lunes, 15 de noviembre de 2010

Neshama una bruja diferente 51

Capítulo 51

Utilizamos el mismo camino que habíamos usado para entrar, con la diferencia de que no teníamos hechizo de silencio, mientras yo levantaba a todos, con la que habíamos organizado en la elferia, los magos y templarios de la ciudad ya sabían que pasaba algo raro dentro, pero si entraban y encontraban los cadáveres de los magos de Tervinter, les echarían a ellos la culpa de ser los responsables de las explosiones mágicas. En poco tiempo conseguimos llegar al almacén, cuando entramos Shianni y Alarith se quedaron quietos impresionados por las quemaduras que mostraba Ral.

Debíamos organizarnos ya que había mucho trabajo que hacer. Yo me podría encargar de sanar a Ral, pero llevaría su tiempo sus heridas eran profundas, además debíamos conseguir retrasar la Gran Asamblea un día, pues sino Ral no estaría curado, aparte de tener que llevar a Shianni y Alarith hasta el Clan que se encontraba en las afueras de la ciudad, muy cerca del bosque de Brazilia.

-- Yan, Zev tenemos que organizarnos, Fenarel está totalmente ido no podemos contar con él en este momento. Mientras me encargo de sanar a Ral, vosotros dos podíais llevaros a Shianni y a Alarith hasta el Clan, después os podría volver a traer Shay, cuando volváis Ral estará casi curado y podre ir hablar con Anora, para que ella nos puede conseguir el día que necesitamos para retrasar la Gran Asamblea.

-- ¿No le vas hacer nada después de lo que hemos visto en la elferia? – dijo Yan.

-- Yan pienso cobrarme cada vida de elfo que se ha perdido a un precio muy alto. Pero ahora es la hora de la hipocresía, la necesitamos bailando a nuestro son, aunque ella piense que bailamos al suyo. Si una cosa he aprendido de los humanos es que hay que ser más artero que ellos.

-- Y tenemos que ir los dos, tú por supuesto te vas a quedar sola. – dijo Zev.

-- Zev estoy en un almacén cargado de armas, además no soy una dulce doncella indefensa y en este almacén estoy segura, si añades que dentro de poco vendrá Riordan, y que creo que es de los pocos humanos en los que podemos confiar, no me pasara nada. Vosotros tenéis que ir dos, porque esta ciudad está empeñada en matarnos, no lo voy a consentir. Venga por favor amores, tengo que sanar a Ral.

“Shianni y Alarith ahora os sacaremos de la ciudad, aquí corréis mucho peligro, primero los humanos que si os ven habrá problemas y después no se cuanto tardara el Archidemonio en aparecer pero está muy cerca, si os vais con el Clan estaréis mucho más seguros, ellos os protegerán. Siento no haber sido más amable con vosotros, pero es que ahora mismo no puedo, cuando nos volvamos a ver podremos hablar tranquilamente.”

-- Lo curaras ¿verdad? – dijo Shianni con preocupación en la voz.

-- Si Shianni lo curare y después le daré de tortas hasta que me canse por hacer el loco.

Se arrodillo al lado de Ral y le paso la mano por la mejilla acariciándosela.

-- Cuídales – dijo mientras miraba a Fenarel y acariciaba a Ral.

-- No te quepa duda que lo hare.

Se levanto acercándose a la puerta donde estaba Alarith, esperando a Zev y Yan.

Me arrodille junto al cuerpo de Ral, concentrando mi empatía en su cuerpo, haciéndolo muy sutilmente, porque mi empatía tenía la costumbre de ser muy ruidosa.

Uno de los días que estuvimos en camino, Ral me había explicado que la empatía se comportaba en parte como era la personalidad del elfo que la tuviera y que como mi personalidad era totalmente explosiva, así también lo era mi empatía.

Por los Creadores, que cuando sanara lo iba a golpear hasta que me desapareciera el enfado tan enorme que me había provocado, sabía que Yan y Zev se habían dado cuenta del detalle de que no se hubiera cubierto con el escudo antimagia y se lanzara a parar el hechizo que iba dirigido a nosotros, que si estábamos cubiertos con dicho maldito escudo.

