Capítulo 20
Cuando llegamos al campamento, Alistair empezó hacerse el gallito. Parecía que cuando veía que tenia apoyo se crecía, era tan cobarde que solo cuando se veía apoyado por varios miembros del grupo entonces se veía capaz de hacerme frente.
-- Quiero montar una guardia en el campamento, para evitar que Neshama y ese asesino escapen, cuando la Ruina sea vencida y todo esto termine, volverás a la torre y espero que Gregory te castigue por tu comportamiento deshonesto.
Le corte.
-- Basta Alistair. Hasta aquí hemos llegado, eres idiota si crees que me voy a amoldar a tus exigencias. Por lo que se ve ahora has encontrado la forma de liderar el grupo o eso parece. Así que a partir de ahora serás tú quien tome las decisiones. Que para suerte de los engendros tenebrosos conseguirás un ejército de ratas o ya has olvidado lo que te ha dicho Irving, los magos me seguirán a mí no a ti. Ahora me voy a bañar al lago y después a dormir un rato, estoy cansada de luchar y cansada de escucharte decir tonterías.
Wynne dijo.
-- Alistair es el hijo del Rey, deberías…
-- Basta Wynne, a ti sí que no quiero oírte decir ni una palabra.
Con esas palabras me levante y me marche hasta el campamento pequeño que tenia montado Morrigan, al llegar estaba Sten y Morrigan hablando, Zevran iba un poco por detrás de mí, me imagino que no se fiaba demasiado de lo que esos tres pudieran hacer.
Quería entregarle el grimorio a Morrigan, lo había encontrado en el despacho de Irving, le había ojeado un tanto por encima, pero lo suficiente para saber que sin esa información la vida de Morrigan como Morrigan corría peligro, por esa razón debía dárselo cuanto antes. Espere a que Sten terminara de hablar con ella y después me acerque, para mi sorpresa Sten dijo.
-- Quería que supieras, que te sigo a ti. Si ese tonto blandengue se alza con el liderazgo se lo arrebatare y me convertiré en el líder. Esta claro que Alistair no es un líder ni tiene forma de serlo nunca. Cuando decidas que debemos poner fin a las intrigas de Alistair, Leliana y ahora esa maga, dilo y con gusto les daré el final que merecen.
-- Gracias Sten, aunque tengo que reconocer que me has sorprendido. No pensé jamás que me seguirías a mí.
-- Entre un líder fuerte y un líder débil. Siempre se debe seguir al fuerte, es un seguro de vida en el campo de batalla. Además a ti te debo el haber encontrado mi espada personal, y algo más importante jamás te he visto retroceder en batalla, ni dudar, eso me dice que eres el más fuerte de los dos. Alistair llora demasiado por todo, un líder no puede llorar.
-- En eso no estoy de acuerdo Sten. Un líder puede llorar, porque al fin y al cabo es un ser vivo. Pero no puede llorar, por lo que no puede evitar. Si me disculpas Sten, tengo que hablar unas cosas con Morrigan. Gracias de nuevo por tu apoyo.
Me acerque a Morrigan y la hice una seña para que caminara a mi lado, quería evitar que cualquiera que no fuera Zevran pudiera ver lo que le entregaba a Morrigan. Ya había más que suficientes problemas, no necesitábamos más. Cuando fui a meter la mano en la bolsa mágica, para sacar el grimorio de Morrigan, me encontré un pergamino pequeño, que yo sabía que no había metido allí, lo deje disimuladamente y saque el grimorio para tendérselo posteriormente a Morrigan.
-- Aquí tienes el grimorio de tu madre. Creo que deberías leerlo despacio, no te preocupes demasiado por lo que encuentres, podemos ayudarte, si es que quieres nuestra ayuda.
-- ¿Ayudarme a qué? Con nosotros te refieres a ti y a Zevran claro esta.
-- Si claro esta. Bueno creo que Sten también ayudara, pero no adelantemos acontecimientos, al fin y al cabo solo lo he leído por encima.
-- ¿Lo has leído?
-- Pues claro Morrigan. Soy maga hace demasiados años, como para entregar un grimorio a otro mago, sin haberlo leído o como mínimo haberlo mirado.
La verdad es que lo había revisado por si era el grimorio del que nos hablo Ort, pero no era ese. Este solo detallaba la forma en que Flammeth conseguía prolongar su vida y con ello la esencia real de lo que era Flammeth.
