Capítulo 43
Esa noche tuve un sueño, aunque no fue exactamente un sueño, pero a falta de una palabra mejor, diré que fue un sueño.
* * * *
Soñé que estaba en una cueva, en la que había un lago de agua caliente, toda la cueva realmente era un vergel vegetal, ya que desde lo alto le entraba suficiente luz, como para que las plantas crecieran de forma salvaje y bella.
Al ver la cueva recordé que ya la concia, pertenecía a un bosque donde solía acampar el Clan de Marethari durante el invierno. Dentro de la cueva no hacia frio, por eso me gustaba tanto, además el agua estaba caliente, era uno de los lugares favoritos de mis padres y mío. Hacia tanto tiempo que no había estado allí, tanto que había olvidado que existía, era uno de los pocos paraísos en territorio humano, que aun sobrevivían.
¿Pero qué hacía allí?, fue mi primera pregunta mental, ¿Cómo había llegado hasta allí? Busque a Zev y a Yan con la mirada, ¿Cómo era posible que estuviera sola? Era posible que estuviera en el “Velo”, me fije más detenidamente en los matices de los colores, el “velo” al ser un reino de sueños los colores pierden realidad, algunas veces son mas difuminados y otras mucho más vivos, pero nunca tienen el color del mundo real. Si estaba en el “Velo” los colores de las plantas eran demasiado vivos, no existía un verde natural así. Busque mi unión con Zev, estaba intacta, seguía ahí, el estaba dormido, lo que significaba que mi cuerpo también estaba dormido.
Algo o alguien me había traído aposta al “Velo”, la pregunta más importante era saber quien me había invocado allí, ¿pero quién?
Pensé que podía ser Ort, pero él siempre nos invitaba a venir a Zev y a mí, porque en esta ocasión solo era yo la invitada, más que invitada la invocada.
Ahora entendía algo que en su día me resulto extraño, ningún mago odia el “Velo”. Tienes cuidado, te proteges y no te dejas engañar, pero ningún mago adulto le teme. Pero Marethari si le tenía miedo al “Velo”, quizás porque aquí las intenciones son más fáciles de ver, porque cualquiera que este acostumbrado al “Velo” sabe ver a través de las mentiras.
Me dije a mi misma “No, no Neshi, aquí no te pongas a meditar, ya lo harás en otro momento, tienes que descubrir por qué estás aquí y sobretodo quien te trajo. Ian no ha podido ser, el no tiene magia, jamás tendrá la fuerza necesaria para poder arrastrar a alguien consciente al “Velo””.
-- Neshi no te asustes soy yo Ort.
-- Ort ¿Por qué estoy aquí? Podías haberlo dicho hubiéramos venido Zev y yo. De hecho habíamos pensado hacerte una visita, antes de que nos quedemos sin tiempo para hacer nada.
Vi venir a Ort hacia mí.
-- Si, pero tengo algo para ti exclusivamente, tengo visita de dos seres que querían verte, antes de que tu les presentes a Zev… - aquí sonrió con picardía - y por lo que veo a Yan, si mi vista anda bien, ¿está en vuestra cama?
-- Si está en nuestra cama, ese fue un pequeño detalle que se te “olvido” decirnos de la unión, ¿verdad Ort? Eres una pieza peligrosa. – por primera vez aquel día tenía ganas de reír, Ort era un espíritu muy travieso, me imagine que en vida debió de ser terriblemente pícaro. - ¿Cuál es esa visita? Ya he tenido suficientes descubrimientos desagradables hoy, creo que me llegan para el resto de mi vida.
-- Siento mucho lo que te ha pasado Neshi, sinceramente te juro que no sabía nada de toda esa historia, si hubiera tenido un atisbo aunque hubiera sido pequeño de todo el papel que jugó Marethari, jamás la hubiera dicho que estabas viva, jamás la hubiera puesto en tu camino. Lo siento de verdad, siempre me costó ver la terrible persona que se escondía detrás de mi hermano. El problema es que yo le ame y todavía sigo amándole, me cuesta ver a un enemigo en él.
