros aquellos parajes y tierras desconocidas para los humanos. Una vez termine la ruina y el compañero de Ort haya sido vencido, partiremos si así lo deseáis. ¿Qué planes tenéis para la huida?
-- Ante todo una cosa Yan, creo que de los que estamos sentados en este círculo, eres de los elfos más claros y directos, con los que he tenido el placer de encontrarme, después de esta unión, no podría desconfiar de ti, ni de tus intenciones y por supuesto jamás podría desconfiar de tu Clan. – le dije a Yan, este asintió solemnemente y después le conteste a Ral - Cuando lo planeamos con Ort en el “Velo”, habíamos decidido comprar un barco y hacernos a la mar, viajar de puerto en puerto, nunca quedarnos más allá de encontrar un cargamento que pudiéramos llevar a otra parte y comprar los víveres que necesitáramos. Ort nos proporcionaría el oro…
-- Si eso me gusta – dijo Yan – me apasiona la idea de vivir en un barco.
-- Calla Yan, te encanta la idea de hacerte pirata – le dijo riéndose Ral – eso lo sabemos todos. Continua por favor Neshi, disculpa la interrupción, cuando lo conozcas te darás cuenta que no siempre es tan serio como quiere dar a entender ahora.
-- Como decía antes – sonreí a Yan – había pensado que el lugar más seguro en el que podríamos criar a nuestro hijo seria un barco, y donde seriamos mas difícilmente detectados. Tanto por parte de mis “amigos” templarios como por parte de los “amigos” de mi compañero. Ort nos proporcionaría el oro que necesitábamos para comprarlo, me transformaría en humana y lo compraría, después llevaría a toda la tripulación que estaría compuesta en exclusiva con elfos de total confianza. Así había considerado que sería más difícil localizarnos o que nuestro hijo desapareciera como me paso a mi cuando era una niña. Además…
-- Si además tenemos que contar con que los guardias grises – fue Varathorn quien me interrumpió – querrán saber cómo has sobrevivido a la muerte del Archidemonio y evidentemente no deben conocer jamás la verdad.
-- Si he de ser sincera, no había pensado en ese detalle. También es otra cosa a tener en cuenta.
-- Me gusta la idea de que nos hagamos a la mar, no es mala idea, además jamás esperarían que nos refugiáramos en barcos, no han sido nuestra forma de viajar desde hace muchos siglos. – dijo Yan. – No creo que se esperen algo así. Pero de donde sacamos tantos barcos.
-- Pensaba comprar un barco en Denerim, pero ahora somos muchos para un solo barco.
-- ¿Comprar un barco a los humanos? – pregunto Paivel – No, no me parece buena idea. Creo recordar, corrígeme si me equivoco Ral, que en tiempos pasados nuestro pueblo fue capaz de crear barcos igual que creamos hoy los Araveles.
Fue Varathorn quien le contesto.
-- Cierto Paivel, los Araveles se pueden convertir en barcos, no son madera muerta, están vivos, solo haría falta suficiente magia para transformarlos en barcos, aunque no se verán como barcos humanos, eso será un gran problema, si queremos sobrevivir del comercio.
-- No, no lo será – dijo Yan cada vez más entusiasmado con la idea -. Podemos apoderarnos de algunos barcos humanos, convertirnos en una flota de barcos. Sé que hay muchos esclavistas que llevan sus “cargamentos” a través del mar… ¿Qué mejor objetivo para una panda de piratas, como nosotros?
-- Si a mí también me gusta la idea – dijo Zev – Seria un gran cambio en nuestras vidas, pero creo que valdrá la pena.
Me sonrió con la sonrisa más encantadora del mundo y picarona, sus ojos brillaban de emoción, sonreí a mi vez. Por primera vez desde que nos conocimos y nos enamoramos, veíamos un porvenir distinto de la muerte oscura, que siempre colgaba de nuestras cabezas. Sentí la esperanza y la felicidad que embargaba a Zev, rodeándome, abrazándome, envolviéndome y besándome, le bese a mi vez transmitiéndole todo mi amor y mi esperanza.
Sentí la risa de Ral, Yan, Paivel, hasta que Yan dijo.
-- Si seguís así terminaremos en una orgia. No es que me oponga a ello, pero creo que aun hay temas que tratar de importancia vital.
Me sonroje hasta las cejas mientras les decía.
-- Si lo siento, tenéis razón. Es que hemos pasado tanto tiempo pensando que al final solo nos esperaba la muerte, que ahora cuando parece que hay un futuro, nos ha embargado la felicidad y sin darnos cuenta nos hemos salido del tema, no volverá a ocurrir.
-- No eso tampoco… que estaba poniéndose interesante – dijo Yan sonriéndonos y guiñándonos un ojo -. Pero si podéis dejarlo para después de los temas importantes, sería un momento oportuno y al cual me presento voluntario.
-- Estas hablando de mi hija, Yan. – dijo mi madre totalmente enfadada. – No creo que deba recordarte, que tienes muchísimos más años que ella y que además ella ya tiene compañero.
-- Por supuesto Custodia Marethari, sé que tengo muchísimos más años que Neshi, la verdad es que la palabra “muchísimos” se queda corta, aun así vale para este caso. Pero las parejas de dos, varón y mujer, son cosa de humanos. En nuestra historia hay muchísimas uniones de tres y no siempre del sexo contrario. Pero comprendo los perjuicios que habéis ido adquiriendo en las tierras de los humanos, pero esos tabús no pertenecen a nuestro pueblo, ni a nuestra raza, son puramente humanos. Y creo que es otra idea mal sana que enseño e impuso en vuestras mentes nuestro querido Ian. Me pregunto ¿Cuánto más daño ha hecho a tu Clan Custodia Marethari? ¿Cuántas cosas más encontraremos?
Fue Paivel quien contesto.
-- Muchísimas Yan, tantas que será muy difícil reconciliarse con todas ellas, incluso encontrarlas antes de que hagan daño al Clan. Todas las que he podido detectar durante los muchos años que tuve que aguantarlo como mi jefe, las he dominado, pero siguen sembradas en el Clan. Cuando le decía lo mismo que terminas tú de decir a nuestra Custodia, solíamos terminar peleando, por eso al final termine por no hablarle, era la única manera de conseguir un poco de paz.
-- Fue tu jefe – dijo Ral – pues sinceramente te compadezco, nunca he conocido a un elfo tan asimilado a los humanos en mi vida. Nunca supe por que se había asimilado a ellos de esa manera. Incluso llego a abandonar a su pareja especial, por dicha asimilación. Pero ese es otro tema para otro momento. Aunque deberemos afrontarlo, para evitar daños en el futuro, si te parece correcto Custodia Marethari.
Sentí que mi madre era reacia a aceptar que hubiera sido manipulada, pero sabía que era verdad, aun así intento evitar el tema. Como si evitándolo consiguiera anular todo el daño hecho por Ian. Creo que ni Ort se imaginaba el daño brutal que estaba haciendo a nuestro pueblo. Al final y a regañadientes asintió. Intente no “espiar” los sentimientos de mi madre, pero no pude evitar sentir su aversión hacia Ral, me pregunte si ella no se había dado cuenta de las similitudes tan grandes que había entre mi padre y Ral. Quizás su aversión nacía de esas similitudes, no lo sabía pero sería otra cosa para tratar en un futuro no muy lejano.
Después de este paréntesis en los temas importantes, Ral dijo.
-- La idea de los barcos es muy buena, puede servir por un tiempo, pero no olvidéis que somos elfos, necesitamos el contacto con la tierra, con la naturaleza, sin ello nos debilitaremos y al final, deberemos retornar al bosque. ¿Por qué creéis que los elfos de las ciudades son más bajos y débiles que los elfos Dalishanos? ¿Cómo creéis que Neshi cura a través de la empatía? Os contestare a estas preguntas. La primera es simple, cuando perdemos el contacto directo de la tierra, nos debilitamos, se debilita nuestro cuerpo y nuestro espíritu, por eso los elfos de las ciudades son tan fácilmente abatidos. La tierra nos da todo, somos parte de ella y ella es parte de nosotros, no podemos estar demasiado tiempo separados. Neshi tu sanas a través de la empatía mediante tu conexión con la tierra, extraes la energía de la tierra y con ella puedes sanar, sin necesidad de magia. Pero cuando estés sobre el mar, te costara mucho más trabajo conectar con la tierra, absorber su energía. Y créeme en los próximos años necesitaras de toda la energía de la tierra, para poder mantenerte medianamente sana, tu infección no la sabemos curar, ni tenemos forma de detenerla. Solo tú con la empatía puedes controlarla, siempre y cuando estés unida a la tierra, aunque mucho me temo que solo servirá durante unos cincuenta años. Pero te dará tiempo para ver crecer a vuestro hijo y para ser felices, mucho más de lo que algunos hemos sido durante siglos. Propongo esto, transformamos los Araveles en barcos, por la magia no te preocupes Varathorn, entre la Custodia Marethari, Neshi y yo podemos transformarlos fácilmente. Cuando el compañero de Ort haya sido vencido, huiremos por barco, Nolaloth os puede sacar de Denerim cuando la batalla haya concluido y llevaros hasta el barco. Cuando estéis a salvo, veremos qué podemos hacer a continuación.
-- No creo que sea buena idea Ral – dijo Shay para mi sorpresa – Nolaloth no debe pisar Denerim. Te diré porque, imagínate el revuelo que se organizara si cuando el compañero de Ort haya sido vencido, los habitantes de Denerim ven a otro Dragón volando por encima de la ciudad. No, no creo que sea buena idea, pero yo si puedo entrar, nadie notara a un caballo, ni lo encontrara fuera de lo normal.
-- Pero tú no puedes volar – dijo mi madre –. Mientras que Nolaloth si puede.
-- Cierto Custodia Marethari, pero tengo mis trucos, no estoy totalmente indefenso, puedo llegar hasta Zev y Neshi sin problemas. Además se lo debo, dejarme hacerlo. Ya que no pude ayudarlos antes, porque no supe como liberarme de los humanos.
-- Bien – le dije a Shay – si tú crees que puedes hacerlo, aceptamos tu ayuda para escapar, aunque no podre decirte en que parte de la ciudad estaremos. Tienes razón con respecto a Nolaloth, si ella entra en Denerim provocara mas pánico de lo necesario, además hará que nuestra fuga quede al descubierto. Si nadie encuentra nuestros cuerpos, porque hemos desaparecido en las sombras, nadie sabrá realmente que nos paso, si estamos vivos o muertos, es mejor dejarlos con las dudas de que fue de nosotros.
-- ¿Y si atacara? – dijo Nolaloth – para distraer la atención de los humanos hacia mí y hacer que os perdieran de vista, os podría dar la oportunidad que necesitáis para desaparecer. Siempre te puedo alcanzar a nivel telepático Neshi, sabré cuando es el momento oportuno, también puedo decirle a Shay donde os encontráis de la ciudad.
-- Me parece buena idea, pero ataca humanos, no vayas a por un qunari, una humana maga y un enano, ellos nos han ayudado mucho. Pero a los humanos puedes comértelos si te apetece.
-- No gracias, no están muy ricos, no – dice Nolaloth con risa en la voz – pero creo que os pude dar la oportunidad que necesitáis.
-- Antes de que tuviéramos tantos aliados, habíamos pensado en irnos de la batalla una vez esta terminara, salir de Denerim aprovechando la confusión creada por los engendros tenebrosos, y que nos aguardarais con una barca cerca del acantilado que está justo al lado de la ciudad de Denerim, ahí hay una cala y una cueva cercana, que da justo al mar, con una barca podéis esconderos en la cueva, dudo mucho que los engendros tenebrosos vayan hacia ese lugar. Esta retirado de Denerim y no significa nada, pero no os acerquéis hasta que esté claro que está limpio y libre de ellos.
-- Podéis llevarnos hasta ella, cuando partáis hacia el encuentro con ese humano Eammon. – dijo Varathorn.