Antes de marcharse, Zev se arrimo a donde estaba sentada, me beso en el pelo mientras susurraba muy bajito, para que solo nosotros tres pudiéramos oírlo dijo.

“Neshi ten mucho cuidado, por que como te hagas un simple rasguño, voy a ponerte en mis rodillas y a darte palmadas, hasta que me canse.”

Yan a su lado asintió.

“Y yo iré detrás de Zev… así que cuídate muchísimo, no te fíes de nadie.”

Para suavizar la tensión que teníamos, dije en el mismo tono guiñándoles un ojo.

“Eso suena muy interesante… no se quizás me haga un arañazo a posta”.

“No se te ocurrirá – dijo Zev – juro que cumpliré mi palabra.”

“Si me portare bien, anda viejitos que tengo que trabajar, salir y volver de una pieza, porque si no seré yo quien os de los azotes en el culo.”

“Eso suena mejor.” – dijo Yan.

Baje la cabeza sonriendo y volví a concentrarme en lo que estaba haciendo, sentí que me besaban y se iban, no quería dejarlos marchar pero las circunstancias lo exigían. Era la primera vez que me separaba de Zev y Yan desde que me había unido a ellos, me había acostumbrado a tener a Zev siempre a mi lado y a Yan desde que se nos había unido, me sentía angustiada por la separación pero no habíamos tenido ninguna otra alternativa, mantuve controlado mi angustia para que no la notaran o no se habrían ido.

Cuando el almacén quedo vacio y solo estábamos Fenarel y yo, este se levanto y vino a sentarse junto a Ral, en el lado contrario a donde me encontraba, para no estorbarme.

-- Neshi ¿puedo sujetarle la cabeza?

-- Si claro que puedes Fenarel. Él te siente y le agradara tenerte cerca.

-- ¿Lo recordara?

-- No lo sé, puede que sí o puede que no. Cuando estas así, la memoria no funciona muy adecuadamente, a veces recuerdas retazos de lo ocurrido, pero la mayor parte de las veces no recuerdas nada.

-- ¿Te molesta si te hago preguntas mientras le estas cuidando?

-- No Fenarel, no me molestas ni me interrumpes, te oigo perfectamente aunque quizás no te conteste en el acto. ¿Pero por que te preocupa que lo recuerde? Fenarel estas muy equivocado con mi tío Ral.

-- En qué sentido estoy equivocado.

-- Creo sinceramente que estáis equivocados los dos, no solo tú. Tú crees que no le importas nada, ¿no?

-- Siempre se ha portado bien conmigo, eso es cierto, es un buen amigo, pero yo… da igual, no tiene importancia, lo que yo sienta.

-- Ahí justo es donde estas equivocado. Si tiene importancia lo que tú sientas, me gustaría que me hablaras de tus sentimientos, sino tienes inconveniente.

-- ¿Para qué voy hablarte de algo que no tiene importancia? no soy relevante.

-- Fenarel escúchame un momento, luego haz lo que quieras. Te acuerdas la noche que hablabas con Zev, sobre su suerte al encontrarme. Él tuvo suerte, porque realmente tuvo el valor de arriesgarse a que lo tratara igual que lo habían tratado siempre.

-- Pero no ocurrió, él dijo que tú eras su ángel.

-- Cierto y él es mi ángel también, pero si no se hubiera arriesgado, nunca habría conocido el cielo ni yo tampoco, y sabes lo más terrible de todo, es que no hubiéramos conseguido sobrevivir para conocer a Yan. Nunca te has arriesgado con Ral, ¿verdad?

-- Si bueno… una noche hace poco le pregunte si… si quería acostarse conmigo. Pero a él no le intereso, no quiso tener nada que ver conmigo.

