sábado, 3 de julio de 2010

Neshama una bruja diferente 8


Capítulo 8

Entramos en Denerim, para mi era la primera vez que veía una ciudad grande, la verdad es que me asustaba un poco, todo desde que había salido de la torre era nuevo.
Es difícil para alguien que no se ha pasado toda la vida encerrado, comprender lo que sientes cada vez que te enfrentas a lo nuevo, desconocido, al principio te da miedo, después te embarga una sensación de libertad que te emborracha, no tenia ni idea de cómo comportarme, ni tan siquiera sabia como tratar con un mercader, dependía exclusivamente de Zevran, tenia que decírselo, la noche anterior había intentando explicárselo, pero aunque él había estado encerrado en una jaula de oro, había tenido mucha mas “libertad” que yo, que solo había conocido salas llenas de libros y habitaciones abarrotadas y mal olientes. Así que cuando llegamos al mercado, le pedí un segundo de espera, necesitaba que comprendiera plenamente como me sentía.
-- Zevran, necesito que comprendas una cosa, pero no puedo explicártelo con palabras, las palabras son pobres para expresar ciertas cosas, no se, si confías en mi lo suficiente como… como… como para… poder explicártelo por medios mágicos.
Me mira y me sonríe.
-- Si confió en ti Neshi, pero no uses la magia aquí, puedo ver cual es el problema, no te preocupes yo me haré cargo. Dime solo lo que necesitamos comprar y lo compraremos, confía en mi.
-- Se que puedo confiar en ti Zev, de acuerdo, pero esta noche sino te importa, quisiera mostrártelo, eres el único en quien confió lo suficiente como para hacerlo, los demás del grupo me son totalmente ajenos, y no puedo hacerlo cerca de Alistair, se daría cuenta de lo que estoy haciendo. Quisiera no tener que volver a pelear con él otra vez.
-- ¿Existe algún tipo de relación entre tu y Alistair? No quisiera inmiscuirme en terreno personal.
-- No Zev, no existe nada, jamás ha existido nada, le odio esa es la verdad, lo único que me mantiene a su lado es el hecho de que los dos somos los únicos guardias grises supervivientes, nada mas. Pero jamás me veras confiar en él, no somos ni tan siquiera amigos, aunque él ha intentado que fuéramos amantes, pero eso es algo que ni en mis peores pesadillas ocurrirá. Pero tienes que ser tú quien compre y quien trate con los mercaderes, yo… yo… bueno jamás he estado en un mercado, es totalmente nuevo para mí, necesitamos provisiones y algo de ropa para mí.
-- Y por que no quisiste venir con el resto del grupo, te habría sido más fácil.
-- Quizás si habría sido mas fácil, pero no puedo confiar en ellos, en ninguno de ellos. Eres… eres el… eres el único en quien confió.
-- Aunque intentara asesinarte.
Le miro a los ojos.
-- Zev… la muerte es algo con lo que un mago vive permanentemente, de una forma irrevocable, cualquier mago se acostumbra a la idea de que no llegara a viejo, sabe que tiene muchas posibilidades de morir, en mil situaciones distintas y te aseguro que algunas son muy desagradables. Un asesino representa una muerte rápida, eso no me produce ninguna desconfianza ni miedo. Pero… pero las cosas que pueden llegar hacerte los templarios… eso… eso si me produce miedo y desconfianza. Y todos ellos me entregarían a los templarios si pudieran, con la excepción de Morrigan, siempre que eso no la reporte algún beneficio. Tú me has demostrado que puedo confiar en ti.
Otra vez vuelvo a ver por un segundo esa timidez encantadora en sus ojos, pero solo es un segundo, después volviendo a su mirada provocadora dice.
-- ¿Realmente es tan terrible la opresión de la capilla en la torre?
-- Si Zev, mucho mas de lo que nadie pueda imaginarse. Somos presos sometidos a continua supervisión, cualquier… te prometo que te lo contare todo, pero no ahora. Creo que deberíamos continuar hacia el mercado, tengo curiosidad por ver como es.
-- Si, pero posiblemente haya “Cuervos” en el mercado, así que no te separes de mi.
-- No quiero separarme de ti, tranquilo te sigo.
Me pasa el brazo por la cintura y caminamos hacia donde están los puestos, es tremenda la cantidad de cosas que hay en cada puesto, la verdad es que si fuera yo sola podría estar un siglo mirando todo lo que para mi es “nuevo”, pero el contacto con Zevran me ayuda a mantenerme atenta a lo que me rodea, además es muy agradable sentirlo cerca, aunque también trastornador.