-- Ral y yo – dijo Yan – os acompañaremos a la batalla, no vamos a dejaros solos. Iremos con vosotros. Nadie sospechara nada, solo somos mensajeros Dalishanos.
-- Sera un placer contar con vuestra ayuda – dijo Zev – además pienso que a esos humanos les vendrá bien, comprobar de primera mano que no todos los elfos somos bajitos y delgados.
Yan se rio.
-- Me parece genial. Espero que ninguno pretenda que le sirva, por que se va a llevar la sorpresa de su vida.
-- Yan, si vamos tendremos que pasar lo mas desapercibidos posible, no podemos ni debemos llamar su atención, si te piden que les sirvas eso harás, sin alterarte ni peleas – intervino Ral suavizando el carácter de Yan –. De hecho usare un hechizo que a mí me hará más bajo y a ti más delgado.
-- Ahhhh, no compañero, no me niego a que me dejes como un fideo, porque tú te vayas dando con los quicios de las puertas en las casas humanas. Y eso de servir… pues lo dudo mucho que alguien se atreva a pedirme algo.
La alegría, el humor y el optimismo que tenía Yan, sería un cambio muy agradable, ayudaría a mantener nuestra moral hasta el último momento. Por no contar que Zev y yo estaríamos infinitamente más seguros, con ellos a nuestras espaldas.
-- Esta bien Yan… respetare que cada vez te parezcas mas a un enano algo crecido.
-- Ni se te ocurra insultarme, elfo pomposo.
-- Y los Creadores me han castigado – dijo Varathorn – a pasar mis próximos cien años con estos dos locos. No los conocéis como yo, se pasan el día así. No quiero pensar en que pasara cuando Ort y su compañero se les unan, será una verdadera tortura, para la cordura.
Sonreí era bueno tener por fin compañeros de confianza, con quien no tuviéramos que ocultarnos y en quienes pudiéramos confiar plenamente. Aunque no sabía bien cómo podríamos conseguir que pasaran inadvertidos, Yan podía conseguirlo, pero Ral era pura magia, sería el blanco de Alistair en cuanto lo viera.
-- Hay una cosa que no he llegado a entender – le dije a Ral -. Porque en el mar tendría problemas para extraer energía, ¿Acaso no es natural? Tampoco llego a saber cómo extraigo esa energía.
-- Hay muchas cosas – dijo Ral – que desconoces de tu propio potencial empático, iré explicándotelas y ayudándote a comprenderlas y aprenderlas. El mar, si es natural, pero nosotros no pertenecemos al mar, no es de nuestra naturaleza. El mar tuvo sus habitantes especiales, los humanos los exterminaron cuando llegaron a este mundo, ellos tenían el poder que les proporcionaba el mar y su magia especial, pero ya no existen. Nosotros pertenecemos a la tierra y a la naturaleza de los bosques, no al mar. Deberías ir a descansar, te estás debilitando demasiado Neshi, es lo primero que te enseñare a fortalecerte a ti misma a través de la energía de la tierra.
-- La verdad es que se muy poco sobre la empatía, sabía que curaba a través de la empatía, pero siempre que la uso me desgasta y debilita, por esa razón solo la uso cuando no tengo más remedio o cuando sano a Zev, lo hago instintivamente, no por que sepa hacerlo. Te agradecería que me dijeras como lo hago, para poder comprenderlo, aprenderlo y ser más eficiente, sin desgastarme tanto.
-- Si de hecho cuando la conocí, me dio la impresión de que sanaba de su propia fuerza vital.
-- Si Zev, tienes razón, ella sana casi siempre extrayendo energía de su propia fuerza vital, eso la debilita y le disminuye su fuerza mágica. Tiene que aprender cómo hacerlo a través de la energía de la tierra, no de su propia energía.
-- ¿Alguna cosa más que añadir?
Dije, me sentía cansada aunque el tema me interesara, podíamos hablarlo en otro lugar y momento. También sentía la impaciencia que iba creciendo en mi madre, lo estaba pasando realmente mal, no quería que siguiera tan incómoda, si podía evitarlo.
-- No – dijo Ral, ahora serio – Creo que podemos dar la reunión por terminada. Cuando estéis a salvo tendremos tiempo y fuerzas para poder, preparar cualquier viaje a cualquier destino. Mañana si os parece bien Custodia Marethari y Neshi, podemos realizar el rito de magia que convertirá a los Araveles en los barcos que necesitaremos. Pero quiero reunirme con vosotros dos, una vez hayas descansado Neshi. Hay algunas cosas que quiero enseñarte a nivel mágico y mostrarte cómo puedes extraer energía de la tierra, para tu empatía.
-- Pero no sería más seguro – dijo mi madre – que nos acercáramos mas a la costa.
-- No necesariamente Custodia – dijo Varathorn – las hallas pueden llevar los barcos al mar, de la misma manera que trasladan los Araveles.
-- ¿Qué será de mis hallas, una vez nos embarquemos?
-- Ellas nos seguirán, creo que por eso fue enviado Shay – dijo Ral – no tienes por qué preocuparte por ellas, siempre estarán ahí cuando las necesitemos. Ya os explicare que es un caballo primigenio o como lo conocimos en los albores de nuestro tiempo, un Señor de los caballos.
-- ¿Entonces puedo volver ya al Clan?
-- Por supuesto Custodia, puedes volver, el circulo queda cerrado. – dijo Varathorn – quien quiera abandonarlo puede simplemente levantarse e irse.
Vi como mi madre se levantaba y se alejaba, sin volver la vista atrás, sentí su alivio al abandonarnos, después vi que Sarel también se levantaba y se iba. No había dicho nada, su silencio era cuanto menos peculiar, no es que desconfiara de él, pero a diferencia de mi madre, solo se había limitado a escuchar, sin decir nada, eso no me agrado, pero si Varathorn confiaba en él, no tenía razón para desconfiar. Después Varathorn se despidió, marchándose por donde se había ido Sarel. Nolaloth y Shay se despidieron y se fueron juntos.
-- Bueno, bueno ahora si podemos comenzar con la orgia, ¿no?
-- Suena interesante – le dijo Zev a Yan riéndose – pero aquí en medio del bosque, creo que prefiero algún lugar un poco mas blandito y menos expuesto.
-- Venga ya Zev, no me imaginaba que fueras tan cómodo, las oportunidades se toman donde se presentan.
-- Cállate ya mente calenturienta – le dijo Ral – solo nos falta Ort, para terminar la ronda de sugerencias pervertidas. Y no es que no me guste la idea, pero Neshi es mi sobrina por si no te has dado cuenta, es la hija de mi hermano, y para algunas cosas tengo límites.
-- Mejor así, a más toco. – dijo Yan, vi que Ral movía negativamente la cabeza riéndose.
En ese momento Paivel dijo.
-- Ral… eres realmente el hermano de Theron, te pareces, pero pensé que era más una coincidencia que algo real. Lo sabe la Custodia Marethari.
-- No Paivel, la Custodia no sabe nada y así debe seguir siendo, ya siente demasiada aversión hacia mí, si se entera de que soy el hermano de su compañero… se algunas cosas que nadie conoce, mi hermano y yo estábamos bastante unidos, a muchos niveles, se algunas cosas que solo las sabia mi hermano. Pero no son temas para tratar fuera de la familia Paivel, discúlpame. Creo que Ian ha hecho muchísimo daño a la Custodia, a su hija y a mi hermano, por no hablar del daño absoluto que siempre le hizo a su hermano Ort. Espero que en algún momento del futuro me lo encuentre, pues ira hacerle compañía a los Creadores. Creo que podemos cerrar el círculo empático, cuando quieras Neshi, además a ti te vendrá bien descansar un rato, anoche no dormisteis mucho, creo que os sintió cualquiera que tuviera un mínimo de empatía en este planeta.
-- ¿Nos estuviste espiando? – pregunto Zev.
-- No, pero no pude evitar sentir las emociones que desprendía el Aravel. Pero no volverá a pasar, se cómo evitar escucharos.
Me concentre en los hilos energéticos que aun estaban unidos y los destrence, después me levante, pero la cabeza me daba vueltas, al final se oscureció todo y caí, sentí los brazos de Zev abrazándome para que no cayera al suelo.

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Cuando Neshi se levanto, me di cuenta que algo pasaba, estaba mareada, dando traspiés, la intente sujetar, pero al haber estado yo también en el suelo no me dio tiempo a abrazarla, hasta que se desmayo. Mi corazón se detuvo por un instante. ¿Quizás la habíamos forzado demasiado? Habíamos estado muchas horas en esa peculiar reunión, ayer apenas habíamos dormido. Pero solo una pregunta me vino a la mente ¿Qué la pasaba?
-- Neshi.
La recogí según caía al suelo, la abrace evitando que se hiciera daño. Mire a mí alrededor Ral y Yan que estaban a mi lado, los mire asustado, con Neshi en los brazos.
-- No te preocupes Zev, no es nada grave, hay muchas mujeres que durante el embarazo sufren desmayos. – dijo Ral con voz tranquila – ¿Es muy terca, verdad?
-- Si muchísimo, ¿pero qué la pasa? Nunca le había pasado algo así, por usar la empatía. Dejarme llevarla hasta el Aravel.
-- ¿Quieres que te ayude a llevarla? – dijo Yan con amabilidad.
-- No, no es necesario, puedo llevarla, gracias.
Me encamine al campamento y al Aravel sin hablar más, estaba preocupado, nunca la había visto tan pálida. Excepto, excepto cuando la hirieron, pero ahora no estaba herida.
Cuando Yan se ofreció a ayudarme a llevar su cuerpo, pensé. “No, nunca dejaría a nadie su cuidado, era mi responsabilidad y me gustaba sentirla, era mi ángel.” Sentí la mano de Yan en mi hombro, pero no dijo nada, hasta que llegamos al Aravel y la había acostado en nuestra cama, me senté a su lado, tomando su mano entre las mias.
-- Zev nunca nadie podría separarte de Neshi. Lo entiendas o no, ella es tuya y tu eres de ella. Eso no lo puede cambiar nadie.
-- Si tienes razón, discúlpame. Creo que me he comportado como un niño egoísta, lo siento.
-- No tienes por qué disculparte Zev, entiendo lo que sientes. Sé por lo que me dijo Ral, que no tuvisteis ningún tiempo después de vuestra unión, que tuvisteis que continuar con la guerra que estamos viviendo, pero créeme cuando consigáis ese tiempo, os daréis cuenta que nada os puede separar jamás, ni tan siquiera la muerte. Un tercero en vuestra relación, no os separaría, sino que os uniría mucho mas, os haría más fuertes y mas unidos. Pero eso es algo que solo vosotros podéis llegar a comprender con el tiempo. Como le dije a la custodia, las uniones en parejas, son cosas de humanos, nosotros… desde los albores de nuestra historia siempre hubo más varones que hembras, por eso era casi una tradición que las uniones fueran de tres miembros y no de dos.
-- No lo sabía, pensé que… no lo sé Yan, solo puedo decirte que Neshi es lo único que he tenido en mi vida, no quiero perderla. Solo la dejaría si ella considerara que cualquiera de vosotros es más apropiado para ella que yo.
-- Zev eso no va a ocurrir – le dijo Ral -. No solo por que os amáis, sino porque vuestras almas están unidas, se necesitan mutuamente la una a la otra para existir, tanto en la vida como en la muerte. Lo que Yan intenta explicarte, es que puede haber un tercer miembro en vuestra unión, sin que por ello se debilite, sino que se fortalecerá. Si alguna vez llegáis a tener ese tercer miembro os sentiréis tan unidos a ese otro que formara parte de vuestras almas. Pero para ello necesitáis tiempo para superar la etapa de los celos que al no haber tenido tiempo para experimentar vuestra unión, aun se da.
-- Vosotros sabéis algo que no nos habéis dicho.
-- Si muchas cosas que aun no estáis preparados para saber. - Dijo Ral sonriendo. – Pero todo llegara en su momento.