-- Ahí es donde mi tío Ral se equivocó. No es que él no te quiera, ni desee nada contigo, si pudieras sentir sus sentimientos hacia ti como yo los siento lo comprenderías, pero no puedo mostrarte lo que él no te ha mostrado voluntariamente. Yo no necesito escuchar tus sentimientos de tu boca, puedo sentirlos sin necesidad de que me hables de ellos, aunque siempre me controlo para evitarlo, no quiero invadir tu intimidad, pero cuando son tan fuertes no puedo evitar sentirlos.

-- ¿Puedes mostrarme sus sentimientos? No le diría nada, te lo juro.

-- Fenarel si lo hiciera estaría invadiendo su intimidad, él lo sabría aunque tú nunca se lo dijeras. Además es un canal de doble vía, si te muestro sus sentimientos, tú expondrás los tuyos de forma inconfundible y eso lo recordara totalmente. ¿Quieres que él sepa lo que realmente sientes? Porque una vez lo haya hecho, tú conocerás sus sentimientos, pero él también los tuyos. Y no solo los sentimientos, sino parte de tus recuerdos, de tus vivencias, no ocurrirá como con Zev, Yan o yo, no será tan intenso, pero parte de tu vida él la vera y tu veras parte de su vida.

-- No, no, entonces no. Nunca le dije la verdad sobre mi vida, solo como nos conocimos, pero… pero pensé… pensé que si le hablaba de mi vida, antes de conocerte…. Bueno da igual, tampoco quiere nada de mí ahora.

-- ¿Por qué no le contaste la verdad?

-- ¿Por qué quien querría estar al lado de alguien como yo?

-- A mi no me importaría para nada tu pasado. Si fueras mi compañero te amaría y estaría contigo, de la misma manera que Ral…

-- Pero tú eres especial, no hay mucha gente como tú.

-- No, no soy especial, Ral… Fenarel no puedo y no debo hablarte de sus sentimientos. Solo piensa que él quiso que vinieras, quiso tenerte cerca.

-- Para despacharme más fácilmente.

-- Genial. Se a lo que te has acostumbrado a esperar de los demás, esperas que te usen y te tiren, eso no lo va hacer Ral. Eso si te lo puedo decir. Te ha dicho que te fueras, porque temía por ti y tú con tu rigidez, le has hecho más daño del que te imaginas. ¿Recuerdas las últimas palabras que dijo antes de que todo comenzara a explotar mágicamente?

-- Si dijo que viajaría hasta donde está el Clan con Shianni y Alarith, para que allí nos protegieran. Está bien siempre he estado solo.

Entonces recordé cuales habían sido las últimas palabras de mi tío Ral. Ahora esas palabras me revotaban en la cabeza.

-- No Fenarel, lo último que dijo fue, “Mi tiempo aquí está a punto de terminar”. Y después se pone a combatir con un ser mágico y muy potente sin un escudo antimagia. ¿Sabes lo que eso significa? Tú has estado en un infierno veinte años Fenarel, él lleva solo muchos siglos y desde la muerte de mis padres ha estado más solo todavía. ¿Cómo crees que se siente? No necesitas contestarme, pero piénsalo detenidamente, te juro que él no te está utilizando.

Guardo silencio y seguí con la sanación lentamente, aunque de vez en cuando le miraba, había lágrimas en sus ojos y en sus mejillas. Si mi tío Ral hubiera estado despierto los hubiera unido a nivel empático, para terminar con esta pesadilla de una vez por todas, mi tío lo podía haber hecho, pero no quería violentar a Fenarel, no quería… se había equivocado en todo.

Me alegre de que yo no hubiera tenido tanta experiencia cuando conocí a Zev, mi inocencia y mi deseo por él me había abierto el camino hacia su corazón, de otras manera posiblemente hubiera muerto o quizás habríamos tenido los mismos problemas que Fenarel y Ral. Ya que todo lo que estaba pasando con ellos se basaba en que mi tío buscaba demostrarle primero que era muy importante para él, pero sin que interviniera el sexo. Y ese era el único camino que conocía Fenarel para mostrar sus auténticos sentimientos. Podía haberle mostrado los sentimientos de Ral a Fenarel, pero no debía hacerlo, no como mínimo mientras mi tío estuviera inconsciente.

