viernes, 8 de octubre de 2010

Neshama una bruja diferente 42

Capítulo 42

Pero la paz duro poco, oí la voz de mi madre.
-- No los perviertas Ral, es mi hija y el padre de mi nieto, no necesitan a nadie, puedo ver que ni tan siquiera quieren a Yan entre ellos. Aquí no admitimos esas desviaciones.
-- ¿Desviaciones, perversiones Marethari? No es ninguna desviación o perversión, sus almas están unidas, solo que Neshi y Zev, están aun en una fase muy sensible, por eso no lo pueden aceptar. Pero no es un tema que a ti te interese Marethari, no tiene nada que ver contigo, ellos…
En ese momento entro Yan y se quedo mirando a Ral enfadado.
-- ¿Ral se puede saber de qué has estado hablando?
-- ¿Quieres toda la versión o solo la versión resumida?
-- Prefiero que me digas, todo lo que has hablado, hay temas que no deberías haber tocado y por lo que he escuchado al llegar a la puerta del Aravel, se que has hablado de mas.
-- Neshi y Zev pensaba que les ocultaba cosas, que sabia más de lo que les decía, no quiero que desconfíen de ti o de mí. No entendían porque tú deberías estar en esta conversación, fuera aparte de que hubieras sido amigo de Theron.
-- ¿Y qué les has dicho Ral?
-- Que tú estabas tan unido a ellos, como ellos están unidos entre sí. No es ninguna mentira, solo es la verdad.
Cuando hablo Yan su voz sonó dura, pero solo escondía un profundo dolor.
-- Una verdad que no deberías haber dicho… Creo que es mejor que me vaya, Neshi tiene razón no tengo motivos para quedarme.
Se giro hacia la puerta para marcharse, cuando en ese momento se oyó la voz de mi madre.
-- Si es mejor que te vayas – lo dijo con cierta alegría en su voz, la empatía hacia eso justamente, me decía lo que cada uno sentía en el momento en que hablaba, como mínimo la empatía a distancia – y olvides a mi hija y su compañero. Ellos no son para ti, ni para que los corrompas y los destruyas.
-- Marethari no veo que Theron y su compañero te corrompieran o te destruyeran, te dieron todo lo que poseían hasta sus vidas. No podría hacerles daño porque sería… - calló por un instante y rezumo dolor al cerrar los ojos, después añadió - da igual, me voy.
Sentí la voz telepática de Zev, hablarme con algo de angustia.
-- ¿Le detengo? No quiero…
-- Si Zev, por favor. Tampoco quiero que se vaya.
Se levanto de un salto y fue hasta la puerta donde estaba Yan abriéndola. Le cogió del brazo y le dijo.
-- Yan, no te vayas por favor, nosotros queremos que te quedes.
-- ¿Estáis seguros?
-- Si lo estamos.
-- Pues yo quiero que se vaya – dijo mi madre enfadada -. Neshi no permitas que te corrompan, te destruirán y destruirán a tu compañero.
Me levante y me acerque a donde estaban Yan y Zev, le pase el brazo por la cintura a Zev y él me atrajo hacia su cuerpo.
-- Madre como te dije antes en la reunión, soy más parecida a mi padre que a ti. Siento lo que los demás sienten, tú crees que es una aberración la empatía, para mí durante muchos años fue una maldición. Me obligaba a sentir los sentimientos de cualquiera con el que hablara, llego un momento en que odie estar cerca de cualquier ser inteligente, no quería sentir sus emociones y sus sentimientos cuando me estaban diciendo una cosa y pensaban otra. Desde que mi padre murió, no recuerdo haber tocado físicamente a nadie, ni haber permitido que nadie me tocara, hasta que conocí a Zev, no podía y no quería sentir sus esencias, sus almas o sus mentes en mi mente. Yan ha hablado de mi padre y su compañero, apenas tengo recuerdos de la época en que mi padre estaba vivo, no recuerdo a su compañero, pero espero sinceramente que le amara, porque tú no le amabas, no necesito tocarte para saberlo. No puedo evitar sentir tus sentimientos o tus emociones, no sé cómo evitarlo. Sé que para ti soy una aberración a la cual le tienes miedo, aunque intentes superar tu aversión hacia lo que soy, por ser tu hija, no puedo evitar sentir la aversión, el miedo y el odio que desprendes. Aunque no lo creas me duele que sientas esas emociones hacia mí, pero no voy a permitir que dictes mis aversiones, ni mucho menos que me transmitas el odio que te inculco Ian. Gracias a los Creadores, tengo demasiada edad para permitir que me influyas. – mi madre bajo la mirada al suelo y guardo silencio, mire a Yan a los ojos – Lo siento, no queríamos ofenderte Yan, solo es que…
-- Aun no lo comprendemos – dijo Zev terminando la frase por mi -. Lo sentimos de verdad, danos tiempo. No queremos hacerte daño.
-- Lo sé, se por lo que estáis pasando, por eso no os dije nada.
-- Gracias Yan, ven a sentarte con nosotros – le dije.
-- Me dejaríais mostraros algo a los dos.
-- No, no le dejes Neshi, es asqueroso, es repugnante. – dijo en ese momento mi madre.
Sin hacer caso de lo que mi madre estaba diciendo, le dijimos al unisonó Zev y yo.
-- Si, por supuesto, ¿Qué es lo que quieres mostrarnos?
