lunes, 5 de julio de 2010

Neshama una bruja diferente 19


Capítulo 19

Cuando nuestros espíritus retornaron a nuestros cuerpos dormidos en la Torre de los Magos, nos estaban esperando Leliana, Alistair y Wynne, esperando impacientes, de hecho pensaban volver a bajar para decirles a los templarios lo que había ocurrido. Pues el demonio estaba muerto en el suelo, pero tanto Zevran como yo aun seguíamos inconscientes. Por lo que exigieron una explicación para nuestra tardanza, aunque evidentemente no había pasado más de 5 minutos, del tiempo en que ellos habían despertado. No les deje decir más tonterías, solo dije.
-- Basta de tonterías. A Irving aun tenemos que encontrarle y posiblemente haya más demonios a los que vencer en el camino a lo alto de la torre. Así que guardar las quejas, exigencias y explicaciones para cuando hayamos podido salir de este gran problema.
Acto seguido tome el pasillo que giraba hacia la escalera de subida a la cámara de la angustia, que realmente era el techo de la torre. Me di cuenta que Alistair y Wynne cuchicheaban detrás de nosotros, pero ante eso poco podía hacer. Realmente no sabía que pensaba Ort que podíamos hacer, la verdad era que mi vida colgaba de un hilo que cada vez se hacía más delgado y menos resistente. Sentí la mano de Zev en mi mano aprontándola, haciéndome saber que estaba conmigo, nuestra conexión aun no había desaparecido, cerré un segundo los ojos disfrutando de su fuerza, después reemprendí el camino hacia la escalera.
Entramos en la sala que daba a la escalera y allí encontré a un templario que yo conocía, se llamaba Cullen. De entre todos los templarios que había conocido Cullen era de los pocos con los que se podía hablar, sin que tuvieras la sensación de que te perdonaba la vida. Lo consideraba buena gente por eso intente calmarlo cuando lo vi, pero estaba mas allá de cualquier ayuda, ya que la persona que yo había conocido, había desaparecido. Gracias al maldito mago Ulder que fue el cabecilla de esa supuesta “rebelión”. Lo había conocido, como a la mayor parte de los encantadores, había pasado un tiempo instruyéndome, pero al termino de unas pocas semanas, casi lo dejo seco con un hechizo, demasiado engreído, demasiado manipulador, no se había dado cuenta que detectaba las mentiras y las manipulaciones, de la misma manera que era capaz de saber cuándo sanar a un herido. Esta fue la última y peor revelación de todas las que había ido descubriendo en mi vuelta a la torre de los magos. Parecía que solo habían sobrevivido los magos mas cabrones y con los que tenia cuentas pendientes, mientras que a mi tutora de magia sanadora la había perdido, por lo que no me entretuve cuando supe que Irving estaba con Ulder arriba en la sala de la angustia, no quería encontrarme que también había perdido a mi mayor mentor y maestro.
Deje a Cullen en su cárcel mágica, poco podía hacer por él, cuando matara a Ulder la cárcel desaparecería, pero sus heridas… le durarían toda la vida. Hay cosas difíciles de olvidar y solo personalidades muy fuertes como la de Zevran, tienen la capacidad de superar ciertas cicatrices. Pero Cullen definitivamente no tenía esa fuerza, ni esa voluntad, por lo que me imagine que el cabrón ese, había creado otro templario fanático y loco.
Cuando entre en el salón de la angustia, Ulder estaba en pleno apogeo de su “ritual” de convertir a todo los magos posibles en sus siervos, aunque había ido dejando inteligentemente a los más poderosos para el final, cuando me vio, su cara se transformo, sabía bien que conmigo tendría bastante trabajo si quería vencerme.
No es vanagloria ni mucho menos, pero como Zev, sabía que mi habilidad con la magia era bastante mejor que la de casi todos los magos de la torre, incluyendo a Irving, algo que mi maestro y mentor había reconocido y sabia de ante mano, como lo sabia el maniaco demente que tenía delante.
-- Ohh si es la pupila de nuestro primer encantador, aunque a Ulder jamás le pareciste nada del otro mundo y comparto su opinión.
-- ¿Y esperas que eso me sorprenda? No he venido hablar contigo, de hecho no tenemos nada que decirnos, aparte de matarte y poner fin a esta locura, no tengo mayor interés en ti.
-- Espera, espera… he hecho todo esto por vosotros, por todos los magos. La capilla nos ha estado mintiendo durante siglos, los templarios nos han oprimido, explotado y torturado durante siglos. Yo tengo el poder para que no tengáis que estar sometidos, nunca más.