-- Bueno si no te importa me iré a bañar y después a dormir a la tienda, apenas puedo mantenerme en pie.
-- Yo tengo mucho que estudiar de este grimorio. Quiero saber cuanto antes, por que Flammeth estaba tan interesada en ocultármelo.
Me encamine al lago, sabía que Zevran iba cerca de mí, él y su sigilo, había descubierto en los días anteriores, que si miraba detenidamente a las sombras, a veces podía vislumbrar el movimiento de Zev en ellas. La verdad es que esa facultad me fascinaba, yo con todo el parapeto de magia, escudos y protecciones, parecía una feria, aunque tampoco sabía cómo era una feria, jamás había estado en una. Me senté en una piedra junto al lago e invoque una luz tenue, que solo alumbrara lo suficiente, como para poder leer el pergamino, que terminaba de encontrar en mi bolsa, además quería esperar a Zevran, aunque este no tardo en aparecer a mi lado y sonreírme cuando me asusto. Lo esperaba, pero siempre es sorpresivo ver a alguien de pronto delante de ti. Me beso suavemente y me atrajo hacia su cuerpo, abrazándome.
-- Ahora esta todo bien – dijo con un suspiro.
-- Eso parecía, hasta que he encontrado esto – le enseñe el pergamino, mientras le besaba de regreso y me apoyaba en su cuerpo – no sé, creo que es de Ort, lo he encontrado en la bolsa, a ver si con esta luz pequeña podemos leerlo, no quiero crear una luz mayor, podríamos llamar demasiado la atención del campamento.
-- Neshi, si podemos encender una hoguera, eso no llamara la atención, están más que acostumbrados a vernos hacerlo. Hay madera suficiente por el suelo como para poder hacerla rápido.
Nos levantamos y en pocos minutos teníamos montado una pequeña hoguera, que nos daría calor, se que Zev odia intensamente el frió, me imagino que por eso siempre insiste en prender hogueras. Después volvimos a nuestra posición anterior, que era la más cómoda.
-- Bueno veamos que dice nuestro amigo.
Cuando me iba a poner a leer el pergamino, Zevran me abrazo y me acostó en el suelo. En ese momento apareció Alistair que parecía un halcón al acecho. Cuando Alistair estaba a la vista Zevran se levanta un poco y dice.
-- ¿Qué Alistair, estas pensando en hacer un trió o simplemente te gusta mirar?
-- Sois asquerosos. Solo estaba comprobando que estabais haciendo. No os voy a perder de vista ni un segundo.
-- Bueno pues si no te importa, nosotros queremos seguir a lo nuestro, así que ahora ya sabes lo que hacemos. Como no quieres participar, lo mejor es que nos dejes en paz. – le dije con bastante enfado, cada segundo que pasaba estaba más cansada de esta pantomima. Ojala todo fuera tan simple como marcharse.
Se giro y se marcho por donde había venido, nosotros por si las moscas, continuamos unos minutos aprovechando el tiempo. Después volvimos a sacar el pergamino y a intentar leerlo con la luz de la hoguera. En él decía.
** Neshi y Zev, tengo cierta información que os hará la vida más fácil. He descubierto algunas cosas sobre Wynne, la maga que se ha ido con vosotros.
1.- Ha tenido muchos amantes en la torre, entre ellos varios templarios que tú Neshi conoces, de hecho todavía los tiene. – había toda una serie de nombres, algunos los conocía, a otros no - Os cuento esto por que intentara atacar vuestra unión. Ha destruido a más magos elfos de los que os podáis imaginar, así que irá a por vosotros sin dudarlo. De hecho creo que Neshi ya lo sabe.
2.- Aquí os dejo el arma que la hará callar definitivamente, pero es un arma peligrosa. Durante casi toda su vida se ha creído “especial” para un supuesto ser de bondad infinita, por supuesto, que la protege en el velo. Ya vistes que no tiene tal protección, mejor dicho no es tal ser de bondad infinita. En realidad es un demonio que la esta usando para lograr enardecer su orgullo y vanidad, algo que Wynne tiene de más. Os he dejado una prueba irrefutable de que Wynne esta poseída por ese demonio. Pero pensar que el ser que lleva años en posesión de Wynne es peligros, por lo que no lo uséis, a no ser que no os quede ninguna otra alternativa, pues posiblemente tendréis que enfrentaros a él. Pero si podéis amedrentarla con destapar su pasado “pintoresco”, mejor. Pero si eso no funciona ataca con todo, ella no dudara en destruiros.