-- Controla tu empatía, retenla ahora. Quiero mostraros esto.
Nos atrajo hacia él lentamente, por si no queríamos nos diera tiempo a separarnos. Nos abrazo a los dos juntándonos mucho mas, junto nuestras cabezas, uniendo nuestros labios, después nos beso a los dos. Sentí los labios de Zev en mis labios, a la vez que sentía los labios de Yan, su sabor junto con el de Zev hizo que me perdiera en el acto, sin soltar a Zev lo atrajimos más hacia nosotros uniéndonos con Yan. Fue como si su alma encajara a la perfección en las nuestras fundiéndolas, terminando de darle forma. Controle la empatía como me había pedido Yan, toda la experiencia fue en cierta forma física, pero a la vez no lo fue, creo que si hubiera intervenido mi empatía no habríamos podido separarnos.
No sé cuánto tiempo estuvimos abrazados besándonos, no lo podría decir. Pero si puedo contar lo que ocurrió cuando nos separamos a regañadientes, los tres nos caímos al suelo literalmente quedamos sentados en el suelo, solo teníamos ojos para nosotros tres, nadie más en el Aravel existió en ese instante. El tatuaje que nos envolvía a Zev y a mí se había extendido hacia Yan, ahora cubría levemente su cuerpo, pero cuando nos separamos se fue difuminando hasta desaparecer.
Fue muy extraño, según se iba difuminando el tatuaje, la fusión que habíamos tenido con Yan se diluyo, Zev y yo sentimos al unisonó un sentimiento profundo de perdida, que no entendimos ninguno de los dos.
-- Eso es aberrante - dijo mi madre – asqueroso… eso… eso era… era lo que… Theron quería que hiciéramos con su compañero, pero nunca me rebaje a caer tan bajo. Lo odie y lo sigo odiando, nunca permití que me usara de ese modo, es antinatural y aberrante. Lo único que me mantuvo a su lado fue tu concepción Neshi, pero ahora veo que eres igual que él.
Reponiéndome de la experiencia aunque sin soltar a Zev. Lo necesitaba más que nunca, necesitaba sentir su alma unida a la mía, porque ese sentimiento de pérdida nos había dejado doloridos. Zev me beso en los labios abrazándome, dándome fuerzas para la siguiente batalla, que sería con mi madre.
Me adelante hasta donde estaban Ral y mi madre, Ral se había mantenido todo el tiempo en silencio, me senté en el suelo, Zev se sentó detrás de mí y Yan se sentó a nuestro lado, poso su mano sobre las nuestras y pude sentir sus emociones mas ocultas. Como Zev era un especialista en ocultar sus emociones y sentimientos, el sentimiento más fuerte que me llego de Yan fue devastación y desesperación profunda, pues si para nosotros había sido dolorosa la separación, para Yan había sido devastadora. Después de unos pocos segundos le dije a mi madre.
-- Lo siento realmente por ti, siento que en el fondo seas tan egoísta que no puedas o no quieras compartir nada, ni tan siquiera con tu compañero. Realmente no sabes lo que te has perdido. Por primera vez en mi vida, me alegro mucho de ser una aberración, no soy humana madre, no tengo por qué comportarme, porque sentir como una humana. Le doy gracias a los Creadores por haberme hecho tal cual soy y por haberme dado… déjalo, no lo comprendes porque realmente no deseas comprenderlo. Sabes hay una cosa que me había estado molestando muchísimo desde que nos reencontramos, no podía recordar los sentimientos de amor y afecto hacia ti en mí, no podía sentir aquello que supuse había sentido cuando era niña. Después me molesto mas, cuando recordé en la unión con Zev, mi relación con mi padre y su muerte, curiosamente si recordaba los sentimientos que sentía por él, no solo los recordaba, sino que los sentía y los siento, ahora me pregunto ¿si realmente sentía algo por ti? Pero las respuestas tendrán que esperar, ahora tenemos un tema que tratar de suma importancia. La muerte de mi padre, el papel que jugó Ian en ella y por supuesto tu propio papel madre. Pero antes necesito que Ral me cuentes toda la historia, como me prometiste, desgraciadamente apenas tengo recuerdos de mi padre, lo poquito que recuerdo de él, es jugando con él junto algún rio o lago y el día en que lo asesinaron, - aquí me fallo la voz, había intentado que no me afectara tanto, pero siempre que recordaba aquellos momentos, sentía un profundo dolor – de ese día desgraciadamente recuerdo todo lo que ocurrió, recuerdo haber visto a mi padre con otro elfo, atacar al grupo de templarios que me tenían atada de pies y manos, para que no me pudiera mover, recuerdo que cuando cayó herido de muerte, me arrastre hasta su cuerpo, recuerdo su voz en mi mente, su amor envolviéndome, como también recuerdo su dolor, tanto físico como espiritual, al saber que me dejaba sola en el mundo. Son poca cosa como recuerdos de mi padre, pero es lo único que tengo, aunque sean dolorosos, los quiero conmigo, no permitiré que se borren de mi memoria.
Cuando Ral comenzó hablar, miro a mi madre y después a nosotros.
-- Como ya sabéis Theron era mi hermano – al decir esto mi madre dijo.
-- ¿Eres su hermano? Ya decía yo que te odiaba, que me provocaste odio nada más verte. No tengo por qué escuchar toda esta basura, no me interesa.