Estaba perdida en mis pensamientos y en el cuerpo de Ral mientras lo sanaba, que me asusto la llamada a la puerta. Mire a Fenarel yo no me podía levantar, así que dije.

-- ¿Quién es?

-- Soy yo Riordan.

Entro con su llave sonriendo, aunque cuando vio a Ral tumbado en el suelo, su sonrisa desapareció.

-- ¿Qué os ha ocurrido? ¿Dónde están Zev y Yan?

-- Zev y Yan han ido hasta el Clan para llevar a dos elfos que vivían en la elferia y querían abandonarla. Y a Ral – dije mirándole – tuvimos una buena pelea con un mago de Tervinter en la elferia, Ral resulto herido, ahora estaba curándolo, pues fue herido de gravedad.

-- Entonces te alegrara la noticia que te traigo. Anora me pidió que te dijera que la Gran Asamblea no se celebrara hasta dentro de tres días, pues hay ciertos Arl que todavía deben de llegar. ¿Cómo está Ral?

-- La verdad es que esa noticia es la mejor que he recibido a lo largo del día, pensaba ir a buscar una escusa para retrasar la Gran Asamblea, ahora no hará falta. Mejor, ahora tendrá que descansar, pero mañana a estas horas ya estará bien.

-- Eres una maga sanadora, por lo que he podido deducir, ¿Pero tan pronto se va a sanar de todas esas heridas?

-- Si, los elfos sanamos más rápido que los humanos. ¿Alguna novedad en la casa del Arl?

-- No he estado apenas, solo el tiempo que estuve cuando lleve a Alistair de vuelta, después me pase por el mercado a comprar víveres para traeros, porque me imagine que vosotros no os habríais acordado.

-- Cierto Riordan, no nos acordábamos.

-- ¿Qué ocurría en la elferia?

-- Loghain ha estado vendiendo elfos a los esclavistas de Tervinter, para encubrir las desapariciones, encerraron a los enfermos que vinieron de los pueblos y aldeas cercanas a Ostagar en la elferia, así contagiaron a muchos elfos. Con el cuento de que tenían una cura, estuvieron llevándose elfos durante meses. Hoy se les ha terminado el negocio, no ha quedado ni uno solo con vida. Así es como Loghain ha conseguido el oro que necesitaba para hacer la guerra a los Arls que se le han opuesto. La verdad es que no entiendo muy bien qué es lo que le ha motivado, para comportarse así. Se podría hablar de ambición, pero si lo piensas bien tenía todo lo que pudiera desear a excepción del trono. No sé qué pudo ocurrirle para que cambiara tanto, pero está claro que algo debió de ocurrir entre Cailan y él, sino no tendría lógica que hubiera actuado como lo hizo en Ostagar y después.

-- Quizás Neshama no es consciente del verdadero peligro de la Ruina, quizás cree que puede vencerla con estrategia.

-- Si eso probablemente es lo que piensa, no comprende la naturaleza de la Ruina, ni lo que es en realidad. – le dije.

Aunque pensé que Riordan aun siendo de lo mejorcito que había conocido como humano, tampoco sabía realmente que era la verdadera naturaleza de la Ruina, pero no se la podía decir, pues no me creería.

-- ¿Cuánto hace que conociste a Duncan?

-- Duncan y yo pasamos la iniciación juntos, hace mucho tiempo, era un gran hombre.

-- Si he de reconocer que es uno de los pocos humanos que he conocido que realmente merecía la pena. Apenas tuve tiempo para conocerlo, pero sentí su muerte realmente.

-- Te tuvo que ser muy difícil quedarte totalmente sola con Alistair como único compañero.