Tenía la mano de Neshi entre las mías, mientras hablaba con Yan y Ral, la estaba acariciando, necesitaba su contacto, quería saber si estaba bien, la sentía esa era buena señal, no me había sentido vacio, como cuando la hirieron.
-- Ves Zev, está dormida, simplemente a cedido al cansancio del esfuerzo, se pondrá bien cuanto duerma lo suficiente. Realmente se parece a mi hermano, es igual de cabezona, ella se debe haber dado cuenta que se estaba debilitando, pero ha seguido hasta el final.
-- Si es muy cabezona, cuando escapamos del campamento humano, ni tan siquiera se quejo, durante horas estuvimos corriendo por el bosque, solo cuando comenzó a dar traspiés me di cuenta que no estaba bien. Estuvo, estuvo a punto de… para salvarme.
-- Tienes mucha suerte Zev… - dijo Yan – con gusto hubiera dado mil años de vida, por tener cincuenta años al lado de un compañero así. Vamos Ral, dejemos que descansen los dos. Luego habrá tiempo para hablar tranquilamente.
Cuando se fueron Ral y Yan, por fin quede a solas con Neshi, me tumbe a su lado, abrazándola, besándola, sabía que aun en sueños me sentía, sentía mis caricias. Mientras pensaba en lo que me había dicho Yan, aunque lentamente mi mente se fue aquietando, hasta que me quede dormido abrazado a ella.
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lunes, 27 de septiembre de 2010

Neshama una bruja diferente 39


Capitulo 39

A la mañana siguiente nos levantamos temprano, aunque ni Zev, ni yo habíamos dormido mucho, aun así nos sentíamos como nuevos. Fue una noche muy interesante, divertida y fantástica, lástima que teníamos que volver a la realidad tan rápidamente.
Cuando salimos del Aravel vimos a mi madre y a Merrill juntas, estaban hablando, las saludamos y nos fuimos a desayunar con los cazadores que estaban sentados alrededor de una gran hoguera. Nos saludaron, todos compartimos la comida que había y después mi madre nos dijo que había hablado con Varathorn que nos esperaban en el Aravel más grande donde se celebraría la reunión de los dos clanes.
La seguimos junto con Merrill, Paivel que habían tomado el lugar de Ian como Hahen en el clan. Vi de pasada a Fenarel que estaba junto a las hallas, en el mismo lugar donde vi también al caballo negro, se ve que se había adaptado muy bien a estar con ellas, mientras que el otro caballo estaba un tanto apartado del redil de las hallas. Después tuve que olvidarme de todos ellos, para concentrarme en la reunión, pues habíamos llegado al Aravel.
Al entrar me sorprendió, era muy grande para ser un Aravel, de hecho desde fuera nadie hubiera podido decir el tamaño que tenía en el interior. Además curiosamente sus paredes estaban decoradas con gravados de animales y runas mágicas, también había letras pero no supe reconocer a que idioma pertenecían. En el centro del Aravel se encontraba una mesa realmente grande y alrededor había banquetas, como las que había en los Araveles más pequeños. La mesa y las banquetas también estaban decoradas con gravados, todo el lugar me pareció una verdadera obra de arte.
Mi madre tomo asiento y después Merrill, a continuación se sentó Paivel y después Zev y yo, Zev me tomo de la mano, por debajo de la mesa, sabía que estaba intranquila, le sonreí y me tranquilizo su contacto físico. Aguardamos a que fuera mi madre quien abriera la reunión ya que era la Custodia del clan, le correspondía a ella hacerlo. La mesa era redonda, por lo que no había un primer lugar. En el lado contrario a donde estaba sentada mi madre estaba Varathorn, a su lado había otros cuatro elfos Dalishanos mas, solo reconocí a uno, era Sarel el Hahen del clan de Zathrian a los otros dos no los había visto en el clan de Zathrian. Supuse que habían sido de los cazadores que habíamos conseguido liberar de la maldición.
Varathorn hizo una inclinación de cabeza hacia mi madre y esta asintió. En ese momento comenzó hablar Varathorn.
-- Como la mayoría aquí me conocéis no necesito presentación, aun así lo haremos de la manera más formal posible. Mi nombre es Varathorn soy el artesano en maderas del clan de Zathrian y el más anciano que hay en esta mesa. A mi lado esta Sarel el Hahen del clan, a su lado se encuentra Ral el Custodio del Clan Ralaferin, a mi otro lado esta Yan el Hahen del Clan Badarian, enfrente de mi esta la Custodia Marethari, el Hahen de su clan Paivel, Merrill que es la futura Custodia del Clan, Zevran y Neshama, dos elfos muy especiales, ahora pasare a relatar porque hemos venido y como es que nos encontramos aquí.
“Creo que no sabéis nada del Clan Badarian, pero ellos fueron llamados para unirse a vuestro camino. También se que en este momento, todo el Clan de la Custodia Marethari se estarán preguntando si hemos venido por la próxima guerra, contra los engendros tenebrosos. Pero no es así. Nada más alejado de nuestras intenciones.”
“Zevran y Neshama, cuando pasasteis por nuestro clan, quise hablar con vosotros dos, pero el problema que asolaba nuestro clan y las penalidades que tuvimos que pasar, no nos dejaron tiempo para poder hablar. Además lo que tenía que deciros no podía llegar a oídos de Zathrian o de su segunda al mando Lanaya, por esa razón no os dije nada. Ya sabéis que hay temas que no deben hablarse en público. Todos los de esta mesa tenemos un amigo en común, que le llamaremos Ort, aunque es uno de los muchos nombres por los que se le ha conocido, es el más inofensivo. Hace aproximadamente cien años que Ort supo que los engendros tenebrosos habían encontrado a su compañero. Theron tu padre Neshama, se comprometió a conseguirle ayuda, de todos nosotros era el único que aún conservaba la empatía, por esa razón también era el único que podía ayudar a Ort. Sin necesidad de empatía o telepatía se que pregunta os estáis haciendo ahora mismo, - dijo sonriéndonos con picardía - la respuesta es . No necesitamos hablar de ella, ya que es un tema peligroso del que mejor no hablamos. Yan, Ral y yo, compartíamos con Theron y Ort algunos rasgos. Cuando supimos que su hermano Ian se negaba ayudarlo, decidimos intervenir, para ayudaros nosotros.” – me di cuenta que Merrill se había perdido en estas últimas frases de Varathorn, posiblemente no sabía de que estaba hablando.
“Han pasado muchos siglos desde que los Creadores nos bendijeron con una pareja especial, no podemos quedarnos de brazos cruzados mientras vosotros corréis riesgos innecesarios. Sé que todavía os queda la última batalla, que esta es peligrosa y que hay infinitas posibilidades de que muráis en ella, aunque haremos todo lo posible, porque no ocurra.”
”Ahora me podrías explicar cuál era vuestro plan, una vez terminada la Ruina y vencido al compañero de Ort.”
Le acaricie la mano a Zev y le mire a los ojos, después me levante.
-- Me tendréis que perdonar, me parece una buena historia Varathorn pero me disculpareis si no confió en vosotros. Si queréis que confiemos en vosotros, necesitamos conectarnos a nivel empático, no aceptaremos solo palabras para que consigáis nuestra confianza. Lo siento, pero ya hemos sufrido muchas traiciones desde que toda esta historia comenzó. Si es verdad que todas las traiciones han sido por parte de humanos, pero comprenderéis que no podamos confiar solo en vuestras palabras.
Mi madre se levanto y dijo.
-- Estoy de acuerdo con mi hija, no pueden, ni deben aceptar solo palabras, ni nosotros tampoco. No intentamos insultaros, pero poneros en nuestro lugar, pensar que estamos hablando del futuro de mi hija y su compañero, por no hablar del hijo de ambos. Todos te conocemos Varathorn y sabemos tu rectitud, también conocemos a Sarel, pero no se puede decir lo mismo de Yan o Ral. Sabemos en el clan, que existió un Clan Dalishano de nombre Ralaferin, su relevancia en nuestra historia, ya que eran los custodios de mayor saber. Como conocemos la relevancia guerrera del Clan Badarian y su importancia a nivel estratégico y guerrero para nuestro pueblo. No pongo en duda tu palabra Varathorn. Pero también conozco la historia de ambos Clanes y esta dice que desgraciadamente fueron destruidos en las primeras guerras que tuvimos que luchar contra los humanos, después de la caída de nuestra querida ciudad Halamshira. Mi hija desgraciadamente desconoce todas las historias de nuestro pueblo, ya que a la edad de 4 años fue raptada por un grupo grande de templarios, los mismos que asesinaron a mi compañero y su padre Theron, esa fue la razón para que sugiriera que viniera a la reunión Paivel, que después de Ian es uno de los más sabios entre mi Clan. Comprenderéis ahora que no podamos confiar solo en vuestras palabras, aunque sean dichas por alguien tan digno como tu Varathorn.
Después de decir esto se volvió a sentar a mi lado y guardo silencio. Sentí una risa masculina agradable, suave y cristalina. En ese momento se levanto el Custodio del Clan Ralaferin, era el que se estaba riendo. Era un elfo impresionantemente guapo, sus facciones eran perfectas, tenía una melena de pelo negro azabache larga, más allá de su cintura, también era más alto que el resto de los elfos que había en la mesa, había mucho de él que me recordaba a los pocos recuerdos que tenia de mi padre, con la excepción del color de su pelo.
-- Disculparme no me reía de lo que terminas de exponer Custodia Marethari, sino de que todo ha pasado como Ort ya me advirtió que ocurriría. Yo le dije que no creía que desconfiarais de nosotros, que cuanto conocierais la historia confiaríais plenamente en nosotros, él se rio y dijo que no os conocía, que ninguno de vosotros confiaría solo en nuestras palabras. Bien el tiempo ha demostrado que Ort tenía razón. Comprendo la necesidad de que comprobéis que todo lo que decimos es verídico, que no tenemos segundas intenciones o que os mentimos. Por mi parte estoy dispuesto a unirme a vosotros a nivel empático, aunque solo ahora puede crear el enlace Neshi, ya que mi empatía hace mucho tiempo quedo diezmada. Ort también me dijo que desconoces el potencial de tú empatía, y que él no había podido unirse a ti empáticamente debido a su problema de soledad, que tuvo miedo de que vuestra unión, le llevase a la desesperación en sus momentos de soledad absoluta, que han sido demasiado largos durante todos estos siglos. A mí no me molestaría enseñarte todo mi saber sobre la empatía, incluso tampoco me importaría unirme a vosotros dos Zevran y Neshi, para mostraros los caminos que aun desconocéis. A diferencia de Ort, jamás estuve ligado a otro elfo, por esa razón no puedo echar en falta aquello que jamás tuve. Si estáis de acuerdo Yan, Sarel y Varathorn saldremos del Aravel y en el bosque podemos crear un circulo de unión, de esa manera todo lo que se hable será única y exclusivamente la verdad, y no podréis poner en duda lo que decimos, ya que lo verificaras a nivel empático.
Varathorn se levanto lentamente, su semblante reflejaba la seriedad con la que se estaba tomando la reunión. Era un elfo de estatura normal, su rostro estaba envejecido cualquiera diría que se encontraba por encima de los cincuenta años, pero por lo que había dicho, era el más viejo en la reunión, algo que me hacía pensar que posiblemente tuviera cerca de dos mil años o más. Se dispuso hablar, lentamente con una voz melodiosa dijo.
-- Por mi parte no tengo ningún inconveniente en realizar el círculo de unión, aunque han pasado muchos siglos desde el último círculo en el que participe. Ya que jamás tuve empatía, solo he podido vivirla a través de mi compañera, que murió hace algún tiempo. – su voz en esta última frase se volvió un susurro. – dejemos el tema, lo más importante es que si estoy dispuesto a unirme empáticamente en el circulo, tal cual deseáis.