-- Marethari siéntate y guarda silencio – le dijo Ral a mi madre – no estás aquí por mi voluntad, sino a petición de Neshi y comprendo su razón para querer que estés presente. Espero que no me vuelvas a interrumpir o tendré que silenciarte hasta que termine.
“Seguiré con lo que estaba diciendo. Theron era mi hermano gemelo, desde nuestra concepción estuvimos muy unidos, tanto que los dos compartimos muchas cosas, nuestras mentes siempre estuvieron unidas, podíamos hablarnos a nivel telepático siempre, era totalmente indiferente si estábamos juntos o separados por la distancia, nuestras esencias y almas siempre estuvieron unidas. Por eso sé muchas de las cosas que ocurrieron, en el tiempo en que tu padre y su compañero conocieron a tu madre, también sé lo que ocurrió con su unión.”
“Como sabes hace cien años que Ort, nos pidió ayuda para salvar a su compañero de la destrucción y que Theron se comprometió ayudarlo, ya que era el único que podía hacerlo. Yo durante la última guerra contra los humanos perdí gran parte de mi empatía, todavía no se bien como ocurrió, creo que fue una infección que sufrí contagiada por los humanos, al término de la misma mi empatía no volvió a ser igual, había perdido casi toda, aunque aún me queda suficiente, como para saber los sentimientos que tienen los que me rodean. – dijo esto último mirando a mi madre - Por esa razón Theron fue el que se comprometió, además yo debía cuidar a nuestro clan, por lo que deje que Theron y Eriel, fueran los que intentaran encontrar su otra parte, su tercera alma, la compañera que los terminaría de unir totalmente y que les podría dar un hijo con el que ayudar a Ort. Vagaron de Clan Dalishano en Clan Dalishano, hasta que conocieron a Marethari, en aquel entonces era una aprendiza de Custodia. Los dos se enamoraron profundamente de ella nada más verla, supieron que era su complemento, su compañera del alma, por eso se quedaron en este Clan, aun que ya sabían que Ian estaba en él. Incluso a pesar de que cuando me lo dijeron, les pedí encarecidamente que se fueran, pero tu padre y su compañero se negaron a entrar en razón, alegando que Marethari era su compañera, que tardaría en aceptarlos, porque Ian la había inculcado las costumbres de los humanos, pero que al final los aceptaría a los dos. Yo conocía a Ian mejor que Theron y que Eriel, sabia de lo que es capaz, aunque no tenga empatía, es muy capaz de coaccionar e infundir sus ideas en otros, había tenido maestros muy buenos. Pero sigamos con mi hermano y su compañero, ya llegaremos a Ian. Se quedaron en el Clan en contra de mis consejos y Theron accedió a casarse según las reglas que Ian había impuesto en el Clan para las uniones, no quiso casarlos a los tres, para él era una perversión y una trasgresión el que le insinuaran tal cosa. Aunque Theron y Eriel estaban unidos como lo estáis vosotros dos Zev y Neshi, compartían también una forma de tatuaje que solo se da en ese tipo de unión, pero Ian no quiso casarlos con tu madre. Ellos quisieron unirse con Marethari, a pesar de tener todo en contra. Nunca habían vivido una sola noche separados, en los muchos siglos que habían estado unidos. Pero para contentar a Marethari, accedieron a separarse mientras conseguían convencer a tu madre de que formara una unión con ellos dos. Tu madre no quiso jamás formar parte de ellos, como yo les había advertido, pasaron meses separados, Eriel se fue al Aravel de los cazadores solteros, a pesar de que eso les provocaba dolor a los dos. Tu madre siguió viviendo con Theron en un Aravel para ellos, pero sin querer ni tan siquiera unirse a tu padre. Tu madre cada mañana le daba un informe completo a Ian de las actividades de Theron, así fue como Ian supo que Theron tenía empatía, los vigilaba como si fuera un halcón, cuando los veía juntos a Theron y Eriel, los separaba. Chantajeaba a tu padre y a Eriel con contárselo a Marethari advirtiéndoles que si ella llegaba a saber que se acostaban juntos o que estaban juntos, podría romper el casamiento. Después llego tu concepción y las cosas se complicaron. Marethari se había quedado embarazada de Theron, ya no la seria posible romper el casamiento, alegando mil razones extrañas. Después de que te diera a luz, te entrego a tu padre y le obligo abandonar el Aravel en el que había vivido con tu madre, pero como te tenia a ti, le concedieron un Aravel solo para él, aunque Eriel básicamente se traslado allí. Los que realmente te criaron fueron Eriel y Theron, por eso no tienes recuerdos de sentimientos hacia tu madre, porque realmente nunca los tuviste.
Mientras escuchaba hablar a Ral de la historia de mi padre y de su compañero, como de mi madre. Pensé en lo que tenían que haber sufrido al tener que estar tanto tiempo separados, sin ni tan siquiera poder hablar entre ellos. Es cierto que Zev y yo no llevábamos siglos unidos, pero no podía imaginar pasar una noche lejos de Zev, si incluso cuando íbamos con los humanos en el grupo, necesitaba girarme a mirarlo, necesitaba sentirlo, tocarlo. No podía suponer la angustia y el dolor que debieron pasar, para que yo llegara al mundo. Ahora me apenaba más que nunca no tener recuerdos de ellos, no ser capaz de recordar aquellos cuatro años, aunque lo deseaba con todo mi corazón.