-- Si mucho – le dije – hubiera preferido quedarme totalmente sola, mi camino hubiera sido más sencillo. Él se ha pasado todo el tiempo llorando por todo, quejándose como si fuera un niño pequeño, después descubrí que le encanta el fondo de las botellas y con ello nos puso en peligro a todos más de una vez. No entiende para nada lo que significa ser guardia gris, le emboban los cuentos de grifos y armaduras doradas, los cuentos de los grandes “héroes” soñados por doncellas vírgenes. No es capaz de ver la realidad de nuestra existencia, ni cuáles son nuestros verdaderos objetivos. No negare que nunca pensé en él como un amigo, cuando lo conocí me di cuenta que era o había sido un templario, me crie en la torre de los hechiceros, después de que me raptaran los templarios del Clan Dalishano de mis padres, no apreció ni amo a los templarios, son mis enemigos, decirte lo contrario sería mentirte y solo miento cuando hay una razón importante. Al morir Duncan junto con el resto de nuestros compañeros intente ser amable con Alistair, comprendía bien su pesar, pero teníamos una guerra por delante y un ejército que reclutar y le necesitaba entero. Alistair por el contrario lo que entendió fue que acedia a tener sexo con él, aunque en ningún momento le di motivos para pensarlo, creí que había entendido que las diferencias que nos separaban, hacía imposible cualquier tipo de relación, fuera de una simple amistad. Como ya le oíste antes, se creyó con derechos sobre mi persona y pensó que yo tenía la obligación de obedecerlo, posteriormente se unió a nosotros Zevran, nada más conocerlo, me sentí atraída hacia Zev, bueno el resto más o menos lo sabes. Tras estos acontecimientos y en vista de que se dio cuenta que no tendría sexo con él, comenzó la guerra entre nosotros.

-- A pesar de ello tú le rescataste del Fuerte Drakon.

-- Si a pesar de que había intentado asesinarme varias veces, lo hice. Primero por que necesitábamos al ejército humano contra la Ruina que ese era el verdadero objetivo de mi juramento con los Guardias Grises, y pensé que sin Alistair, el Arl Eammon no habría querido saber nada de nosotros, además como tú le dijiste antes vamos a necesitar vivos a todos los guardias grises que haya para hacer frente a la batalla que nos espera. Aunque la verdad me he arrepentido muchas veces de haberlo salvado, creo que si pudiera volver en el tiempo, no lo sacaría de la mazmorra del Fuerte Drakon, habría rescatado a Morrigan y a Sten, pero a él le habría dejado, creo que mi vida ahora sería mucho más simple y menos peligrosa.

-- ¿Crees que volverá a traicionarte después de lo que hable con él?

-- Si volverá hacerlo, no lo conoces. Es muy vengativo, ahora estará más decidido que nunca a destruirme y si de paso te destruye a ti será feliz.

-- Quizás debería matarlo.

Asentí ya que era justo lo que yo había pensado. Guarde silencio, ya había terminado de curar a Ral, pero ahora tendría que descansar para que su cuerpo hiciera el resto del trabajo, porque si le hubiera curado totalmente con la empatía, habría levantado demasiada energía, tanta que la habrían notado en todos los lados de la ciudad y por desgracia no podíamos darnos el lujo de que los templarios me sintieran usarla. Pues había una gran diferencia entre la energía mágica como la que habíamos usado en la elferia y la energía empática, tanta diferencia que cualquier miembro entrenado por la capilla lo habría sentido. Ya había cometido el error de usarla descaradamente en la elferia, algo que jamás debí de hacer.

Riordan se había puesto a limpiar y preparar sus armas y su armadura. Fenarel seguía sentado junto a Ral su cara me mostraba que si había entendido mis preguntas, también que estas le estaban haciendo daño, pero a veces necesitamos un pequeño dolor para comprender la magnitud de nuestros actos.

Me levante a coger una manta con la que tapar a Ral, cuando en ese momento llamaron a la puerta con urgencia. Fue Riordan quien fue hacia ella y pregunto quién era, una voz de elfa nos contesto del otro lado, Riordan abrió y entro como un torbellino Erlina en el almacén.