Con respecto a Alistair, él busca una madre/amante/líder en la misma persona, de hecho muchas de las discusiones las empieza por celos. Antes de que tú llegaras a su sueño, este tenía un tinte totalmente distinto. Pero lo más importante, es que en la persona de Wynne, ha encontrado todas esas “virtudes” que él anda buscando. Si conseguís intimidar a Wynne tendréis mucho trabajo hecho con Alistair. Que no deja de ser otro templario, fanático y loco, que además ha perdido su entrenamiento como guardia gris. Quizás el recordarle de forma brutal que es un guardia gris y no un templario, le haga cambiar, pero lo dudo mucho.
La verdad es que me gustaría poder ayudaros mas, pero solo puedo recopilar información que os sea útil, además de algún que otro objeto que demuestre la veracidad de la información. Los tres sabemos que esto es casi una empresa imposible, pero sé que haréis todo lo que podáis por conseguirla.
Cuidaros mucho.
Ort
Posdata: La sugerencia del trió me gusto. Quizás me apunte si me dejáis. **
Volví a dejar el pergamino en la bolsa mágica, en ella también había un objeto extraño, que me imagine que era la prueba de la que hablaba Ort, lo miramos y lo volví a dejar en la bolsa. La verdad era que no sabía cómo actuar, así se lo hice saber a Zevran.
-- No se que será mejor hacer Zev. Quizás deberíamos escapar y aparecer justo, cuando todo esté en su punto alto. Pero mucho me temo, que Alistair no será capaz de formar ni a un grupo de excursionistas para luchar contra el Archidemonio. Pues aunque sea el compañero de Ort, ahora mismo esta loco, tenemos que despojarlo de su cuerpo actual, sacarlo de la infección y para ello necesitamos un ejército. Sea como sea, tengo que conseguir intimidar a Alistair, ya no hay otro camino, intentarlo por el medio más pacifico dudo que funcione, y más si esta celoso de nosotros. Dioses pensé que estaba liándose con Leliana, pero por la insinuación de Ort, no lo creo. Creo que en cierta forma se ha obsesionado conmigo y no sé como liberarlo. La verdad maldita sea, es que hay demasiados cabos sueltos, demasiadas incógnitas, para que esto termine bien.
-- Neshi cielo, vamos a descansar, llevas demasiado tiempo sin dormir, has luchado por toda la torre, luego luchaste en el “Velo”, sinceramente creo que deberías dormir un poco, el mundo no se va a escapar por qué descanses un rato. – Me abrazo más fuerte y me beso en el cuello suavemente – Vamos a la tienda de campaña.
-- Si tienes razón, vamos. Pero… pero hoy… no podremos hacer el amor, porque nos conectaríamos empáticamente y eso lo sentiría Alistair, seria la gota que falta, para que todo explote.
-- Lo sé, no te preocupes, ya encontraremos como conseguir tiempo para nosotros. Pero aquí si me podrás dar un beso – sonríe – sin que Alistair note nada, esta bastante retirado de nosotros.
Colgué los brazos alrededor de su cuello y le bese, me beso. Desde que había salido del Velo, había mantenido muy controlada la empatía, lo que me había dicho Ort, era suficiente como para controlarla al máximo. Pero en ese instante, la deje libre un segundo y nos fundimos en el beso totalmente, hasta tal punto, que cuando conseguí volver a controlarla, estábamos jadeando y apenas sin voluntad para detenernos.
-- ¡Hmm! Si un beso es así, no puedo ni imaginar lo que debe ser el sexo. Estoy deseando probarlo.
-- Yo tampoco tengo ni idea de cómo será el sexo, Zev. Pero ya lo descubriremos y será pronto, vamos.
Me abrace a Zevran y él se abrazo a mí, así caminamos juntos hasta la tienda de campaña. Al llegar la cerramos, después nos quitamos las armaduras y nos acostamos, me dormí casi al instante en sus brazos, no podíamos tener sexo, pero si podíamos tenernos el uno al otro, sin que los demás notaran nada raro.
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