-- Pero yo recuerdo algunas imágenes de mi madre junto a mi padre, aunque no se dé que época son o cuando se dieron.
-- Neshi no se si aun soy capaz de hacer lo que te voy a decir. Siento tu angustia por no poder recordar, puedo intentar devolverte la memoria de aquellos cuatro años, en que eras demasiado joven para haber mantenido los recuerdos intactos en tu mente consciente. Pero no sé si tendré la fuerza empática necesaria para hacerlo.
-- Inténtalo por favor, si puedo ayudarte a nivel empático tienes mi total cooperación. Quiero tener más recuerdos de mi padre, quiero poder recordar a su verdadero compañero – dije esto mirando a mi madre totalmente enfadada – recuerdos que no sean de dolor y pena.
-- De acuerdo Neshi, ven aquí y siéntate en frete de mí.
Antes de levantarme acaricie las dos manos que tenían apresada a la mía, después saque mi mano de entre ellas y las volví a juntar, mire a Zev y a Yan y los sonreí, fui hacia donde estaba Ral y me senté en frente de él.
-- Ahora pon tus manos en las mías.
Así lo hice y como había pasado durante la reunión del Clan de mi madre, nuestras mentes se conectaron en el acto. Sentí la esencia de mi tío uniéndose a la mía, suavemente sentí como mi mente retrocedía hacia el pasado lejano.
* * *
Cuando mis ojos se abrieron vi el mundo a través de los ojos de un bebe, pero aun siendo un bebe, sentía los sentimientos de mi madre a mi alrededor. Rechazo y desprecio, sobretodo odio hacia mi padre y hacia mí, escuchaba sus palabras y las entendía, con la mente de una niña, pero que a la vez era una adulta.
Oí a mi padre decirle a mi madre.
-- Mira tiene tu cara, es tan bonita.
-- Si es tu hija, no tengo más que mirarla para saberlo. Es una aberración igual que tu y ese pervertido de Eriel, es bonita, la quieres quédatela, es todo lo que vas a tener de mi a partir de ahora. Ha llegado la hora de que te marches del Aravel, no te quiero en el mismo Aravel en el que este yo. Les he pedido a los artesanos que te crearan un Aravel para ti, para que te trasladaras en el momento en que naciera tu aberración. Te la llevas o la mato, tú decides.
-- Es nuestra hija, ¿Cómo puedes hablar así de ella? Me la llevare lejos del Clan. Y no volverás a saber nada de nosotros.
-- No se te ocurrirá irte, Eriel está bajo vigilancia, si te vas lo mataremos y después iremos a por ti. Con una niña tan pequeña te será imposible escapar de nosotros. Si quieres escapar tendrás que sacrificar a Eriel y a tu aberración. Ian tiene planes para vosotros tres, y esos planes se llevaran a buen término.
En ese momento vi por primera vez la cara de mi padre, mirándome con cariño, me levanto y sentí su amor, su protección, me sentí querida, aun a pesar de las palabras de mi madre. Sentí que mientras estuviera en los brazos de mi padre, no me ocurriría nada, que estaría totalmente segura y que sería amada.
Vi como mi padre recogía sus cosas, mientras me mantenía en brazos, salía del Aravel de mi madre para siempre. Me dormí o eso creo, por que desperté sintiendo el dolor y la angustia de mi padre y de su compañero. Me habían abrazado entre los dos y me miraban con las cabezas juntas, sonriéndome, pero no dejaba de sentir su perdida. Su compañera la que debía unirlos perfectamente, los había rechazado, de hecho los odiaba. Abrí los ojos ante la angustia que sentía y vi por primera vez a Eriel. Sus ojos negros me miraban acariciándome, sentí su toque mental, su amor igual que había sentido el de mi padre. Eriel al que no había conseguido recordar en la unión con Zev, era hermoso aunque tenía una cicatriz que le cruzaba la cara, haciéndolo asqueroso según mi madre, pero en mi mente infantil veía esa cicatriz hermosa y adorable, todavía en mi recuerdo sigue siendolo. Su pelo muy largo era de color negro al igual que sus ojos, su piel mucho más oscura que la de mi padre.
Fue Eriel quien me puso por nombre Neshama y mi padre le tomo el pelo, porque era un nombre muy largo. Recordé la conversación completa.
Eriel le dijo a mi padre.
-- Dices que se parece mucho a Marethari, sin embargo yo la veo idéntica a ti, bueno ella es mucho más guapa que tu y más simpática. Theron deberíamos ponerle un nombre.
-- Si lo dices es porque ya tienes uno en mente, ¿en cuál habías pensado?
Me miro, debía de estar acostada bocarriba, por que los veía a los dos, estaba jugando con el pelo de Eriel, que estaba más cerca que mi padre.
-- Para mí es un milagro que exista Theron, y es nuestra pequeña almita. Que mejor que Neshama significa alma y si lo acortas a Neshi significa milagro. Si me gusta Neshama.
-- Si quieres así se llamara, aunque me parece muy largo. La quieres mucho, ¿verdad?
-- Tanto como tu Theron, ella ha merecido el tiempo que tuvimos que sufrir por estar separados. Es terrible que su madre sienta tanto asco cuando me ve, no sé por qué nos odia tanto. Se supone que debería habernos amado.
