Capítulo 10
Cuando nos acercamos a la posada, que estaba a las afueras de Denerim, allí teníamos a todo el grupo esperándonos impacientes, tanto que se enfadaron de vernos a los dos felices, charlando animadamente. Alistair como siempre fue el primero en dar su opinión.
-- ¿Se puede saber a que vienen tantas sonrisas? Es que no hay problemas en la ciudad, entonces por que habéis tardado tanto.
La mirada de Alistair me devuelve a la cruda realidad, aquí en este grupo no puede haber alegría, ni risas, están demasiado ocupados para reír. Le digo.
-- Si Alistair, hay problemas y gordos, nos han atacado en el mercado, estoy viva gracias a Zevran, conseguimos comprar todo lo que necesitábamos. Pero con respecto a visitar a tu hermana… pues la verdad es peligroso que volvamos a entrar en la ciudad, también puedes ir tu solo, creo que un humano en solitario llamaría menos la atención, o si quieres que vaya contigo Leliana, te ayudaría en caso de que tengas que combatir.
-- ¿No vas a venir conmigo a verla?
-- Alistair es tu hermana, yo no pinto nada en una conversación con ella, creo que es algo que deberías hacer tu solo. Pero como parece que te llevas muy bien con Leliana, podéis ir juntos, no creo que levante muchas sospechas una pareja humana. Ni Zevran ni yo, volveremos a entrar en la ciudad, hemos salido de milagro del mercado y no pienso volver a ponernos en peligro.
-- También hay que buscar al hermano Genitivi, es el que conoce el paradero de las cenizas de Andrasta. Y por supuesto que espero que me acompañes a ver a mi hermana, no veo por que puedes correr riesgos yendo con ese asesino y no conmigo. Además ya veo que te has comprado una ropa inapropiada para una maga, ¿donde te has cambiado de ropa?
-- Vamos por pasos pequeñitos para que me entiendas. Ahora mismo es peligroso para cualquiera de nosotros dos entrar en Denerim, ¿hasta ahí me sigues?
Asiente con un enfado en crecimiento y después añade.
-- Nosotros dos, te refieres al asesino y a ti, claro esta.
A veces me dan ganas de echarlo a los engendros tenebrosos, creo que cualquiera de ellos, le gana en intelecto.
-- No Alistair… me refiero a su señoría y a una humilde maga… por si lo has olvidado tenemos precio por nuestras orejas, tanto las tuyas como las mías. ¿Hasta ahí me has entendido?
La verdad es que la mayor parte de las veces, lo trato como si estuviera descerebrado, pero es que es lo que demuestra ser. Asiente con la cabeza y espero por si aun no ha terminado de procesar la información que le he proporcionado.
-- Con respecto a que tengo que ir contigo a ver a tu hermana, te diré que No tengo ninguna obligación, si quieres ir a verla, ves, te esperaremos, pero no voy a llevarte de la mano hasta su puerta, no eres un niño pequeño. Que no quieres entrar solo en la ciudad, llévate a Leliana, ya que era tan buena compañía para mi según tu, lo será también para ti. Con respecto a Genitivi… creo que dejaremos para más adelante la persecución de quimeras, ahora tenemos que formar un ejército y es más importante que la vida de un hombre. La armadura que me he comprado, pertenece al oro que me corresponde después de daros lo vuestro, no creo que sea asunto tuyo o de nadie, donde o cuando me he puesto la armadura, si es o no apropiado para una maga, tampoco veo que tu tengas nada que decir al respecto, ya no eres un templario, por si lo has olvidado. Una sola cosa más. Mañana por la mañana deberíamos partir sin falta hacia Orzammar, el encuentro que hemos tenido en el mercado, ha sido con un guardia de la ciudad, así que cuanto antes pongamos tierra por medio entre Denerim y nosotros mejor, quizás en un par de meses las cosas se tranquilicen lo suficiente como para volver, mientras pienso que deberíamos mantenernos lo más lejos posible.
Alistair no queda conforme con ese cierre de la conversación, tiene un problema, siempre quiere quedar el último en las discusiones. Además no me gusta el giro que esta tomando su comportamiento.
-- Tenemos que ir antes a la Torre de los Hechiceros, que Orzammar.
-- Así… ¿y piensas liderar el grupo tu solo?
-- Nos corre mas prisa los magos que los enanos, ya que los magos estaban presentes en Ostagar, allí podremos conseguir mas apoyo.
-- Bien te concederé que tienes razón en ese punto, aunque no veo la urgencia de ir a la torre. Lo pensare, tanto la torre como Orzammar están en el mismo camino, así que como poco tenemos dos semanas para decidirlo. Ahora si no te importa, quisiera comer algo y me imagino que Zevran también, nosotros no hemos estado de fiesta.
Al decir esto último, tengo que hacer un esfuerzo para no reírme, pero si he aprendido algo durante los 20 años en la maldita torre es a poner cara de inocente. Me levanto y cojo de la mano a Zev, le miro y nos sonreímos, nos encaminamos a la taberna, mientras que a nuestras espaldas se levantan todo tipo de murmuraciones, sin darles importancia nos vamos.
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Cada vez sospecho más de las intenciones de Alistair y de sus motivaciones. La verdad creo que Neshama corre un gran riesgo junto a Alistair, no se si ahora mismo seria capaz de dañarla, pero estoy seguro que lo hará o lo intentara cuando ya no la considere necesaria. Tendré que mantenerme alerta con respecto a Alistair, también me he dado cuenta que Leliana suele ir siempre detrás de Alistair, mas o menos como si fuera su sombra, me extrañaría poco que supiera muchas mas cosas de lo que planea Alistair que Neshama.
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Capítulo 11
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