-- ¿Qué pasa Erlina?

-- Tenéis que huir, me envía la Reina Anora para deciros que... que los templarios se han presentado en la casa del Arl Eammon para deteneros. La Reina Anora está haciendo todo lo posible por retrasarlos, pero no lo conseguirá durante demasiado tiempo.

-- ¿Por qué querrían los templarios arrestar a Neshama? Ella es una guardia gris, está fuera de su rango de influencias. – dijo Riordan. – además no lo voy a permitir. Es mi hermana, no voy a dejar que se la lleven.

-- Creo que sé lo que ha ocurrido Riordan, lo sé muy bien. ¿Erlina fueron solo los templarios a la casa del Arl Eammon?

-- No les acompañaba una sacerdotisa y una maga.

Sonreí que predecibles habían sido. Pero no podía huir a Ral aun le faltaban horas o quizás un día para que pudiera volver a estar bien y no podía abandonarlo. Aunque ya que venían a por nosotros podía usar la empatía de forma descarada y sanarlo totalmente. En ese instante sentí la voz de Ort en mi cabeza, “Ni se te ocurra Neshi, están muy cerca, si sienten empatía les diría mucho más de lo que saben, tienes que buscar otro plan”

-- No puedo huir Erlina, Ral está herido y todavía le quedan muchas horas de reposo para que este otra vez sanado totalmente. Dime una cosa Erlina, ¿Alistair salió de la casa del Arl esta tarde, después de que volviera con Riordan?

-- Si salió, dijo que iría a orar a la capilla.

-- Esta claro lo que ha ocurrido, bueno ahora solo queda solucionarlo.

-- ¿Pero tú podrías huir? – dijo Erlina.

-- No Erlina, porque Ral es un mago, le capturaran a él porque en este momento esta inconsciente y eso no lo voy a permitir.

-- Luchemos – dijo Fenarel – no voy a permitir que le pongan una mano encima mientras yo respire.

-- Ni yo permitiré que se lleven a mi hermana – dijo Riordan.

-- Gracias a los dos, pero ahora tenemos que ser más inteligentes que ellos. En este momento luchar contra ellos sería un suicidio sin sentido. Vamos hacer esto. Erlina tu tendrás que decirle a la Reina Anora que prepare un ejército, el Archidemonio está casi a las puertas de Denerim, tiene que conseguir que su padre sea escuchado y apoyado por la asamblea, que no permita que el Arl Eammon y Alistair lleguen a oler el poder. Dila que yo volveré, volveré para luchar contra el Archidemonio. Pero tú debes marcharte ahora, no es bueno que te vean aquí con nosotros, cuanto menos sepan de nuestra relación más segura estará la Reina Anora y nosotros. – Erlina salió del almacén -. Fenarel y Riordan vosotros tenéis que hacer todo lo que podáis por alcanzar a Zev y a Yan, contarles lo que ha ocurrido, se que ellos harán lo posible por encontrarnos y rescatarnos.

-- No, no lo voy a dejar solo con los templarios – dijo Fenarel -. Puede que haya cometido muchos errores, pero no puedo y no quiero abandonarlo.

Me acerque a Fenarel y le dije suavemente.

-- Escúchame atentamente Fenarel, Ral y yo necesitamos que vayas a buscar a Zev y a Yan, nuestras vidas dependen de ello, no le ayudaras si te suicidas luchando inútilmente contra los templarios. Toma – le di la bolsa mágica y después me quite el colgante que Yan me había enviado a la torre hace tantos años, lo acaricie un segundo sabia que vibraba en sintonía con las gemas que llevaban Zev y Yan, cada latido de la gema era un latido de nuestros corazones, cerré los ojos y se lo di – Fenarel quiero que le devuelvas esta gema a mis compañeros… y diles sino consigo sobrevivir, que los amo y que les esperare. – en voz más alta dije – Riordan cuando nos detengan, nos llevaran hacia el norte a la cárcel que tienen los templarios allí, lo conoces se llama Aeonar.