-- Nadie hubiera imaginado que Ian estaría en este Clan, me imagino que a pesar de que le gustan tanto los humanos, teme que le descubran, que sepan que es inmortal. El es el culpable de que Marethari no nos quiera a su lado, que nos trate como si fuéramos aberraciones. Te tengo a ti y a ella, para mi es suficiente, no la necesito… y después de que quisiera asesinar a nuestra hija, no la quiero a mi lado.
-- Tampoco la quiero a mi lado Theron. Sabes que desistí de acercarme a ella hace mucho tiempo, odio el asco que se expresa en su cara cada vez que me mira, odio el sentimiento de desprecio que emana de ella. Tenemos a Neshi que será nuestro cielo pequeñito. Pero necesitamos buscar la forma de salir del Clan sin que nos maten.
-- Lo sé Eriel. Pero mientras este el Custodio no se atreverán a atacarnos, aun así tendremos que pedirle ayuda a mi hermano Ral, se va a poner hecho una furia cuando se entere de lo que nos está pasando. Pero vendrá ayudarnos a salir de aquí.
Después sentí los brazos de Eriel que me levantaban y me abrazaba, sentí todo su amor y sentí y recordé el amor que yo sentía por él y por mi padre.
Vi momentos de mi vida con ellos dos, momentos felices, cuando jugábamos juntos. Cuando viajábamos junto con el Clan entero por los bosques, pues a los tres no nos dejaban salir del campamento juntos, siempre mantenían a uno de nosotros a la vista de Ian y mi madre que en ese momento ya se había convertido en la Custodia del Clan.
Recordé lo ocurrido en el bosque el día que fui apresada por los templarios. Estaba jugando con los animales pequeños que había cerca del Aravel de mis padres, los animales nunca me tuvieron miedo, de hecho siempre recuerdo haber tenido algunos a mi alrededor durante aquellos años, los curaba y jugaba con ellos, mis padres estaban cazando aquella mañana.
El Clan necesitaba carne para salar y almacenar, para poder pasar el invierno, era la obligación de todos los cazadores en aquella época del año, proveer suministros de carne, por eso no estaban conmigo. Vi a mi madre que venía con Ian hacia mí, la verdad es que les tenía miedo a los dos. Sentía el odio que tenían hacia nosotros, por lo que corrí al Aravel, pero ellos entraron detrás de mí. Mi madre hablo conmigo intentándome convencer de que fuera con ella al bosque, que quería enseñarme herboristería eso dijo, la necesitaría según ella para poder aprender a sanar con emplastes. A mí me gustaba mucho el bosque, me gustaba pasear por él, pero no quería ir con ellos.
Cuando se les termino la paciencia y se dieron cuenta que por las buenas no me iría con ellos. Ian me cogió a la fuerza en brazos y me saco del Aravel, llevándome lejos de la mayoría de los elfos del Clan, me internaron en el bosque profundo dejándome allí sola. Como estaba perdida comencé a llamar a mis padres y a llorar. En ese momento vi aparecer a los templarios, jamás había visto humanos, no sabía ni que existían, me dieron miedo y corrí para alejarme de ellos, pero solo era una niña pequeña, no pude llegar muy lejos antes de que me apresaran, luche contra ellos como pude, ya tenía más magia de la que es normal, les lance cosas a la cabeza, sin moverme, invoque unos cuantos hechizos de ataque, pero apenas sabía lo que estaba haciendo. Ellos me controlaron con total facilidad y me ataron las manos y los pies, después cuando se dieron cuenta que aun era capaz de seguir haciendo magia, me cerraron la boca con un pañuelo.
En mi desesperación cometí un gravísimo error, me conecte a nivel telepático con mis padres, con los dos les dije donde estaba y que estaba apresada por unos seres que no sabía lo que eran, pero que no eran elfos, Eriel me aseguro que todo estaría bien, que irían a por mí en el acto, sentí el amor de los dos envolviéndome, protegiéndome, consiguieron tranquilizarme. Tardaron algunas horas en poder encontrarme, cuando mis padres llegaron cerca de donde estábamos, sentí los pensamientos de Eriel, me dijo que ya me veían, que no tuviera miedo, que me sacarían de allí. Mi padre me pidió que viera lo que viera, no me moviera hasta que ellos llegaran hasta mí.
Entonces les vi a los dos cargar contra los templarios, ellos no se esperaban que tuvieran tanta resistencia por parte de solo dos elfos, pero entre los dos se abrieron paso casi hasta llegar a donde estaba atada, vi como derribaban a Eriel, sentí su dolor y sentí su amor por mí, también sentí cuando murió, intente arrastrarme hasta Eriel, pero uno de los templarios no me dejo moverme, después vi como asesinaban a mi padre y el templario que me sujetaba me soltó, me arrastre hasta el cuerpo moribundo de mi padre, que intentaba alcanzar la mano de Eriel que había caído un poco más atrás que él, cuando mi padre había alcanzado el cuerpo de su compañero, lo cogió con un brazo y después me abrazo a mí. Sentí su amor, su ternura, su voz hablándome en la mente, pidiéndome que ocultara mi empatía, diciéndome que esos seres eran mi peor enemigo. Sentí la despedida de mis padres, su dolor y desesperación al saber que me dejaban sola en un mundo en el que sería un monstruo, sentí a mis padres pues aunque el cuerpo de Eriel había muerto antes, puede aun sentir sus pensamientos, su amor y su despedida. Lloraba mientras mi padre me abrazaba entre él y Eriel, después llego el vacio en mi corazón y me sentí muerta, mi mente quedo anulada al no poder soportar tanto dolor, quede sentada en medio de sus cuerpos muertos, acariciándoles sus caras manchadas de sangre, intentando limpiar la sangre con mis manos, hasta que los templarios me sacaron de allí.
