Capitulo 3
Les da la espalda y se vuelve agachar a mi lado para desatarme, lo hace con delicadeza intentando no tocar mis heridas. Cuando me da la mano para levantarme me doy cuenta que se ha ruborizado profundamente, casi siento ganas de arrastrarla contra mi, pero evito la tentación es posible que no se lo tomara muy bien o quizás si, pero mejor no probar suerte, ya la he tentado demasiado este ultimo tiempo. En su lugar le acaricio la mano antes de que la retire, algo que hace al instante y nos da la espalda, muy posiblemente para ocultar a sus otros compañeros que se ha ruborizado.
Nos indica que la sigamos, no se si querrá acercarse más a Denerim o simplemente esta dándose tiempo para pensar. Al cabo de unas dos horas se detiene y dice de buscar un buen lugar donde poder montar un campamento, ya que estamos cerca de Denerim.
Encontramos un lugar bastante recogido y no muy lejos del camino principal lo que lo hace sumamente apropiado. Después de una hora o algo así, terminamos de montar el campamento. Tzvi sin hablar con nadie, anuncia que hará la primera guardia y coge un poco de pan y queso de una cesta y se va lejos a las afueras del campamento.
Esta claro que tiene ganas de estar sola, así que la sigo desde lejos y la observo mientras pienso en nuestro extraño encuentro. Esta mañana estaba convencido que iba a morir, pero después de conocer a Tzvi, no se que pensar, siento atracción hacia ella, pero posiblemente no sea mas que lujuria, la verdad es que es hermosa y peligrosa, dos componentes que normalmente suelen atraerme. Pero ella es extraña, muy extraña, durante las preguntas estaba radiante de felicidad, parecía que estaba feliz, tranquila, relajada, pero cuando se ha roto el encanto que nos separaba del resto del grupo, ha vuelto a un sombrío rostro, no la he vuelto a ver sonreír durante todo el camino y eso que he ido a su lado todo el rato.
Perdido en mis pensamientos llego casi hasta donde esta ella, me doy cuenta que me ha visto, por lo que decido sentarme a su lado, la sonrió y guardo silencio.
En la oscuridad observo su rostro, mi vista es mas sensible que la de un humano, por lo que puedo ver sus facciones en medio de la oscuridad, esta seria, tensa y realmente triste, toda la luminosa felicidad que vi en su cara ha desaparecido, solo quedan las sombras, me gustaría volver a ver ese semblante que me mostró al principio, aunque mi vida colgara de un hilo.
Intenta hacer que no me mira, pero me doy cuenta que cada poco tiempo sus ojos buscan los míos, entonces decido que quizás pueda conseguir hacerla reír, por lo que comienzo hablarle de historias que escuche en mis viajes y cosas de tabernas, temas totalmente intranscendentes pero que la hacen sonreír y en parte la aligeran de la carga de sus pensamientos.
Después la pregunto, si quiere que yo haga la próxima guardia, no estoy seguro si confía lo suficientemente en mi como para dejarme hacerla, pero para mi sorpresa dice que si y que va a decírselo a los demás.
Cuando lo dice los demás parecen estar en desacuerdo, pero no se atreven a llevarla la contraria, también me doy cuenta que Alistair el otro guardia gris, desconfía plenamente de su forma de actuar y se esconde para supuestamente vigilarnos, pero es tonto, no se da cuenta que tanto ella como yo, tenemos mucha mas visión nocturna de la que él tendrá en toda su vida.
No le quito la vista de encima, pero continuo hablando con Tzvi, aunque lo hagamos en susurros, ella me cuenta algunas anécdotas sobre sus robos en Denerim y como conseguía despistar a todos los guardias de la ciudad. Así que así era como había vivido, pues consiguió que nadie se enterara de sus actividades, admirable.
Me doy cuenta que Alistair se ha ido acercando a nosotros, posiblemente quiere escuchar la conversación. Aquí creo que hay otro problema, aunque aun no se cual es, apostaría todo lo que tengo a que esta celoso.
Pienso “Amigo creo que tienes razones para estarlo, por que ella es demasiado interesante, como para que no intente llevármela”. Pero algo en mi interior me dice, si realmente merezco llevármela, si tengo que ser sincero conmigo mismo, no, realmente no la merezco. Realmente no merezco ni estar vivo, debería haber muerto.