Me reí a carcajadas, no lo pude remediar.
-- Todos en esta sala o casi todos, saben que me hubiera unido a cualquiera que se levantase en contra de la capilla y de los templarios, incluido Irving. Pero jamás me uniría a un pomposo, estúpido y engreído mago que no sabe ni tan siquiera donde están sus límites. ¿Realmente has convencido a alguien con ese estúpido discurso? Hay que ser idiota para creerte. Además estas proponiendo cambiar unas cadenas por otras, NO liberar a ningún mago, tu solo quieres vasallos. Eres un demonio muy tonto realmente. Aunque te concedo que tienes razón en que la capilla y los templarios llevan siglos mintiendo y destruyéndonos. Tú sabes también como yo que una verdad dañina, es mil veces mejor, que una mentira. Pero tendría que ser muy idiota y ciega para no ver en que te has convertido, para no ver lo que has hecho en la torre. No Ulder o como quieras llamarte ahora. Esto se termina aquí y ahora, no tengo más que hablar contigo. Lucha si puedes y si no muere como el cobarde que has demostrado ser.
-- Pero… pero, se que tú has apoyado a magos de sangre, has encubierto a magos muchas veces. Piensa en tu poder añadido a mi forma demoniaca, piensa en lo que podrías hacer.
-- Sigues siendo el idiota de Ulder con demonio o sin demonio. He apoyado a cualquiera que luchara contra la capilla o contra los templarios, eso lo saben todos los magos de la torre, tanto amigos como enemigos. Pero jamás te apoyaría a ti, pedazo de escoria. El poder NO me interesa, tengo el que necesito y no necesito más poder. A mí no me puedes tentar con grandes palabras, ni con grandes poderes, no tienes nada que yo desee. Ahora haz lo que se supone que hace un demonio decente, lucha y muere en silencio.
Le ataque, no quería que siguiera hablando, que le diera mas material a Alistair, había cosas que jamás salían de los muros de las habitaciones de los magos, cosas que solo conocíamos los magos, pero que jamás llegaban a oídos de los templarios, y este payaso estaba sacando a la luz cosas que jamás debieron ver la luz. Pero el tipo estaba tan ciego en su supuesto “poder” que creyó que podía hacer o decir lo que quisiera. La lucha fue encarnizada, pensé que Alistair se tiraría a por Ulder, pero se ve que como buen templario demostró lo cobarde que era, al final quedamos luchando Zev y yo contra Ulder, mientras Alistair y Wynne se encargaban de las abominaciones que había creado partiendo de los magos, cuando la lucha concluyo, solo quedamos en pie un puñado pequeño de magos, Irving, Leliana, Wynne, Alistair y Zevran. Me acerque a ayudar a Irving a incorporarse, pues era viejo ya en aquella época, ahí hubo otra de las conversaciones que revelaría realmente lo que cada uno de nosotros era.
-- Gracias por haber venido a salvarnos. – dijo Irving.
Wynne sin dejar que nadie más hablara dijo.
-- Tenia que venir ayudarte, gracias a Alistair que me ha ayudado mucho para poder llegar hasta aquí.
Así que según Wynne había sido Alistair quien la había salvado en el “Velo” curioso cuanto menos, había sido Alistair quien había vencido a Ulder al final… realmente, muy pero que muy curioso, el binomio que se había formado entre Alistair y Wynne desde que se habían conocido. Irving me guiño el ojo y dijo.
-- Si Wynne, gracias a ti también, ya he visto lo que has aportado y a ti también Alistair. Mejor bajamos a decirle a Gregory que el peligro ya ha pasado, que la torre vuelve a estar bajo control.
Descendimos por las escaleras, e hicimos todo el viaje de vuelta hasta la entrada a la torre, que era donde se habían parapetado los templarios. Al llegar abajo Irving, dijo que la torre estaba fuera de peligro y que la mayoría de las abominaciones habían sido destruidas, Gregory concedió que si estaba ya bajo el control de Irving el peligro había pasado, con lo que estaba contento de poder ver a su amigo/enemigo Irving a salvo. Cuando la conversación entre los dos termino, sin dar pausa, Alistair dijo.
-- Comandante Gregory, quiero que se someta a la prueba de magia de sangre a Neshama. Es mi compañera guardia gris, pero no puedo viajar con una apostata, no es seguro para ningún buen ciudadano.
Irving dijo.