Los recuerdos se fueron sucediendo, recordé cada momento que había vivido con mis padres. Y supe que las imágenes que tenia de mi madre junto a mi padre, eran pura fantasía inventada por mi mente, que deseaba profundamente que no me hubiera despreciado de la manera que lo hizo, como deseaba que jamás hubiera odiado a mis padres. Aunque solo llevara la herencia de uno de ellos, los dos fueron mis únicos y verdaderos padres. Ahora sabia que estaban muertos y nunca volvería poder hablar con ellos, ni a sentirlos. Todo lo demás solo había sido un intento frustrado por borrar lo inevitable.
* * *
No me di cuenta que estaba llorando hasta que Salí del trance empático en el que había entrado para poder recordar. Mi tío me había abrazado y tenía a mi lado a Zev y Yan, intentando calmarme. Me gire hacia ellos y los abrace. Así pasamos mucho tiempo hasta que conseguí serenarme, pero la perdida que sentía, tardaría mucho tiempo en mitigarse. Aunque ahora sabía muchas cosas, incluso más que mi tío Ral.
Cuando conseguí serenarme y me vi capaz de poder hablar, me levante y fui hasta donde estaba mi madre, la dije.
-- Si ahora entiendo muchas cosas que no podía entender antes. Si tú eres mi madre porque me portaste en tu vientre, pero no tenemos más relación que esa. Mis padres murieron el mismo día en que me raptaron a mí. Ellos dos, Theron y Eriel fueron mis verdaderos padres. Tú me odiabas, para ti solo era una aberración. Cuantas veces me rechazaste cuando era casi un bebe y me acercaba a ti, porque quería conocer a mi madre. Lo que no entiendo, es por qué antes en la reunión dijiste que Ian no te separaría de tu hija, ya lo hizo cuando era solo un bebe. Dime una cosa. ¿De quién pensabas que estabas embarazada? Porque no creíste que fuera mi padre Theron quien te había dejado en estado.
-- ¿Quieres saberlo? Pensé que tu padre era Ian… pero cuando naciste con ese pelo rojo, idéntico al de tu padre, me dieron ganas de vomitar. Si Theron no te hubiera llevado te habría matado.
-- Si eso también lo sé Marethari, gracias por dejarme en tan buenas manos como mis padres. Tú hablas de que mi padre y su compañero eran unos pervertidos, ¿Qué se puede decir de ti? ¿Cuál es el nombre por el que te defines? Sabes a pesar de todo, ellos te amaron de verdad, con un amor que dudo mucho que Ian fuera capaz de imitar. Solo respóndeme a unas preguntas. ¿Por qué te has quedado con nosotros? y no me digas que es por recuperar los años perdidos con tu querida hija, eso ya no te va a servir. ¿Qué era lo que tenias planeado para Zev, nuestro hijo y para mi, si Ral no hubiera aparecido? ¿Nos pensabas vender a los templarios, como hicisteis con mis padres y conmigo?
-- Cuando volví a encontrarte, gracias a la información que me había dado Ort en el “Velo”. Pensé que al haber sido criada entre humanos serias correcta en tu moral, que serias pura. Vi a tu compañero y pensé que por fin podría considerarte mi hija. Luego supe que tenías empatía, cuando te aparecieron esos tatuajes, supe que como me había temido, cuando tú naciste eras otra aberración. Pero seguí engañándome a mí misma, al pensar que no eras igual que tu padre, pero después de lo que he visto ahora, se que eres igual. Tu educación correcta recibida por parte de los humanos, no te ha servido de nada, llevas la impureza en la sangre.
Me la quede mirando, entonces me decidí. Cogí su mano y mi mente se deslizo por la suya, sin sutilezas, ni suavidades. Por pura fuerza me introduje en su mente y allí le transmití toda la “educación correcta humana, que había recibido y que guardo en mi memoria”, todos los sentimientos, todo el pesar, todo el desprecio que había sentido de los humanos hacia los elfos, todo. Desde la muerte de Jowan al que tuve que matar. Hasta la primera maga que conocí que la habían hecho tranquila a la fuerza. La primera vez que tuve que sanar a un mago que había sido violado y torturado por los templarios, durante más de un mes, en este último, le transferí todo los recuerdos del mago, todo por lo que paso, sin censuras, los sentimientos que sentí cuando lo estaba curando. El miedo de los veinte años vividos en la torre, la soledad profunda en la que había crecido, mi pequeño mundo reducido a los libros. Después le transmití lo que mis padres habían sentido por ella, los sueños que les había roto. El amor que me había rodeado mientras vivía con ellos, y que ella me lo había robado al traicionar a mis padres. Cuando concluí de mandarla sentimientos y emociones, la solté y me aleje.
-- Marethari, por favor, vete. Quiero que esta noche todos los elfos que se quieran ir contigo, se vayan, no te quiero a mi lado. No nos vas a destruir como hicisteis con mis padres. No cogerás a mi hijo y se lo entregaras a los templarios, como hicisteis conmigo.
-- Me has forzado, me has metido ideas inventadas en mi mente, nada de lo que he sentido es real, solo son invenciones tuyas.