Guardo silencio y se sentó. Después se levanto Yal, era el elfo más fuerte que había visto en mi vida, su cuerpo era bastante más ancho que el de la mayoría de nosotros, sus músculos daban la impresión de ser de piedra, su semblante aunque agradable, impresionaba pues todas sus facciones eran duras y muy marcadas, su pelo de color rubio ceniza era muy largo, larguísimo, pero lo llevaba atado en una apretada trenza que le colgaba por la espalda hasta casi las rodillas, cuando hablo, su voz podía competir con la de Sten, de hecho mucho en su persona me lo recordó. Como diría Sten era un guerrero nato, pensé que este elfo le encantaría a Sten.
-- Soy Yan Hahen del Clan Badarian, aunque en otra época fui… eso no importa ahora, ya llegaremos a esa parte. Creo que comprendo vuestra desconfianza, si yo estuviera en vuestro lugar pediría las mismas pruebas. Como Varathorn jamás tuve empatía y sinceramente cada vez que he podido unirme a nivel empático con algún compañero elfo, nunca he dudado en hacerlo. Por mi parte tampoco hay ningún problema. Además creo que ayudaría a que todos confiáramos plenamente. Algo que necesitaremos en los próximos años. Por que el acuerdo que alcancemos aquí, la confianza que consigamos aquí, tendrá que servirnos para sobrevivir y para que Zevran y Neshi consigan un lugar seguro donde poder criar a su hijo.
Se sentó dejando paso a Sarel, el más joven de los cuatro elfos que habían venido a reunirse con el Clan de mi madre, aunque ya era anciano para los estándares de vida elfa ahora, era como la mayoría de los elfos Dalishanos, fuerte a su manera y muy serio. Sarel se levanto y dijo.
-- Vine por invitación de Varathorn, confió plenamente en su palabra y en sus decisiones, mucho más que en nuestro anterior Custodio o nuestra Custodia Lanaya ahora. Desde que tengo memoria Varathorn ha sido el artesano del Clan, pero siempre fue mucho más que un artesano, aunque él prefirió pasar inadvertido para la mayoría del Clan. Jamás le he visto faltar a su palabra o mentir, si él está de acuerdo en participar en ese círculo empático, aunque no sé que es, le seguiré y me uniré a vosotros en el círculo.
Volvió a su lugar, guardando silencio.
Cuando comprendí que todos ellos habían terminado de hablar, me volví a levantar y dije.
-- No tengo ningún problema en participar con vosotros en ese círculo empático. Pero debo preguntar a mis compañeros si están de acuerdo en participar, pues a diferencia de vosotros, entre nosotros hay muchos que jamás han sentido el toque de la empatía, y es un sentimiento que puede despertar mas miedos de los que nos atrevemos a reconocer. Merrill, Paivel, Custodia Marethari y Zev, podíais decirnos que pensáis con respecto a la unión empática en el circulo, no es algo obligatorio, sino estáis dispuestos o no queréis participar eso no cambiara nada, mi confianza en vosotros es firme.
Después de decir esto me senté a esperar a que hablaran mis compañeros. Mi madre fue la primera en hablar.
-- Se lo que se siente en una unión empática, mi compañero Theron era empata como mi hija. – le costó decir el nombre de mi padre, comprendí que aun le dolía su muerte. – Si participare de ese círculo e intentare controlar mi aversión hacia la intromisión que para mi representa la empatía.
Esa frase me sorprendió, no entendí por que para ella era una intromisión, pero no era el momento de hablar entre nosotras. Además era su opinión y era muy libre de expresarla, aunque lo sintiera equivocado. Esa “aversión” me imagine que la había adquirido de las enseñanzas de Ian, por lo que pensé que todo el clan la tendría. Estaba perdida en mis pensamientos cuando Paivel hablo.
-- Todos los miembros de mi Clan saben que siempre tuve aversión a Ian, quizás por eso estoy de acuerdo en participar en el circulo empático, no solo para verificar la autenticidad de cualquiera de nosotros, sino por pura curiosidad, quiero saber por qué Ian se empeñaba tanto en sembrar en nosotros el odio a la empatía. El por qué de su desprecio hacia Theron. Conocí a Theron creo que bastante bien, siempre fue sincero conmigo, nunca uso engaños o falsedades para inclinarme hacia algún lugar que él quisiera que fuera, siempre me respeto, sentí su muerte, no voy a decir que tanto como la Custodia Marethari, pero en su marcha nos dejo un vacio difícil de llenar. Lo siento quizás he hablado demasiado, si participare.
Merrill se levanto y dijo.
-- Siento mucho tener que negarme a participar, al igual que la Custodia Marethari, siento verdadera aversión hacia la empatía, como aun no soy la Custodia no estoy obligada a participar, por lo tanto declino participar en el circulo empático y acepto lo que mis compañeros quieran decidir después de que la reunión haya concluido.
Maldito fuera Ian, sí que había hecho un estúpido trabajo en el Clan, que más cosas había sembrado, que desconocíamos. Esperaba que no fueran muchas y que las que hubiera sembrado fueran inofensivas, porque hasta ahora solo nos había hecho daño. Sentí a Zev que me miraba y después de acariciarme la mano se levantaba para hablar, le note nervioso e intranquilo.
-- Yo soy extranjero… realmente estoy aquí por Neshi, si ella no me hubiera perdonado la vida, jamás hubiera podido llegar hasta aquí. Me uní a Neshi porque realmente quise hacerlo, me encanta su empatía, nunca podre expresar lo mucho que significa para mí. Si es cierto que al principio la tuve miedo y eso es extraño, pues jamás he tenido miedo a muchas cosas terribles. Ahora me preguntáis si quiero unirme a nivel empático con todos vosotros con Neshi de centro de unión. En otra época me hubiera inventado una escusa simpática para declinar tal oferta, hoy os diré la verdad. No sé si merezco participar en algo tan grande o tan importante. Por lo tanto, solo participare si Neshi lo desea, ahora que ya ha visto todas o la mayor parte de las oportunidades que se le presentan.
Al escuchar a Zev hablar se me partió el corazón, sé que hay cicatrices en él que no se borraran nunca, que siempre tendré que cuidarle mucho para que jamás vuelva a recordarlas. Le cogí de la mano y le dije.
-- Claro que quiero que participes, tú eres tan importante como yo, sin ti no habría círculo que formar Zev. – después le abrace y le atraje hacia mí, envolviéndole en todo el amor que sentía por él.
En ese momento se levanto Ral y dijo.
-- Zevran puede que cuando conociste a Neshi fueras un extranjero, pero hace mucho tiempo que dejaste de ser un extraño entre nosotros, las marcas que os unen solo nacen en parejas muy especiales. Ninguno de nosotros podría conseguir esa unión que tenéis Neshi y tu, pues tu eres el que los Creadores eligieron para formar pareja con ella. La magia ancestral ha renacido de ti Zevran y de Neshi, nadie más hubiera podido crearla. Quizás por eso los Creadores te pusieron en su camino o quizás fue ella a quien la pusieron en el tuyo. Nunca dudes de lo imprescindible que eres en esa unión, Neshi no viviría dos días a tu muerte, ni tú tampoco vivirías a la suya. Y sin vosotros dos no habrá renacimiento de la magia ancestral, y sin ella… bueno eso es un tema para otra ocasión, ahora es mejor dejarlo. Además tenemos que ir a crear el circulo empático, el tiempo corre y no es a nuestro favor.
Como si esas palabras hubieran activado algún mecanismo, todos nos pusimos en pie y salimos del Aravel. Me acerque a mi madre y la dije en un susurro.
-- Mama si no quieres participar, no lo hagas, te puedo contar todo lo que suceda en la reunión, si tanto te desagrada la empatía…
-- No Neshi, me desagrada muchísimo, pero Paivel me ha recordado porque tengo tanta aversión a la empatía. Necesito hacer esto por tu padre y por ti. Los dos os merecéis que sea valiente y me enfrente a mis propios miedos o temores, que me enfrente a todas las cosas que Ian sembró en mí cuando era una niña, que mucho me temo, que serán muchas más cosas de las que pensaba.
-- Como quieras mama. Si también tengo el mismo temor que tu, no sé cuantas ideas habrá sembrado Ian en el Clan, ideas equivocadas que solo perseguían sus fines. Tendremos que estar vigilantes para descubrirlas antes de que se manifiesten.
Después de esta conversación seguimos al grupo, que se había reunido en un claro del bosque, que curiosamente tenía la forma de un círculo. El Custodio Ral se adelanto a todos nosotros, con una vara que saco de una bolsa mágica, comenzó a dibujar un trazado que para mí era desconocido, pero sentía el poder que iba creando al dibujar el pentagrama donde crearíamos el circulo empático.
Una vez terminado el dibujo, este quedo en forma de una estrella de seis puntas, en cada punta había escrita una letra de un idioma que no reconocí. Me tomo de la mano y me condujo al centro del mismo, me dijo que me sentara en el centro y que me quitara el peto de la armadura, quedándome solo con la camisa que llevaba debajo, así lo hice. Después fue colocando a los demás elfos dentro de la estrella, según un antiguo ritual mágico. Estaba totalmente intrigada, desconocía totalmente esta magia, por lo tanto me llamo muchísimo la atención, quería participar, quería aprender y comprender lo que estaba realizando. Esa ansia de conocimiento siempre la tuve cuando me enfrente a una magia que desconocía, me había acostumbrado a aprender, estudiar, hasta tal punto que cada vez que encontraba algo nuevo, me volcaba totalmente en ello, no perseguía el poder, solo el conocimiento. Estaba ensimismada contemplando a Ral formar el círculo mágico, cuando sentí la voz de Zev a nivel telepático.
-- ¿Neshi te encuentras bien? Estas pálida.
Le bese mentalmente y le abrace, todavía estábamos los dos solos en la unión. Por eso me di cuenta que Zev estaba sentado en el centro conmigo, justo detrás de mí, se sentía bien tenerlo tan cerca.
-- Si cariño, me encuentro bien, solo estaba estudiando los movimientos mágicos de Ral… mi eterno defecto de querer saber más. ¿Tú estás bien?
-- Si mi querida brujita estoy bien, aunque me pregunto si… si será necesario que ellos vean mi vida.
-- No cariño, no verán nada de tu vida. Ni nosotros veremos nada que no quieran mostrarnos de sus vidas, como tampoco verán nada de ti que no quieras mostrar. Te acuerdas como fue cuando Ort se conecto por primera vez a nivel empático en el “Velo” con nosotros dos, será igual, el contacto no será mayor.
-- Sabes Neshi, sobre Ort… he estado pensando en lo solo que se siente, en su desesperación, la última vez que le vimos, pude sentir su necesidad de contacto, de unión. Había pensado que quizás deberíamos unirnos a él aunque solo fuera una vez, creo que lo necesita desesperadamente para sobrevivir, el tiempo que tenga que seguir esperando. Su tristeza y su soledad son tan reales y tan tangibles que cuando las sentí pensé que las podría tocar. Creo que está al borde de su límite.
Le mire con los ojos de la mente, sintiendo todos sus sentimientos.
-- Si Zev tienes razón, creo que Ort está al borde de su límite. Estoy de acuerdo, si quieres antes de marcharnos del Clan hacia Denerim, podíamos viajar hacerle una visita, le podemos preguntar si desea o si quiere unirse a nosotros. Por mi parte no hay ningún problema, creo que en el fondo siento cariño por ese espíritu travieso que es Ort, no quisiera que le ocurriera nada malo. Creo que Ral ha terminado de formar el círculo y nos está esperando educadamente a que terminemos de hablar entre nosotros, para comenzar la unión.
-- Ya me he dado cuenta, que espere un segundo más.
Me beso mentalmente, su beso estaba cargado de delicadeza y ternura, cargado con todos sus sentimientos, que en mi mente eran más reales y tangibles, que el suelo en el que estaba sentada. Después de que el beso terminara le mire a los ojos y por unos pocos segundos me deje envolver en su alma. Si era cierto lo que había dicho Ral, si Zev moría yo no viviría mucho más tiempo que él. Nuestras almas necesitaban estar unidas, más allá de la vida o de la muerte.