-- Si la conozco, pero no tienen ningún derecho a detenerte, eres una Guardia Gris, estas totalmente fuera de su…

En ese instante tiraron la puerta del almacén abajo, entrando unos veinte templarios en el lugar, seguidos por Wynne, Leliana y Alistair. Riordan se puso delante de Alistair diciendo.

-- No tenéis ningún derecho sobre la vida de Neshama, ella es una guardia gris. No voy a permitir…

-- No Riordan – le dije -. Por favor. Fenarel ves con Riordan. No nos resistiremos, como veis el Custodio Ral esta inconsciente, al haber tenido que luchar contra los magos de Tervinter, que permitisteis que se pasearan por la elferia, no se le puede mover. Iré con vosotros sin luchar, pero dejar que él se quede.

-- ¿Dónde están tus pervertidos compañeros? Yo que esperaba poder divertirme con ellos antes de que os lleváramos a todos. – dijo Alistair. – Que pena se perderán ver cómo te someten. Pero me encargare de encontrarlos y les contare paso a paso, lo que fue de ti.

-- Alistair cuando encuentres a mis compañeros de vida, desearas no haber nacido.

-- Comandante – dijo Alistair -, me esperaran para comenzar con las investigaciones, cuanto me coronen iré hacerles una visita y a recompensarles adecuadamente.

El comandante templario dijo.

-- Ese mago nos interesa, nos lo llevamos también, meterlo en la jaula, pero a ella amordazarla y atarla, que no pueda lanzar hechizos, ponerla junto al mago. Creo que esto va a ser divertido y muy interesante. El puto y el otro tipo pueden irse, no son magos ni nada que pueda ponernos en peligro. Por supuesto su Alteza le esperaremos.

Pensé si va a ser muy divertido cuanto Ral pueda moverse, vais a bailar como gallinas sin cabeza.

Riordan no se olvido agarro por el hombro a Fenarel y lo saco delante de él. Antes de salir Riordan le escupió a la cara a Alistair, este no se atrevió a contestarle.

Cogieron la camilla en la que estaba Ral y se la llevaron, después dos templarios se acercaron a mí y me ataron las manos y los pies, amordazándome y vendándome los ojos. Antes de que me sacaran oí la voz de Wynne.

-- Es una pena que no pueda ver lo que van hacerte, lo disfrutaría.

No la conteste, no tenía sentido, me metieron en un lugar estrecho pegada al cuerpo de mi tío Ral, apoye la cabeza en su pecho y me relaje, poco podía hacer por el momento, el tiempo de la lucha llegaría después.

Cuando salimos al camino fuera de la ciudad, me di cuenta por que el viento arreciaba y el frio congelaba la sangre en las venas. Echaba de menos a mis compañeros, quería hablar con ellos, telepáticamente podía hacerlo, en ese instante volví a sentir la voz de Ort.

-- No Neshi, no uses la telepatía, ellos lo notarían, ni me contestes a mí, ni pienses, solo asiente con la cabeza, en caso afirmativo o niega con la cabeza en caso negativo. Yo hablare con ellos y les guiare hasta que os encontremos. Reserva tus fuerzas para cuando llegue el momento de luchar, recuerda que tú no necesitas el lirio en tus venas, puedes extraer energía mágica de la propia tierra.

Asentí con la cabeza y relaje totalmente mi mente, la deje en blanco, solo deje que la conexión sutil con Ort estuviera abierta, en ese instante deje de sentir a mis compañeros, el vacio total me lleno de tristeza, pero la controle limpiando mi mente y mi cuerpo de cualquier sentimiento, aunque ese vacío también avisaría a Zev y a Yan de que algo iba terriblemente mal.

Me envolví en el vacio absoluto de una aparente muerte, solo una milésima de mi mente funcionaba, manteniendo un poco de calor para proteger nuestros cuerpos del frio y a mi embrión vivo, para el resto de las funciones había muerto.

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