-- No Marethari, no… solo te he transmitido la verdad, solo aquello que viví, nada más. Con la empatía no me puedo inventar nada, no puedo mentir, nadie puede mentir cuando esta tan conectado a la mente de otro. Ahora vete.
-- No quieres escuchar mis explicaciones, el por qué odiaba a tu padre.
-- Si te oigo dar una explicación a lo que recuerdo, es muy posible que te mate y eso no me lo podría perdonar, aunque solo sea por respetar el amor que mis padres sintieron por ti. Pero si quieres hablarme sobre el odio que sentías hacia mi padre y su compañero, por no hablar del odio que sentías hacia mi o que sientes, lo escuchare.
-- Cuando tu padre y su compañero llegaron al Clan, me parecieron dos elfos muy guapos, aunque sinceramente me repugnaba la cicatriz que tenia Eriel. Ellos coqueteaban conmigo, los dos, pero no le di importancia. Theron era el más guapo de ellos, por lo que comencé a coquetear con él, pensando que así Eriel me dejaría en paz. Además Ian quería que los vigilara y le informara sobre sus actividades, aunque el Custodio de aquella época me lo prohibió, me prohibió hacer cualquier cosa que fuera en contra de Theron y de Eriel. Un año después sufrió un desgraciado accidente.
-- Si se tropezó con su propia daga, ¿verdad? – dijo Zev que había seguido todas mis vivencias y todas mis emociones a través de nuestra unión. No mire a Zev, aunque sabía que estaba muy cerca de mí.
-- Pero tú en aquella época ya eras la amante de Ian – esto no lo sabía con seguridad, pero supuse que era cierto -. Que te pidiera que coquetearas con Theron no te pareció manipulador, pervertido… que más cosas has dicho sobre mi padre y Eriel, ¿asqueroso? No consideraste que te usaba para llegar a sus propios fines. Creo que tienes dos tipos de rasero para juzgar a los demás, no eres muy justa con nadie. Sigue contándome que tan malo y terrible, fue sentirse amada por dos elfos fantásticos.
-- Tu padre y Eriel forzaron mi mente, para engañarme, hacerme sentir atraída hacia los dos, llegue a creer que incluso estaba enamorada de los dos. Gracias a que Ian me consiguió limpiar la mente de las oscuras y asquerosas fantasías que me habían inculcado esos pervertidos.
-- Eres una inculta realmente. Sabes cómo funciona la empatía, tú sientes aquello que sienten los que están a tu lado, no puedes engañar a nadie a través de ella, no puedes dañar a nadie. ¿Sabes por qué? Porque en el fondo tú sientes ese daño, tú sientes el dolor del otro. No te puedo creer cuando dices que te forzaron, vosotros habíais nacido para uniros, tú con tu estupidez los destruiste a ellos, no ellos te destruyeron, tú fuiste la que hicisteis el daño. Tú me quisiste matar al ver que no era hija de Ian, por que este te había mentido, te había dicho que mi padre no era capaz de engendrar, ya que tenía un compañero varón, ¿me equivoco?
-- Tú no lo sabes porque eres otra aberración igual que ellos, tú no sabes lo que se siente cuando te tocan con sus mentes sucias, cuando se arrastran por tu cuerpo ensuciándote, haciéndote participe anuente de sus perversiones. Si Ian me dijo que tu padre y Eriel no serian capaces de engendrar hijos, ya que eran amantes.
-- Pues como ves él te mintió, yo soy la prueba absoluta. Creo que ya he oído más de lo que deseo de ti, recuerda que solo te perdono la vida en nombre del amor que mis padres sintieron por ti. Ahora vete, no quiero volver a veros a ninguno. La única excepción es Paivel si él se quiere quedar, será más que bienvenido, pero ningún otro lo quiero cerca de mí y de mis compañeros, por supuesto no cerca de mi hijo. Ral hay alguna manera de enviar un mensaje al grupo de guerreros Badarian que acompañaban a Merrill para que vuelvan con su grupo a recoger al resto del Clan de mi… no de Marethari. No te mereces que te llame madre.
-- Si la hay, pero Shay la podría llevar mucho más rápido que cualquiera de nosotros.
-- Pues saldré a avisar a Shay, Yan te importaría escribir la nota para tus guerreros, por favor. No quiero pasar un minuto más, del estrictamente necesario cerca de la Custodia Marethari, si es posible.
-- Mi querida brujita, quédate iré a buscar a Shay.
Me abrazo y me beso en el cuello, después me movió a los brazos de Yan, para salir corriendo por la puerta.
Sentí el cuerpo solido de Yan tensarse y un fuerte golpe mágico nos llego desde donde estaba mi madre, Yan recibió todo el golpe, pues había interpuesto su cuerpo en la trayectoria del hechizo. Grave error a mi no me hubiera afectado el hechizo pues aun tenia puesto el escudo antimagia. En el instante en que sentí que Yan había sido quemado por la magia, mi empatía se alzo, sanándole totalmente en el acto, pero aun así quedo inconsciente. Pero si consiguió que Ral la atacara mágicamente, encerrándola en una prisión mágica, que no era el mismo hechizo que yo había usado cuando Zev me había emboscado, era un hechizo que si el mago que lo lanzaba lo deseaba al final moría el objeto encerrado.
Ral se acerco a nosotros dos, y dijo.
-- ¿Estáis bien? Yan ha parado totalmente el golpe mágico.