Fue Yan quien nos devolvió a la realidad del momento.
-- ¿Vosotros queréis matarnos de envidia o algo por el estilo? – dijo riéndose – No es que estemos escuchando vuestra conversación, pero la energía que emana de vosotros es suficiente para hacernos a todos envidiosos y codiciaros.
Ral también se estaba riendo.
-- Ahora entiendo por qué Ort estaba tan tenso la última vez que le vi. Teniéndoos cerca lo extraño es que no insistiera en participar. Bueno cuando queráis podemos comenzar.
Al unisonó dijimos Zev y yo, riéndonos aunque estábamos algo sonrojados, como mínimo yo estaba sonrojada, Zev es de otra pasta.
-- Cuando queráis.
Ral miro a Varathorn y este asintió.
-- Bien comenzare a explicaros como se hace, ya que me imagino que nunca lo habéis hecho Neshi y Zevran. Lo lógico sería hacerlo estando todos desnudos, ya sabes porque Neshi. Necesitamos un contacto directo con la piel, para amplificar tu empatía, ya que somos demasiados para un solo empata. Normalmente estos círculos se hacían con varios empatas en el centro, pero solo nos quedas tu, por esa razón propongo lo de desnudarnos, cuanto mayor sea el contacto físico, mayor será la ampliación de la empatía y mayor la unión entre nosotros. Aunque me he dado cuenta que Neshi eres una empata muy potente, incluso más de lo que fue nunca tu padre, pero estas embarazada y no podemos ni debemos forzarte demasiado. Si no tenéis perjuicios contra la desnudez es preferible hacerlo de esa manera.
-- No correrá peligro el bebe o Neshi, ¿Verdad? – dijo Zev preocupado.
-- No Zevran, jamás pondríamos en peligro al bebe o a Neshi. – le respondió Ral.
-- En ese caso deberíamos poner patrullas de vigilancia por el perímetro del círculo, para evitar que se nos acerque algún animal o algún enemigo indeseado. – dijo mi madre, aunque me di cuenta que ella si tenía problemas con la desnudez, solo que no se atrevía a decirlo.
Me imagine que esa era otra de las siembras de Ian, ¿Cuántas mas encontraríamos a lo largo de los años que teníamos por delante? Nadie lo sabía, creo que incluso mi madre tampoco lo sabía.
Yan hablo en ese momento.
-- Mis guerreros Badarian ya están organizando esos grupos de vigilancia conjuntamente con tu Clan Custodia Marethari. No tenemos de que preocuparnos, nada llegara a alcanzar el circulo.
Mi madre asintió.
Nos comenzamos a quitar toda la ropa que teníamos puesta, sin movernos del lugar en que nos había colocado Ral. Cuando todos estábamos desnudos. Dio comenzó el ritual. Ral estaba aun de pie, recolocando a los demás elfos dentro del círculo para que tuviéramos mayor contacto físico entre nosotros, después se sentó y pego su cuerpo a los cuerpos que tenia a los lados, levanto las manos para tocarnos a Zev y a mí a la vez que los demás le imitaban.
A Zev lo había sentado justo detrás de mí, por lo tanto me apoyaba en él y él me abrazaba desde atrás. La intención era que su fuerza me sustentara, cuando estuviera cansada, aunque me apoyaba más por placer que por cansancio.
Cuando todos los elfos del círculo conectaron conmigo, sentí la empatía de Ral aunque débil unirse a la mía. Ayudándome y apoyando la amplificación de los sentimientos y emociones de los demás. Me hablo a nivel telepático, algo que solo Zev pudo oír.
-- Ahora Neshi debes ir uno por uno uniéndolos a ti, hasta que crees el circulo a nivel mental, hazlo tranquilamente. No tenemos prisa por terminar, si te cansas avísame y pararemos, no puedes agotarte, estas embarazada aunque aún no se te note, debes tener mucho cuidado. Todo el circulo debe fluir como si fuera el agua de un arrollo tranquilo. Cuando estés preparada comienza, Zev y yo estaremos pendientes de tu cansancio, así que a mi úneme al final.
No sabía cómo comenzar, pero recordé a una maga del circulo de hechiceros, que solía tejer tapices, como iba eligiendo los hilos según sus colores. Entonces siguiendo el mismo patrón que la había visto usar con los hilos de lana en el tapiz. Pensé en todos nosotros como hebras aun por tranzar para luego poder formar el tapiz, primero tenía que preparar los hilos para que después pudiera trenzarlos. Fui creando los hilos energéticos de cada uno de ellos y atrayéndolos uno por uno hacia el centro del tapiz.
Comencé con mi madre, lo primero que sentí de mi madre fue el rechazo profundo y el bloqueo que le provocaba la unión empática, intente suavizar mi toque con ella, hacerlo sutilmente para que no lo sintiera como una intromisión, sino como una visita de su hija. Pero volví a darme otra vez contra el muro que había creado para protegerse de la unión, no creo que ni ella fuera consciente de ese muro. Busque dentro de mi esencia, su propia esencia, si era mi madre debíamos tener esencias parecidas o familiares, algo que la ayudara a relajarse y aceptar la unión. Cuando lo había hecho con Zev, me había encontrado con un muro mucho más profundo y resistente, pero Zev me amaba demasiado para evitar unirse a mí, además Zev deseaba unirse a mí, también había seguido un camino que para Zev no era desconocido y en el que era un maestro. Tenía que encontrar ese camino en mi madre, pero desgraciadamente a ella no la conocía tan bien como a Zev, por triste que suene, casi era una desconocida para mí. Después de una larga búsqueda conseguí llegar a su esencia, con sutileza, sin brusquedades me uní a ella suavemente, envolviéndola en amor y cariño, intentado recordar las pocas cosas que había conseguido recordar durante mi unión con Zev. El problema era que mis recuerdos más arraigados eran de mi padre con ella y no quería hacerla daño, no quería recordarle recuerdos olvidados que solo la herían. Al final conseguí unirme a ella, gracias a su confianza en mí. Una vez que me había unido a ella, fue relativamente fácil sujetar un hilo energético que atraje hacia el comienzo del tapiz, que en realidad era yo misma, de momento lo deje pendiendo de mi, sin trenzar.
Después me deslice hacia Paivel suavemente, sentí su curiosidad ante mi toque mental, esa curiosidad tan parecida a la mía con respecto a la magia, no tuve que hacer grandes esfuerzos para unirlo a mí, ya que casi fue él quien se unió. No tenía ni una sola barrera, fue tocar su mente y que esta se abriera en el acto. Me recordó a una flor deseosa del toque del sol. Fue muy interesante darme cuenta que Paivel era totalmente de confianza, pues era claro y cristalino, tenia mal genio y muchísimos defectos que no encubría, pero todo en él era visible incluso aquellas cosas que le habían hecho daño o los momentos que añoraba. Tome su hilo energético y lo atraje, dejándolo junto al de mi madre, ya llegaría el momento del trenzado
Al lado de Paivel estaba Varathorn, por lo que pase a él rozando su mano, suavemente deslice la empatía hacia su persona, encontré que estaba reticente a unirse empáticamente, sentí demasiados recuerdos aun muy vivos de su compañera y de sus hijos, recuerdos añorados, no me pare en ellos, eso era algo personal en donde no debía meterme. Deje que fluyeran hasta conseguir conectar con su propia esencia, una esencia muy vieja, muchísimo, cargada de infinitos recuerdos, el elfo que tenia ante mi era mucho mayor que los dos mil años que yo había pensado en la reunión, aparte toda mi curiosidad sobre su longevidad y suavemente deje que mi esencia se uniera a la suya, en ese momento su mente se abrió, conectando con la mía. Su desconfianza cedió dejándome vía libre para extraer su hilo energético y poderlo dejar junto a los otros dos que ya había creado.
Una vez que había unido la hebra energética de Varathorn. Toque la mano de Yan, me deslice por su mente suavemente, encontrándome que no ponía ninguna resistencia, era invitada a la unión, no tuve que esforzarme para llegar a su esencia, como había pasado con Paivel, fue tocarla y conectar en el acto con su mente. Su esencia era casi tan vieja como la de Varathorn, pero mientras que la de Varathorn estaba cerrada y era muy reticente a la unión. La de Yan era firme como una roca, dura y fuerte, pero a la vez sensible y totalmente abierta, sin recovecos o sombras. Sentí sobretodo su soledad, que su deseo de conectar a nivel empático era más una búsqueda de compañero que un deseo momentáneo de unión. Era terrible pensar que había vivido muchísimos siglos y que todavía seguía en la búsqueda de la persona que estuviera destinada a él. Pero no había amargura en su mente, solo curiosidad y optimismo, sobretodo esperanza, esperanza de que al final encontraría a quien realmente llenara el hueco de su existencia. Con movimientos muy suaves fui tomando una hebra energética que atraje hacia las otras hebras que ya estaban esperando, la deje junto a las demás.
Después me deslice hacia Sarel que estaba justo al lado de Yan. Cogí los hilos energéticos mentales que partían de Sarel, para seguir el camino que llevaba a su esencia, sentí dolor, mucho dolor hacia muy poco tiempo de la muerte de su compañera, todo en el estaba demasiado reciente, deje que mi energía fluyera suavemente hasta que llegue a su esencia, no se abrió en el acto como había pasado con Paivel o Yan, sino que en cierta medida su dolor hacia que estuviera más reticente a la unión, por esa razón primero tuve que sanar sutilmente su esencia para después unirme a él. Como en los casos anteriores deje su hebra energética junto a las demás, a la espera de que las trenzara.
Mire a los ojos de Ral, el último de los elfos que estaban dentro del círculo, muchísimas cosas en él me eran profundamente familiares, cuando mi mente se deslizo por la suya, me sentí bienvenida, incluso en cierta forma conocía su mente, no me era ajena. Con mi madre me había costado conectar, su mente me rechazaba, pero si bien había sentido similitudes con respecto a la mía, también había grandes abismos que nos separaban. Pero con Ral, su mente traía a mi mente recuerdos, recuerdos olvidados de mi padre. Esto me desconcertó muchísimo, por lo que al final termine preguntándoselo a través de la mente. Sentí su respuesta que solo compartí con Zev que era el único unido a mí a ese nivel. Claro que su mente me era familiar, era mi tío, el hermano de mi padre, esto me dejo más que sorprendida, pero no había forma de preguntárselo por sentimientos o emociones, como me había contestado él, si usábamos palabras mi madre lo sabría, por alguna razón Ral no quiso decir quién era. Respete su silencio y me fui hacia su esencia para extraer el hilo con el que le uniría al círculo. Cuando mi esencia se encontró con la suya, me sentí arropada, protegida, mi mente viajo al pasado remoto de mi infancia, cuando aún vivía mi padre, eran esencias muy similares las de los dos hermanos, en mi mente aparecieron miles de preguntas, pero sentí su negativa hablar en ese momento, por lo que tuve que apartar mi curiosidad y dejarlo para otra ocasión. Me concentre en el trabajo que tenía que hacer, así distraería mi mente del millón de sensaciones que se acumulaban en ella, tome su hilo energético y lo coloque en el mismo lugar en el que estaban los otros.
Ya tenía los hilos de los miembros que formarían el circulo, lentamente fui trenzándolos entre sí formando un circulo, con todos los hilos entrelazados, según fui cerrando el círculo. Me llego una avalancha de sentimientos y emociones, que en un principio me aturdió. Es como si hubiera estado sorda durante un año y de pronto entrase en una plaza llena de personas y las oyera hablar, me ensordecían, hasta que conseguí bajar el volumen de las emociones y sentimientos, para dejar solo aquellos que realmente necesitábamos.