Nos acercamos a un puesto de armaduras de cuero, Zevran las revisa todas y al final se decide por una que es realmente bonita, y me pregunta.
-- Que te parece esta armadura, ¿te gusta? Esta no es muy pesada, por lo que no te cansaras al llevarla, además deberías comprarte un par de botas, con esos zapatos no vas a poder pasarte días enteros caminando.
Regatea en el puesto y después fuimos a comprar las provisiones que necesitábamos para el viaje, cuando casi habíamos concluido las compras.
Al entrar en una zona que había parte de la muralla a nuestro lado, siento que Zevran tira de mi, contra la pare y me tapa con su cuerpo. Le miro a los ojos para preguntarle que pasa y en ese momento, siento que le han apuñalado en un costado, veo el dolor en sus ojos, sin pensarlo invoco todo mi poder de sanción y le sano, me mira y me dice con un hilo de voz.
-- No lo hagas Neshi, estaré b…
Miro a nuestro alrededor y sin pensarlo invoco un circulo de expulsión, para evitar que se nos acerque nadie, después sacando todas mis fuerzas físicas levanto a Zev del suelo y lo llevo como puedo hacia un lugar que pone que es una posada, aunque se ve muy vieja, entro en ella y me voy al tipo que parece el posadero, esta lleno de mujeres y de hombres, aunque las pintas son realmente desastrosas, tanto de ellas como de ellos, pero si pueden darme una habitación, donde dejar a Zevran descansar, servirá.
Le digo que quiero una habitación, me pregunta que por cuanto tiempo, le digo que le pagare por días, que deje de preguntar, si quiere ver oro. Le pongo una moneda de oro en la mano y el tipo me indica una habitación, cerca de la barra, llevo a Zevran hacia ella y entramos, cuando lo he dejado encima de la cama, cojo una silla y atranco la puerta, después preparo un hechizo de silencio y un hechizo de atrape, y los pongo en la puerta, quien intente pasar va a quedar muy bonito colgado del techo, no son tan efectivos como las trampas, si tienes en cuenta que no son silenciosos pero sirven en caso de necesidad.
Vuelvo a la cama y le quito el peto a Zevran, para poder ver donde le habían herido, apenas queda herida, pero presiento que quizás solo lo he curado externamente, ya que cuando lo hice no estaba viendo la herida. Le quito los pantalones pues la tenia justo en la cintura, después aplicando las manos descubro que le han herido internamente mas que externamente, vuelvo a invocar hechizos de sanción para curar internamente ahora aplicándolo donde se que esta el daño interno, en pocos segundos consigo curarlo totalmente, pero me deja totalmente extenuada la energía que he tenido que emplear, se que es cuestión de minutos el que recobre la conciencia, pero aun así me tiendo a su lado, necesito esos minutos para poder recuperarme del esfuerzo para sanarlo.

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Os preguntareis como me deje sorprender en el mercado, estaba embobado mirando a Neshama, se paseaba por el mercado como una niña que termina de descubrir un mundo nuevo, apenas me dio tiempo de ver al guardia de la ciudad que se aproximaba a nosotros y vi el reflejo de la daga en su mano.
Una sola imagen apareció ante mis ojos, vi que iba derecho a por Neshama, y la vi herida, sangrando, algo que no iba a permitir que ocurriera, así que me interpuse entre el guardia y Neshama, ya que no tenía ninguna posibilidad, ni tiempo para enfrentarme a él, solo pensé que valía la pena arriesgarlo todo por ella, y que si ella sobrevivía haría todo lo posible por sanarme.
Era la primera vez en mi vida que había confiado tanto en otra persona que no fuera yo mismo. Cuando sentí el dolor agudo de la daga en mi costado y mi mundo comenzó a oscurecerse, solo quedaron los ojos de Neshama en mi mente, mientras invocaba todo su poder sanador, para sanarme, no quise que lo hiciera, por que esa invocación mágica debieron de sentirla todos los templarios y magos de la zona, era muy arriesgado para ella, pero creo que Neshama también lo sabia, aun así lo hizo. No recuerdo nada más de ese momento.
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