-- Si Ral estamos bien, lo ha parado pero le he sanado.
-- Si ya me he dado cuenta, has enviado tanta magia sanadora que probablemente hayas sanado a cualquiera a más de treinta metros del Aravel. Déjame que te ayude a levantar a Yan, este enano crecido cada día pesa más. Mañana sin falta te enseñare como usar la energía de la tierra, no podemos dejarlo pasar un solo día más. Ahora mismo has perdido todo el color de tu piel. Cuando venga Zev, veros a descansar al Aravel, han sido demasiadas cosas para un solo día, dejar si queréis a Yan aquí, yo lo cuidare.
No respondí a mi tío en ese momento, en cierta forma quería irme al Aravel sola con Zev, perderme entre sus brazos y fundirme con su cuerpo, para olvidar todas las cosas que había descubierto ese día. Pero mis ojos se deslizaron hacia la figura inconsciente de Yan, le acaricie la mejilla admirando su semblante. En ese instante sentí la voz de Zev en mi mente.
-- No mi querida brujita, no podemos dejarle ahí, es parte de nosotros. Tendremos que aprender a compartirnos con él.
-- Tienes razón Zev, no podemos dejarle.
Levante la cabeza y vi a Zev a mi lado, a su lado estaba mi tío.
-- No Ral, nos llevaremos con nosotros a Yan a nuestro Aravel. Pero antes tenemos que decidir qué hacer con mi madre y el resto de su clan.
-- Por cierto me encontré a Paivel cuando fui a buscar a Shay, me dijo que él no se iría con la Custodia Marethari, que si no le queríamos entre nosotros seria en solitario, pero que no volvería al Clan de ella.
-- Por mi parte Paivel es el único que se puede quedar de ese clan, no quiero a nadie más con nosotros. Otra cosa Ral, deberemos cambiar por completo todos nuestros planes, habrá que idear algunos giros en ellos para que mi… no para que Marethari no los conozca.
-- ¿Qué quieres que haga con ella Neshi?
La mire, seguía encerrada en el círculo mágico. Mire a Zev y a Yan, después recordé a mis padres muertos y a mi sentada en medio de sus cuerpos, solo pude decirle a Ral.
-- Mátala, no voy a permitir que sea un peligro para ninguno de nosotros. Nunca más
Zev me abrazo y me susurro.
-- ¿Estás segura mi querida brujita?
Mientras escuchaba la misma frase pronunciada por Ral.
Los mire a los dos y después a ella.
-- Si estoy segura.
Escondí la cara en el hombro de Zev, para poder contener las lágrimas, mientras Zev me acariciaba el pelo con ternura. Yan se había despertado antes de que comenzara la discusión sobre el destino de mi madre, sentí que se ponía detrás de mí y me acariciaba a su vez, Zev alargo el brazo atrayendo más cerca a Yan de nosotros, hasta que este nos había abrazado a los dos.
Ahí sentí que el círculo mágico que rodeaba a mi madre se había cerrado, poniendo fin a una vida de traición y mentiras, que me había robado a mis padres y todo su amor. A pesar de todo ello, me sentí muy afortunada, había conocido el amor de mis padres y ahora tenía el amor de mis compañeros de vida, no podía haber pedido mejor destino.
Ral dejo pasar unos minutos antes de decirme que debíamos salir del Aravel, para mandar la nota a los guerreros Badarian para que volvieran, pero que teníamos que hacer algo con el resto de los elfos del Clan de Marethari que esperaban en la puerta.
Tarde un momento en contestarle, se estaba demasiado bien entre Zev y Yan como para poder pensar con claridad, después me deslice fuera de sus brazos y le dije.
-- Si Ral tienes razón. Vamos a fuera.
No quise mirar el cuerpo sin vida de la mujer que me había traído a este mundo. No quería tener más recuerdos de muerte.
Salimos del Aravel y Ral les hablo.
-- La Custodia Marethari nos ha dejado, siento decir que está muerta. He mandado llamar al grupo que partió con Merrill, para que podáis iros con ella, ha donde normalmente soláis estar en esta época del año, no creo que hayan llegado muy lejos, posiblemente en unas dos horas estarán de vuelta.
-- Custodio Ral, no volveré a ese Clan. – dijo Paivel.
-- Eres el único de tu Clan que tiene permitido permanecer con nosotros, los demás deberán marcharse. Ya hemos tenido suficientes sorpresas sembradas por Ian, no queremos más. Neshi, Zev y Yan marchar a descansar, sin protestas Yan, vete al Aravel con ellos. Me encargo de lo que sea necesario aquí.
Yan hizo unas señas a unos guerreros Badarian que había cerca de nosotros y se fueron a rodear a Ral para protegerlo ante cualquier intento, por parte de los miembros del Clan de Marethari.
Nosotros entramos en nuestro Aravel, me fui sin fuerzas hacia la cama, sin desnudarme me tumbe de lado, después Zev se acostó a un lado mío y Yan se acostó al otro, nos abrazamos los tres mientras nos sumíamos en el sueño.
Había sido un día demasiado largo.

1 comentario:

  1. Me has hecho llegar a las lágrimas con los recuerdos de Neshama. Es impresionante lo atrapante de las situaciones.
    La verdad, mis Felicitaciones Jayelet, es un trabajo espectacular el que estas realizando.

    Saludos.

    Ali-li

    ResponderEliminar