Después me volví hacia Zev, le había dejado el ultimo, primero porque nosotros siempre estábamos conectados, su esencia y mi esencia desde la unión era una, no necesitaba su hilo energético, pues era el mismo que el mío, pero en cierta manera no lo era, pues él tenía su propia forma y su propio color. Segundo porque sabía que Zev no quería ninguna intromisión de ellos en su pasado, lo respetaba totalmente, conmigo después de la experiencia en el “Velo” no tuvo jamás problemas de compartir nada, por terrible que fuera, pero ellos no eran yo y eso debía seguir así. Tome su hilo energético y lo trencé unido al mío, creando una sola hebra de energía, pero que en el fondo eran dos hebras. Suavemente con mucho amor y ternura conseguí que la trenza de las dos hebras quedara tan difuminada entre sí, que nadie podría diferenciarlas. Después las uní al resto de las hebras en el círculo, trenzándolas hasta que quedaron unidas, formando un pentagrama.
El circulo empático y telepático estaba formado. La unión había sido perfecta. Nadie podría dudar de lo que se dijera, ni de lo que se pensara, pues todos, sentiríamos los sentimientos y emociones detrás de cada palabra o cada pensamiento.
En ese momento sentí picazón en el tatuaje que tenia sobre la piel, levante la cabeza y por encima de nosotros estaba Nolalothkarahasam, la dragona celestial que habíamos encontrado entre los templos de la Urna de las cenizas. Sentí el asombro de todos los presentes, el miedo de mi madre, Paivel, Sarel, que no sabían quién era, así como el reconocimiento por parte de Ral, Yan, Varathorn, en el sentimiento no solo había conocimiento de quien era Nolalothkarahasam, sino también amistad y admiración.
Con su voz telepática nos dijo.
-- Ibais a empezar sin mí… que descortesía por vuestra parte. Es bueno ver que aun estáis bien Yan, Ral y Varathorn, hacía siglos que no sabía de vosotros. Me alegra ver que seguís dándoles guerra a los humanos. Aunque aquí faltan muchos de mis viejos amigos, me imagino que habrán desaparecido, si no…
Dijo Yan, suspirando al verla.
-- Algunos no han desaparecido por completo vieja Nolaloth, aun existen, Ort sigue vivo aunque haya renunciado a su cuerpo físico y su compañero del que no diré su nombre, ya sabes porque, aun sigue perdido en su cuerpo infectado, le estamos intentando salvar de la destruición y esto es una carrera contra el tiempo, pues ya sabes que está más cerca de la superficie de lo que los humanos piensan. ¿Has venido ayudarnos?
-- Vine en busca de Zev y de Neshi, con los que hice un pacto de unión y protección, según los viejos cánones que nos unían a elfos y dragones, pero ahora me encuentro que esto es mucho más grande de lo que podía imaginar. Por supuesto que os ayudare en todo lo que pueda. Además por el camino he visto en el cercado de las hallas, que tenéis uno de los caballos primigenios, aquellos que estaban unidos a vosotros a nivel espiritual, mucho antes de que los humanos bajaran de los arboles.
-- No puede ser verdad que aun hayan caballos primigenios, – dijo Varathorn - hace más de dos mil quinientos años que no he visto ninguno. ¿Quién lo trajo?
-- Nuestros amigos Zev y Neshi, habría que preguntarles donde lo encontraron. Creo que hay muchas fuerzas mágicas reunidas en torno a ellos, no solo son especiales, sino que son el principio de algo mucho más grande, esperemos que sea vuestro renacer como pueblo.
-- Pero traer al caballo primigenio, él no puede quedar excluido de la reunión.
Dijo Ral, antes de que sintiéramos un relincho a nuestras espaldas y el caballo estuviera allí, por su propia iniciativa. Después todo ocurrió mágicamente, Nolaloth (lo llamare así porque es más corto) formo un circulo encima nuestro del que salió una hebra mágica, que se unió a otra que venía del caballo, después estas dos hebras se unieron al tapiz del pentagrama que había creado, difuminándose con las nuestras, a partir de ese momento sentí los sentimientos y emociones, pensamientos de Nolaloth y del caballo. Por increíble que me pudiera parecer el caballo tenía sus propios pensamientos y sus propias palabras.
Se acerco a la dragona y se acostó a su lado, después comenzamos a escuchar su voz mental, eran más pensamientos que palabras, pero no había dudas en lo que decía, aunque no usara palabras todos lo entendíamos como si las usara. Dijo.
-- Hace tres años una profetisa de nuestra isla pérdida, me hablo de la importancia que tenían dos elfos, que llegarían hasta el umbral que los humanos llaman Risco Rojo. Me dijo que con el tiempo me necesitarían, que debía estar ahí para ellos, me dijo que eligiera a otro caballo para viajar por tierras humanas hasta que los encontráramos, si es que no quería ir yo mismo. Pero tome la decisión de ser yo quien les ayudara, por esa razón fui hasta Risco Rojo y esos tontos humanos pensaron que podían darme como un regalo para sus señores Arls. Montarme como a un vulgar caballo. Había perdido la esperanza de encontrarlos cuando me encerraron en aquel establo, ya que no veía la forma de poder escapar y ser libre para buscarlos. Cuando hace unos pocos días, los vi entrar en el establo, no podía creer que hubiera tenido tanta suerte. Después fue fácil caerle bien a Neshi y que ella me sacara del establo humano. Para los que no me conocéis mi nombre es Shay, para los viejos amigos mi amistad y mi alegría de volveros a ver.
Nolalothkarahasam se sintió en el deber de presentarse a los demás que no lo conocían.
-- Que tonta soy, no me di cuenta que aquí hay elfos que no conocen mi nombre. Una gran descortesía por mi parte, solo espero que me sepáis disculpar he estado muy ocupada últimamente. Mi nombre es Nolalothkarahasam, aunque podéis llamarme Nolaloth, es más corto y además es por el que mis amigos me conocen. Cuando queráis podemos comenzar la reunión.
Vi como todos los demás asentían. Por esa razón Ral dio comienzo a la reunión.
La reunión…

Capitulo 40

Neshama una bruja diferente 38


Capitulo 38

El amanecer nos encontró en el patio del Castillo de Risco Rojo, viendo como se preparaba la comitiva que saldría hacia Denerim. Nunca había presenciado algo tan penosamente lento y tan endiabladamente ritualista, pensé que si íbamos a tener que cargar con todas esas carrozas, gentes y cacharros podríamos tardar varias semanas en llegar a Denerim.
Ahí se me ocurrió la idea, podía decir que ya que el sequito tardaría más de una semana en alcanzar la puerta de Denerim, nosotros teníamos que realizar una última comprobación con el ejercito Dalishano que nos esperaba en el bosque de Brazilia, que no tardaríamos ni cuatro días en alcanzar, por lo que cuando el sequito llegara a las puertas, les estaríamos esperando. Era una excelente escusa para no tener que viajar con el sequito del Arl de Risco Rojo y a la vez poder adelantar trabajo, trabajo que había quedado pendiente cuando tuvimos que asaltar el fuerte Drakon, para rescatar a Alistair, Morrigan y Sten.
Pensé en hablar con el Arl Eammon pero la verdad es que no me fiaba ni un poquito de él, por lo tanto fui hablar con Bann Teagan, hasta ahora no había mentido, nunca se sabía, pero había sido de los humanos más legales que había conocido. Por lo que me fui hablar con él.
-- Bann Teagan, disculpadme pero el sequito del Arl va a tardar demasiado en ponerse en camino, ¿no es así?
-- Si, así es, desgraciadamente mi hermano ha decidido ir con todo el sequito de su jerarquía, mucho me temo que si tardaremos bastante en llegar a Denerim. Aunque comprendo sus razones, no comparto su amor por la ostentación, pero no he conseguido persuadirlo de que viajáramos libres de todo el sequito, a caballo podríamos estar en Denerim en dos días, pero así es difícil bajar de una semana y media o dos semanas para llegar a Denerim.
-- Comprendo. He pensado, que todavía tenemos que comprobar el número de cazadores que los elfos Dalishanos han conseguido reunir, y hacer algunas cosas que tuvimos que dejar, cuando nos enteramos de que Alistair, Morrigan y Sten estaban prisioneros en el fuerte Drakon. Por esa razón había pensado que adelantaríamos tiempo, si Fenarel, Zevran y yo nos adelantamos a la comitiva, comprobamos el estado de nuestras fuerzas Dalishanas y os esperamos en la puerta de Denerim. Nosotros solos podríamos llegar al Bosque de Brazilia en cuatro o cinco días, hacer todas las comprobaciones y partir a Denerim, llegaríamos antes que vosotros lleguéis a la puerta de Denerim.
-- ¿Por qué no te quieres llevar a Alistair?
-- ¿Te digo la verdad o quieres la respuesta diplomática? Es que no son iguales.
-- Siempre prefiero la verdad por dura que sea.
-- La verdad es que tengo pavor a las meteduras de pata de Alistair, no sabe mantener la boca cerrada cuando debe. Si bien con vosotros se comporta de una manera muy humilde, no es su comportamiento normal, cuando esta ante gente que él considera inferior, se crece y se comporta de una manera petulante Si dice cualquier impertinencia a los elfos Dalishanos estos nos pueden mandar de pastar y nos quedaríamos sin su gente en el ejercito, créeme los necesitaremos.
-- Comprendo. Cada vez me gusta menos Alistair como Rey.
-- En eso estamos los dos de acuerdo, no sabe cómo dirigir un pequeño grupo, no sé cómo va a dirigir una nación como rey. Morrigan, Oghren y Sten se quedaran con vosotros, por si surgen problemas siempre pueden ayudar. Fenarel, Zevran y yo estamos acostumbrados a viajar juntos, podemos mantener una marcha más rápida.
-- Os podemos dejar caballos, para que no tengáis que caminar tanto e iréis bastante más rápido.
-- No es mala idea, solo que yo… jamás he montado un caballo, no sé ni cómo un caballo podrá responder ante mí. En el círculo de hechiceros no nos daban clases de equitación. – sonreí intentando quitarle importancia, la verdad es que me imaginaba que Fenarel tampoco sabía montar, pero prefería no tener que poner en evidencia a Fenarel. Hasta ahora nadie había preguntado por él o por que iba con nosotros y esperaba que quedara así.
-- Es una sugerencia, veis al establo hay varios que son bastante dóciles y fáciles de montar, la mayoría de esos caballos me pertenecen, así que elegir los que mejor se adapten a vuestras necesidades. No creo que os vayan a dar problemas.
-- Bien hare todos los preparativos y saldremos de inmediato. Te avisare antes de partir, gracias por todo.
-- Que así sea, nos veremos en las puertas de Denerim.
Me marche a buscar a todo el grupo, que estaba reunido en un salón del Castillo a la espera de que nos dijeran cuando todo estaba listo para partir. Alistair estaba en el centro del salón dando órdenes como si fuera un general, al entrar me lo quede mirando atónita, se ve que ya se había recobrado de la parálisis que le aquejo cuando se dio cuenta que cerca estaba de morir. Pues no estaba todavía a salvo, si lo creía es que era más idiota de lo que yo siempre pensé. Le estaba diciendo a Fenarel que le trajera no se qué cosas de la cocina, me lo quede mirando con una sonrisa a medio ironía medio cinismo y le dije.
-- Fenarel ven, tú no tienes que hacer de criado para este estúpido humano. ¿Qué ocurre Alistair, te has quedado sin piernas para poder ir a buscarte cualquier comida a la cocina? ¿O es que no te llegan con los sirvientes humanos del Arl Eammon, que necesitas utilizar a uno de tus compañeros como criado?
Me respondió Fenarel.
-- No importa Neshi, no me molesta.
-- Puede que a ti no te moleste, - le sonreí - pero a mí si me molesta, eres uno más en el grupo, no el criado particular de este idiota. – señale a Alistair.
-- Neshama… pensé… que… que estarías con el sequito del Arl Eammon.
-- Ya, ¿Por eso estabas usando a Fenarel como sirvientes?
-- Él no es un guerrero – dice señalando a Fenarel – ¿Qué otra función tiene más que servirme? Voy a ser el rey de Feraldan.