Miro a Tzvi que se ha quedado dormida junto a mi, me pregunto si es que es tan confiada o es que realmente le da igual vivir, que morir, espero que pueda alguna vez preguntarla tantas cosas que me gustaría saber de ella. De todos ellos, ella es la más compleja y quizás imprevisible. Los demás son demasiado transparentes, quizás el más extraño de todos ellos es Sten, pero el resto es previsible y transparente.
Morrigan esta claro por que va con Tzvi por que tiene un objetivo, no se de que se trata, pero me queda claro que tiene que ver con su amor por el poder.
Leliana, oculta algo, definitivamente no es lo que parece ni mucho menos.
Alistair, es un hombre débil, un ser que sin un líder no es nada. Cree estar enamorado de Tzvi, me quedo claro por como la mira, pero en el fondo solo busca una segunda madre.
Sten tiene sus propias razones para estar aquí, de todos ellos creo que es el más honesto.
Cuanto menos son un grupo extraño, que solo una líder muy fuerte es capaz de mantener unido. Cuando miro a Tzvi, siento debilidad por ella, es fuerte pero ahora al verla dormida, me doy cuenta que quizás exista una Tzvi que no haya visto.
Antes de que mi guardia termine se despierta, me mira y dice:
-- Creo que debería ayudarte a curar esas heridas, aun están un poco hinchadas. Voy a buscar mi bolsa de hierbas, con ellas podré limpiarte mejor las heridas.
La miro desconcertado, tanto que no puedo evitar preguntarle.
-- ¿Realmente te importa lo que me pase?
Me mira a los ojos y en su mirada hay una sinceridad que no comprendo y que me asusta.
-- Zevran, aunque te lo explicara tampoco lo entenderías, solo acepta esto, no soy tu enemiga, ahora eres uno de mis compañeros y cuidare de ti igual que cuido de cualquiera de ellos. Tu y yo compartimos algo que no comparto con ellos y para mi es un motivo importante. Otra cosa, confió en ti, por que hay algo en ti que me dice que puedo confiar. Voy a buscar mis hierbas, ahora vuelvo.
Veo su silueta reflejada en la luz de la hoguera, realmente con ella debo tener mucho cuidado, no la entiendo pero a la vez la entiendo.
-- Ya las tengo, déjame verte los cortes, si creo que esta hierba hará su trabajo.
Rebusca en la bolsa y saca unas cuantas hierbas, con ellas me cura las heridas que aun parecen en peor situación, sus manos son delicadas apenas noto cuando limpia las heridas, en ese momento me doy cuenta que sus propios cortes no han sido ni tan siquiera tratados, entonces la digo.
-- Tienes que dejar que yo te cure esos cortes, ni tan siquiera los has mirado.
Al escucharme me mira asustada y me responde.
-- No, no es necesario, se curaran en pocas horas.
-- Tonterías, te los limpiare, estarás mas cómoda con ellos limpios.
Voy a coger un paño y me detiene mirándome con mucho miedo.
-- No Zevran, jamás debes curarme, jamás, ni aunque me este muriendo, mi sangre es venenosa igual que lo es la de los engendros tenebrosos. Aunque gracias por intentarlo. – Me mira con esa mirada suya que dice muchas mas cosas de las que me atrevo a ver y después continua hablando.- deberíamos levantar ya el campamento, tenemos que llegar lo antes posible a Denerim, y aun tardaremos varios días en llegar, quiero… quiero ver como están las cosas en esa ciudad.
-- Como quieras Tzvi, tú dirás que quieres hacer.
No creo que Denerim sea seguro para ella, se que hay muchos que desearían verla muerta, pero tampoco puedo impedírselo, solo puedo cuidar que no la pase nada, cada segundo que la conozco mas, mas me gusta y mas me importa lo que sea de ella.
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Solo diré que la primera vez que toque a Zevran, todo mi cuerpo se ruborizo profundamente, por que por primera vez en mi vida me asaltaron sentimientos que me eran totalmente desconocidos. Cuando me acaricio la mano, sentí una extraña sensación, que fue desde el punto en que él me acaricio hasta mi corazón. Huí de Zevran, tanto como del resto de mis compañeros y no pare de andar hasta que mi estado de ánimo había vuelto a la normalidad.
Durante la primera guardia descubrí cuan cruel puede llegar a ser el destino, por que me di cuenta que Zevran era el compañero, que había estado buscando toda mi vida y pensé que si realmente tenia a un asesino a mi lado, no seria mala idea morir en ese instante, por que había promesas que no sabia como romper, ni como retirar ciertas palabras que había dicho sin comprender lo que significaban. Por esa razón deje que mi cuerpo se adormeciera y al final me dormí.
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