-- ¿Alistair, estás seguro de querer que se la someta a esa prueba? Puedes quedarte solo luchando contra la Ruina, ¿lo sabes verdad?
Wynne y Leliana dijeron casi a la par.
-- Yo también apoyo la decisión de Alistair.
Zevran solo dijo una palabra. “No” después se interpuso entre el grupo y yo.
Fue Cullen quien salvo la situación.
-- Si hay algún mago en esta sala del que pueda jurar que no es un mago de sangre es Neshama. Todos los demás para mí son sospechosos.
-- Además hay un pequeño inconveniente a lo que terminas de pedir Alistair – dijo Irving – La torre de los hechiceros, solo seguirá a Neshama, no a ti. Has demostrado que no eres digno de confianza, ya que termina de salvarte la vida en el “Velo” y tu pago a tal hazaña es pedir que se la someta a una prueba que en cualquier caso es mortal.
-- Eso es mentira, me salvo Wynne, ella fue la que estaba a mi lado cuando desperté.
-- Claro que fue la que estaba a tu lado. Por que Neshama estaba luchando en ese momento contra el demonio de la pereza. Nuestro loco Ulder nos mostró vuestro paso por el “Velo”, solo se enturbio cuando Neshama comenzó a luchar contra el demonio, pero antes lo vimos todo. Además los magos pertenecientes a los Guardias Grises quedan exentos de las prerrogativas de la Capilla, por si no lo sabías.
-- Pero ella misma ha reconocido que se pondría del lado de quien luchara contra la capilla y los templarios.
-- Si es una rebelde, pero no es una apostata, como tú nos quieres hacer creer.
-- Me basta la palabra de Irving y de Cullen para denegar tu petición, ya que solo demuestra que has sido no solo desleal, sino que te ves influido por algo que no es justicia. – dijo Gregory – Y que conste que Neshama no es mi maga favorita, si fuera por mí, la habría convertido en tranquila hace mucho tiempo, ya que es demasiado poderosa para dejarla existir, pero me atengo a la palabra de Irving. Además esta el pequeño inconveniente que ahora es una Guardia Gris y que esta totalmente fuera de mi alcance, como mínimo de momento.
Cullen le corto en seco.
-- Si lo hubieras hecho, te habrías quedado sin un sanador suficientemente fuerte, para sanar a tus objetos de diversión Gregory. No nos engañemos, los dos sabemos por qué jamás lo hiciste o lo pensaste.
Wynne dijo.
-- Para sanar, siempre me ha tenido a mí. Tu solo la ayudas por qué has estado siempre enamorado de Neshama, aunque como ves ya se ha buscado quien meter en su cama, así que no vas a conseguir nada.
-- A ti Wynne para sanar… - le dijo Cullen – tú jamás le llegaras a la suela del zapato a Neshama y eso es algo que siempre te ha corroído. Hace mucho tiempo que Neshama me ayudo a superar mi enamoramiento por ella, pero no necesito estar enamorado de ella, para saber que es digna de confianza, jamás haría daño de forma gratuita a nadie.
-- Basta. – Dijo Gregory – Se termino la discusión. Neshama tienes el apoyo de los magos y de los templarios, ya que al liberar la torre nos has ayudado a los dos. Pero solo se podrán unir a ti los magos, nosotros tenemos que seguir haciendo nuestro trabajo.
-- Neshama ya sabes que nos tendrás ahí para luchar contra el Archidemonio, cuando llegue el momento. – dijo Irving.
-- Gracias Irving por todo. Tengo tu palabra, con eso me llega. Bueno es hora de volver a partir, todavía quedan dos tratados que ejecutar. Cullen gracias también a ti, cuídate e intenta olvidar lo que te ha pasado, quizás es hora de que vuelvas a tu tierra, piensa que podrías comenzar una nueva vida, aunque ahora te parezca difícil, es posible.
-- Iré con ellos y protegeré a Alistair contra esta maga. Además no me fió de sus intenciones reales.
-- No Wynne, no te quiero conmigo, ni cerca de mí. Pero me imagino que tu seudo hijo Alistair, si te querrá, así que puedes venir.
Estaba dispuesta a hacer lo que fuera con tal de salir de la maldita torre, después ya vería la forma de resolverlo, pero antes tenía que abandonar este maldito lugar. En mi mente empezaba a formarse la forma de poder escapar de toda aquella historia, aun no veía como, pero tenía que haber una salida, solo era cuestión de encontrarla. Así que después de aceptar a la maldita maga, me gire para irme de la torre, para siempre.

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