-- Alistair eres imbécil, no hay otro calificativo para ti. Todavía NO eres rey de nada, segundo Fenarel no está aquí para ser tu criado, tercero tú tienes más que unas buenas piernas para ir a buscarte lo que quieras o necesites.
En ese momento oí la voz tronadora de Sten.
-- Alistair, Fenarel es mejor guerrero de lo que tú serás nunca y también mejor persona.
Me había dado cuenta que según pasaba el tiempo la tensión entre Sten y Alistair había ido creciendo. Sten es muy buena gente, pero su educación fue estricta hasta un punto, que a cualquier otro ser nacido en otra cultura, nos puede parecer inhumana, pero no es así, a diferencia de los enanos que cultivan la crueldad como una forma de vida, los qunaris son muy estrictos pero sin llegar a la crueldad de los enanos. Tenía que intentar que Sten no terminara por matar a Alistair, ya que cada vez lo consideraba más estúpido y eso en la cultura de Sten era igual que firmar tu sentencia de muerte.
Escuche a Oghren hablar.
-- Es un amante de hombres ese elfo, de que más sirve, sino como criado.
Zevran se tenso detrás de mí. Dije.
-- ¿Oghren ser un amante de hombres, te impide ser un buen guerrero o te inhabilita como un buen guerrero? Por qué creo que de todos los presentes, tú eres el menos indicado para hablar. Has olvidado ya por que Branka te dejo en Orzammar o tengo que decirlo en voz alta.
Fue Sten el que cerró totalmente la discusión. Se levanto de la silla en la que estaba y le dio su espada a Fenarel, su espada. Morrigan y Zev me miraron, yo mire a Fenarel que en ese momento se levanto y cogiendo la espada de Sten y se puso en posición de atacar. No daba crédito a que en poco más de tres meses Sten hubiera conseguido entrenarlo hasta el punto de que fuera capaz de levantar y no solo levantar, sino luchar con la espada que era casi tan grande como él. Volví a escuchar la voz de Sten en ese momento.
-- Alistair ponte en guardia, veamos cual de los dos es mejor guerrero, así se te terminaran todas las excusas.
-- No tengo por qué luchar con ese criado.
Sten le dijo con muchísimo desprecio.
-- Dices que no tienes por qué luchar con un criado o es porque eres demasiado cobarde para luchar con un guerrero. Ante el Qun tú serias el criado y él el rey. Que así sea humano.
Le cogió la espada a Fenarel y le dijo.
-- Muy bien hecho muchacho, todavía te queda mucho que aprender, pero eres un buen guerrero.
Me di cuenta que Fenarel se había sonrojado, así que también era tímido, sonreí para mí. Conseguir ganar un elogio de Sten, era la cosa más difícil que alguien podía lograr y él lo había conseguido. Después dije.
-- Ahora que ya hemos aclarado las cosas, ha llegado el momento de que diga lo que vine a comunicaros. Morrigan y Sten, os quedáis para vigilar a Alistair, ante cualquier tontería ya sabéis lo que tenéis que hacer, Oghren te quedas también para ayudar en la comitiva del Arl de Risco Rojo, no vaya a ser que entre los elfos te pervirtamos. Zevran, Fenarel y yo nos vamos antes. Tenemos que pasar por el Bosque de Brazilia para comprobar los refuerzos que los elfos Dalishanos han conseguido reunir. Os alcanzaremos antes de que lleguéis a las puertas de Denerim, ya que el tiempo que tardareis en llegar será mucho mayor que el nuestro.
-- Los tres solos a saber lo que vais hacer. – dijo Alistair
-- Una orgia Alistair… pero no queremos a templarios tontos con nosotros. – Alistair guardo silencio ante la mirada que le echamos todos -¿Alguna pregunta Morrigan y Sten?
-- No ninguna.
Me di cuenta que Morrigan y Sten habían intercambiado miradas, no querían que los separara, esa pareja resultaba realmente extraña cuanto menos, pero bien por ellos.
-- Fenarel por favor, recoge tu mochila y partamos a los establos. Bann Teagan nos va a prestar unos caballos para que viajemos más rápido. Aunque yo no sé montar a caballo. ¿Fenarel tu sabes montar a caballo?
-- No, no sé. Nunca he visto un caballo, ya sabes que en Denerim están prohibidos.
-- Pues habrá que ver si podemos montar, sino tendremos que ir a pie. Zev tu si sabes ¿verdad?
-- Si, puedo ayudaros, prefiero viajar a caballo que a pie. Aunque ya casi me había acostumbrado a caminar.
Asentí a Zev y camine hacia donde estaban Morrigan y Sten, en un susurro les dije.
-- No dejéis a Alistair solo, intentara cobrarse venganza por los “agravios” que le hemos infringido y el Arl Eammon es su custodio, por esa razón tener cuidado, no os fieis de nadie, quizás el único digno de confianza sea Bann Teagan pero no os lo puedo asegurar.
-- No te preocupes, nos encargaremos de que Alistair no dice idioteces. – me dijo Morrigan.
Recogimos las mochilas y partimos hacia los establos, donde nos estaba esperando uno de los cuidadores de los caballos, nos mostro los caballos que tenían y los que eran más dóciles. Pero hubo uno que a mí me encanto, nada más entrar en el establo, sentí su inteligencia y su personalidad. Era un caballo negro azabache, precioso, nunca había visto un caballo igual, claro que tampoco había visto muchos caballos. Yo como Fenarel no estaba muy acostumbrada a ver mundo, aunque después de conocer la vida que había llevado Fenarel, la mía me pareció un paraíso, en mi jaula de oro como mínimo tuve muchos mundos que recorrer, aunque fueran solo de papel, él no tuvo ni eso.
Me acerque al caballo lentamente, antes de ver al cuidador de caballos negar con la cabeza, cuando lo vi ya era tarde, estaba pegada al caballo, este se movió hasta quedar a mi lado, bajo la cabeza para rozarse contra mi mano, le acaricie lentamente dándole tiempo para ver mis movimientos, una cosa buena que había leído en los montones de libros, era que los caballos eran animales muy fáciles de asustar, por eso intente que todos mis movimientos fueran visibles para el caballo. Hasta que el cuidador dijo.
-- Señorita mucho me temo que ese caballo no lo puede montar.
-- Disculpe, no sabía que pertenecía a alguien, que no fuera Bann Teagan.
-- No pertenece a nadie. Ese caballo es indomesticable, nadie ha conseguido estar cerca de él nunca, es la primera vez y la primera persona que veo que se ha acercado a ella. Incluso nosotros no podemos limpiar su establo si esta él presente, nos patea y muerde.
-- Pues a mí me da la impresión de ser muy amable, aunque yo tampoco se mucho de caballos, quizás por eso le he caído bien. Si es así lo dejare tranquilo, no tiene por qué ser domesticado sino lo desea.
Cuando me iba a marchar de su establo, me cogió del borde del guante de cuero que llevaba y me tiro hacia él, suavemente pero firme. Le mire a los ojos y puse mi mano sobre su cabeza, abrí por un instante insignificante mi empatía y deje que conectara con el caballo. Sentí su confianza hacia mí, era extraño, pero supe que si quería montarlo se dejaría, por alguna razón no quería seguir preso en el establo, asentí mentalmente, es difícil interpretar los pensamientos y emociones de los animales. Cogí una manta que había junto a otro establo, se la puse encima sujetándola con una correa, después cogí las bridas y con cuidado, preguntándome si realmente era lo que quería, pero no dejaba de sentir su consentimiento y su aprobación a lo que estaba haciendo, después me sujete fuerte y salte encima de su grupa, ni se movió. El cuidador no daba crédito a sus ojos, su cara reflejaba su sorpresa.
-- ¿De dónde viene este caballo?
-- No lo sé, ese caballo apareció en el pueblo de Risco Rojo hará unos dos años, nadie sabe de dónde vino o como llego hasta aquí, ni quien fue su anterior dueño, si es que tuvo alguno. Se lo encontraron algunos aldeanos que lo trajeron pensando que Bann Teagan le gustaría un caballo tan hermoso, pero nunca nadie ha sido capaz de domesticarlo ni tan siquiera de acercársele, mucho menos lo que tu terminas de hacer.
-- Así que si me lo llevo nadie le echara en falta, ¿verdad?
-- Pues no, pero tú misma has dicho que nunca has montado un caballo y este no es un caballo domado tan siquiera.
-- Sera que le ha gustado mi perfume y a mí me parece muy amable. No creo que nos vaya a dar ningún problema.
El cuidador asintió, a él le daba igual el caballo que quisiera llevarme y si se podía alejar de este, que siempre le había odiado especialmente, pues mejor que mejor.
La empatía es extraña, solo la había liberado un momento para comunicarme con el caballo, pero había sentido a todos los que estábamos en el establo, a Zev siempre le sentía, aunque no la liberara, nuestro vinculo nunca se cerraba. Pero al cuidador de caballos no lo hubiera podido sentir, ni a Fenarel si no la hubiera liberado un segundo. Por eso también supe que a Fenarel le daban miedo los caballos que veía, mi vinculo con el caballo aun no se había desvanecido, por lo que le pregunte si podría llevarnos a Fenarel y a mi juntos, sentí su consentimiento y su afirmación.
-- Fenarel si quieres puedes ir conmigo en el caballo, creo que mi negrito tiene fuerza para llevarnos a los dos.
-- Eso es una locura – dijo el cuidador – no sé ni cómo se ha dejado poner la manta y montarlo por ti, pero dudo mucho que deje que el otro elfo se suba.
Vi a Zev que ya había elegido otro caballo de color oro rojo, se ponía junto a mí.
-- Señor, creo que a este caballo lo que no le gusta es el olor de los humanos – sonreí con toda la malicia posible – Estoy segura que Fenarel se puede subir conmigo y que no se espantara, ni se enfadara. Es más para demostrárselo – le quite las riendas y se las di – no las necesito, ven Fenarel dame la mano.
Me adelante con el caballo hasta donde estaba Fenarel y le di la mano para subirlo, después de que se hubiera colocado detrás de mí, me agarre a la melena de la grupa y el caballo camino tranquilamente sin el más mínimo titubeo. Dejamos atrás al cuidador con la boca abierta y las riendas de mi caballo en sus manos. Después antes de atravesar el puente elevadizo del castillo, vi a Bann Teagan que estaba organizando toda la comitiva que el Arl llevaría consigo, me acerque y en su semblante no podría caber mayor asombro al ver el caballo que montaba.
-- ¿Neshama te llevaras ese caballo?
-- Si así es, creo que se ha convertido en mi amigo.
-- Me alegro por él, siempre me sentí mal porque nunca fui capaz de enseñarle ni lo más mínimo, pensé que no encontraría nunca un jinete que fuera capaz de domesticarlo. Partes ya hacia el Bosque de Brazilia.
-- Si así es. Espero que tengan buen viaje, nos vemos en la puerta de Denerim dentro de una semana y media.
-- Esperemos que para entonces el Arl haya decidido que ropajes se lleva.
-- Esperemos que así sea, la Ruina no va a esperarnos eternamente, espero que sea consciente de ello. Cada día avanza más de prisa, en cualquier momento puede salir el Archidemonio a la superficie y en ese instante se nos habrá terminado el tiempo.
-- El Arl Eammon también lo sabe, tranquila allí estaremos.
Me gire hacia el puente y lo atravesamos al trote, después de que habíamos dejado el pueblo de Risco Rojo atrás, bajamos la velocidad al paso rápido pero relajado. No llevábamos prisa además no quería que se cansaran los caballos. Zev se puso a mi lado con el otro caballo, parecía que cuando iban a trote o galope, el caballo que yo llevaba siempre iba en cabeza, era como si el otro caballo solo le siguiera. Le sonreí a Zev y le dije.
-- Por una vez creo que toda la petulancia humana y toda la ostentación nos ha venido de perlas, para poder dejarlos atrás.
-- Y hemos ganado algo – me sonríe pícaramente – no tenemos que ir a pie, por lo que será un viaje mucho más descansado. ¿Qué paso en el establo?
-- ¿No lo oíste?
-- Sentí algo del caballo pero no entendí nada.
-- Entender los pensamientos de los animales es mucho más difícil que el de las personas. Son normalmente sentimientos, no palabras. No sé por qué razón tiene miedo de los humanos, se siente incomodo entre ellos, por eso no se dejaba montar. Pero ya has visto que no ha puesto ninguna pega a que lo montemos Fenarel ni yo.
Me sonríe Zev y me dice.
-- Si ya lo veo, pero preferiría ser yo quien fuera detrás de ti.
-- ¿Celoso Zev? – le guiñe un ojo sonriendole - Si no tuviera miedo Fenarel a mi no me importaría que fuera al revés. ¿Fenarel vas bien o prefieres probar a subir tu solo al otro caballo?
-- Si no queda más remedio, iré solo en el otro caballo. – dice Fenarel algo asustado.
Entonces siento que se ríe Zev.
-- No Fenarel no es necesario que cambies de caballo, aunque tengo la impresión de que Neshi tampoco esta guiando al caballo, solo le está hablando telepáticamente, creo que ella también tendría problemas si no fuera por su empatía.
-- Si gracias cariñin por descubrirme. Cierto si no fuera por la empatía tendría problemas, jamás me he subido a un caballo. Pero este es especial lo presiento, no es solo un caballo mas, hay algo en él que lo hace único.
-- La verdad es que algunas veces conseguís que me pierda – dice Fenarel – ¿Qué es la empatía?
-- Fenarel te acuerdas cuando nos conocimos, recuerdas lo asustado que estuviste cuando Neshi te dijo exactamente los sentimientos que tenias en ese momento, ¿lo recuerdas?
-- Si me acuerdo… tú dijiste que Neshi era especial, que sentía lo que nosotros sentíamos.
-- Eso es parte de la empatía – le dije – como cuando estamos en batallas, no te has preguntado ¿cómo se cuando te han herido, antes de que tú mismo te des cuenta?
-- Pensé que era cosa de tu magia.
-- No Fenarel, no es cosa de mi magia, ni es algo mágico, pues ningún humano la tiene, y según me han dicho hacia muchos siglos que tampoco había nacido nadie con ese don dentro del pueblo elfo, que durante muchos años a mi me pareció más una maldición que un don. Nadie debe saberlo jamás, los humanos piensan que es un don que ha desaparecido, como la inmortalidad, y así deben seguir pensando. Viajamos hacia el Bosque de Brazilia, pero no al clan con el que firmamos el tratado de los guardias grises, sino a ver al clan de mi madre.
-- Al clan de tu madre. ¿Tú eres Dalishana?
-- Si, naci entre los elfos Dalishanos, pero a la edad de 4 años los templarios me raptaron y estuve encerrada en la Torre de los Hechiceros durante más de 20 años. Hasta que me recluto Duncan un humano guardia gris que me salvo la vida al reclutarme. Hasta ahora es el único humano decente que me he encontrado, fuera de la torre.
Íbamos caminando por el camino principal, el que iba directo hacia Denerim, apenas se veían viajantes o caravanas en esta parte del país, que ya básicamente estaba asolada por las hordas de engendros tenebrosos. Pero de momento en el camino no los había sentido, aun así iba totalmente pendiente de que pudieran salir a nuestro encuentro. Fenarel se había quedado en silencio pensativo, Zev iba a mi lado mirándome de vez en cuando, siempre lo hacía, aunque fuéramos los dos solos, era un viejo juego que había comenzado cuando lo conocí pero a los dos nos agradaba, yo miraba para otro lado y sabía que Zev me seguía con la mirada. Si hubiera querido que fuera en el lugar de Fenarel, pero este no estaba habituado a los caballos, la situación en el camino ya era de por si peligrosa, no podía dejarlo ir solo en el otro caballo, por si teníamos que correr, él no sería capaz de mantenerse agarrado al caballo. Las mochilas las habíamos atado y colgado del cuello del caballo de Zev, que iba más descansado al llevarle a él solo. Estaba perdida en mis pensamientos cuando sentí la voz de Fenarel.
-- ¿Por qué los humanos son tan crueles con nosotros y porque nos tratan así?
-- No son solo los humanos – le dice Zev – ese es el verdadero problema, es que también hay muchos elfos que tratan mal a otros elfos.
-- Si cierto, pero por algún lado tiene que llegar un cambio para la mayoría de nosotros, ¿no crees Zev? – le dije a Zev.
-- Tienes razón Neshi, pero…
-- Se amorcito, tranquilo, no voy a emprender una revolución elfica cuando termine la Ruina, aunque no sería mala idea, pero para entonces tendremos problemas más gordos que solucionar.
-- Tendremos problemas más gordos, ¿Cuáles? Ahora mismo estamos ahogados en problemas, no veo cual puede ser más gordo.
-- Tranquilo Fenarel todo a su tiempo, cuando llegue el momento de esos puentes los cruzaremos, no te preocupes.
Seguimos hablando durante un rato, mientras viajábamos, así recorrimos la distancia que nos separaba del Bosque de Brazilia en dos días y medio. Al atardecer del tercer día llegamos al claro donde había quedado con mi madre, para nuestra sorpresa había vuelto todo el clan, incluso vi miembros del clan de Zathrian, algo que me sorprendió.
Cuando entramos por el camino, nos divisaron los cazadores de guardia, solo nos saludaron con las manos y seguimos avanzando hasta encontrar el Aravel de mi madre, que estaba apartado junto con otros 5 Araveles más.
Desmontamos y le quite la manta al caballo negro, hasta ahora no sabía cómo llamarlo, tendría que ponerle nombre, pues me había dado cuenta que él no pensaba volver jamás a los establos humanos. Cuando pensé que quizás al dejarlo libre se fuera, me llego la negativa del caballo, él quería permanecer conmigo, que así fuera. Zev estaba haciendo lo mismo con el otro caballo.
Aunque sinceramente no sabía que pasaría, aun estaba la incógnita de nuestra fuga después de que consiguiéramos vencer al compañero de Ort. Pues debíamos de haber comprado el barco la vez anterior que estuvimos en Denerim, pero tuvimos que decidirnos entre comprar el barco y preparar nuestra fuga o salvar la vida de Morrigan, Sten y el idiota de Alistair, habíamos terminado por salvarlos y perder la ocasión de comprar el barco. De toda aquella historia había salido algo bueno, conseguimos llevarnos a Fenarel del burdel donde lo habían esclavizado desde niño.
Una vez terminamos de dejar a los caballos acomodados para pasar el tiempo que estuviéramos en el campamento de mi madre, entramos en su Aravel. Mi madre se levanto y nos abrazo a Zev y a mí. Después nos invito a sentarnos, no dejaba de mirar a Fenarel.
-- Da’len me alegro de volveros a ver. Los dos estáis más delgados, ¿es que no coméis?
-- Si que comemos – dijo Zev sonriendo – de verdad que la cuido.
-- Si mama nos cuidados mutuamente, no tienes de que preocuparte, - me reí, nunca había pensado que ver a mi madre después de algún tiempo, fuera algo tan reconfortante, pero así fue – mama te presento a Fenarel, Fenarel te presento a la Custodia Marethari mi madre. Es nuestro nuevo amigo, esta algo nervioso es la primera vez que se encuentra con un clan Dalishano, así que darle tiempo.
-- Es un placer tenerte entre nosotros Fenarel, estás en tu casa. Habéis llegado justo a tiempo, hace apenas un día que llegamos y después han venido miembros del Clan de Zathrian, encabezados por el artesano Varathorn, que ya conocisteis cuando estuvisteis con el Clan de Zathrian. Han pedido una reunión con nuestro clan.
-- Mierda pretenden que vayáis a la guerra con ellos, ¿no es así?
En ese momento entro Merrill y me contesto.
-- No exactamente.
-- ¿Pero por qué habéis vuelto todo el clan? – la dije mientras me giraba hacia ella. – pensé que solo vendría mi madre con la gente del clan que se fuera a unir a nosotros, no todo el clan.
Fue mi madre quien me contesto.
-- No Neshi, esto ha sido la decisión de todo el clan. Ninguno de nosotros quería quedarse atrás, ira todo el clan a vuestro lado, vayáis a donde vayáis. Pero antes de que nos reunamos todos para discutir la forma de conseguir vuestra fuga, una vez el compañero de Ort sea vencido. Y la manera en que pasaremos los próximos 20 años, tenemos que escuchar a Varathorn y su gente, pues sinceramente creo que han venido ayudarnos. Pero no podría decírtelo, por lo que no adelantemos acontecimientos.
Mire a Zev aprensivamente, Zev se acerco a mí y me tomo de la mano, el contacto entre nosotros siempre consiguió tranquilizarnos. No me gustaba que hubiera tanta gente involucrada, me daba miedo, la verdad. Un secreto deja de ser secreto cuando hay más de uno que lo sabe. Pero tendría que escucharlos, al fin y al cabo, ellos llevaban más de cuatro siglos luchando por nuestra libertad, se merecían que se les tuviera en consideración.
-- ¿Para cuando está prevista la reunión de los dos clanes? – pregunto Zev.
-- La verdad es que os estábamos esperando a que llegarais, ahora que ya estáis aquí, pues me imagino que como muy tarde mañana por la mañana seria buen momento de comenzarla, si os parece bien.
-- Si por mí es buen momento cuando creáis oportuno hacerla. Me imagino que no les has dicho realmente de que se trata, ¿no mama?
-- No, pensé como tú, que también se debía a la próxima guerra con la Ruina, pero Merrill fue hablar con Varathorn y este le dijo que lo aclararía cuando llegarais y que su motivo erais vosotros, como ninguno de nuestro clan sabía si habíais dicho algo a Varathorn, nos mantuvimos en silencio a la espera.
-- Bien pues mañana saldremos de dudas entonces.
-- Pero Neshi y Zev tenéis que comer y descansar, que los dos tenéis mala cara. – Le sonrió a Fenarel – Y me imagino que en ti no son naturales esas ojeras que tienes, así que tu también deberías comer y descansar hasta mañana, aquí no tienes nada que temer.
Merrill le sonrió y después le dijo.
-- Fenarel ellos tienen su propio Aravel, pero si no te importa compartir el Aravel con los otros cazadores solteros, puedes pasar la noche con ellos, así los conocerás.
Fenarel le sonrió con cierta timidez, me había dado cuenta que era bastante tímido a pesar de la vida que había llevado. Cuando no conocía a la gente con la que estaba, le costaba mucho trabajo ser extrovertido. Me imagine que siempre tenía miedo de que alguien descubriera lo que había sido y se aprovechara de su pasado, pero eso no le iba a ocurrir aquí. Fue Zev quien hablo en un susurro que solo nosotros tres escuchamos.
-- Fenarel si quieres puedes dormir en nuestro Aravel, si así te encuentras más cómodo, pero si quieres ir con los cazadores, quizás conozcas a alguien especial, nunca se sabe en qué lugar del camino está la suerte. Tú decides. – le guiño el ojo, sin que Merrill o mi madre lo vieran. – nosotros estaremos cerca de todas maneras, por si te sientes incomodo.
Fenarel nos sonrió y asintió a Merrill, saliendo con ella del Aravel de mi madre. Después nosotros nos retiramos a cenar y a dormir a nuestro Aravel.
Zev me miro picaronamente y le devolví la mirada, había seguido la misma línea de pensamiento que él.
Por fin íbamos a tener una noche en solitario, sin templarios, ni miembros de la capilla cerca, por lo que tendríamos libertad para disfrutar el tiempo que tuviéramos juntos. Hacía más de tres meses que no habíamos podido unirnos, porque cada vez que lo hacíamos, mi empatía se liberaba de una forma muy ruidosa, por esa razón desde el momento en que liberamos a Alistair, no habíamos podido hacer el amor, ni unirnos más allá de un pequeño contacto, que no llamara su atención. Le echaba de menos y él a mí. Pero esta noche seria nuestra en todos los sentidos.