-- Ort creo que Ian lo sabe y eso le da una verdadera ventaja sobre ti. Si lo que he visto hoy en Marethari es una muestra de su forma de pensar, no me imagino el odio absoluto que debe sentir por ti.
-- Es peor que eso Neshi, mucho peor. Cuando estuvisteis aquí la primera vez con él, conté lo justo y necesario, sobre lo ocurrido. Pero creo que os merecéis la verdad de todo, incluso de las cosas que para mí son personales, como es la vida de mi hermano, la próxima vez que nos veamos, os contare todo. Quería haberte dicho que la unión empática normalmente se da entre dos varones y una hembra, no lo hice, tuve miedo de tu rechazo. Fuiste criada en la torre, pensé que si te lo decía, no querrías participar, te sentirías…
-- ¿Me sentiría como Marethari?
-- Si, exacto.
Lo pensé, era normal que pensara así.
-- Zev nunca ha tenido ese problema, no tiene ningún tipo de Tabú, pero tú pensaste que el problema vendría de mí. No Ort, no me parezco en nada a Marethari.
-- Eso ya lo he comprobado hoy. Déjame un momento, voy a llamar a la visita que he tenido, creo que te alegrara mucho verlos. Os dejare solos para que habléis. – dijo esto y desapareció.
Vi a lo lejos dos elfos muy altos, uno con el pelo rojo y otro con el pelo negro, no conseguía verles bien las facciones, pero no lo necesite, sabia quienes eran. Corrí hacia ellos y ellos hacia mí, cuando llegue a su altura me abrazaron entre los dos. No podía apenas respirar, no era capaz de hablar, todo mi ser desbordaba de sentimientos, hasta tal punto que no era posible que pudiera pensar con claridad.
No quería saber cómo habían conseguido llegar al “Velo”, solo me importaba que por primera vez después de veinte años, podía tenerlos entre mis brazos, podía sentirlos, podía hablar con ellos. Lo demás era irrelevante.
-- Neshi mi pequeña, - dijo mi padre – cariño no podemos quedarnos mucho tiempo, este ya no es nuestro lugar.
-- Vinimos sobre todo porque queríamos estar contigo – dijo Eriel – también queríamos explicarte algunas cosas, Neshi mi pequeña brujita. Estas tan guapa como siempre supe que serias.
-- Neshi por favor no llores.
Mire a mis padres, si estaba llorando aunque no de pena, pero me decían que no llorara y ellos estaban llorando.
-- Hacia tanto, tanto tiempo, os olvide, perdonarme.
-- No Neshi, no hay nada que perdonar – dijo mi padre -. Hiciste justo lo que te pedimos que hicieras. Los dos sabíamos que mi hermano era capaz de devolverte la memoria perdida, si realmente lo deseabas.
-- No he deseado otra cosa desde que tengo memoria, sino recordar de donde venia y quienes eran mis padres. ¿No entiendo, realmente me pedisteis que os olvidara?
-- Eras muy pequeña cariño cuando paso todo – dijo Eriel – en el último momento de mi vida te lance un hechizo para que olvidaras todo, así poder protegerte de los templarios, si ellos hubieran podido extraer tus memorias, mi querida brujita estarías muerta y ni Theron, ni yo deseábamos tal cosa. No te culpes por haberme olvidado totalmente, lo hice consciente de que me olvidarías, pero si tenía que elegir entre tu vida y que me olvidaras para siempre, quise que vivieras pequeña, aunque yo te perdiera definitivamente, ya que a Theron tarde o temprano lo recordarias. Tampoco deseábamos dejarte, nunca supusimos que Ian y Marethari nos venderían a los humanos, sabíamos que ellos buscaban el momento para asesinarnos, nos tenían miedo por eso no nos llegaron a atacar, pero ni en nuestra imaginación mas desbordante pudimos imaginar lo que ocurrió.
Mire a mi padre y dije.
-- ¿Pero por qué pensasteis que no iba a querer recordaros?
-- Neshi cuando morimos y nos perdiste eras muy pequeña, sabíamos que los templarios te llevarían, sino se decidían a asesinarte también a ti – dijo mi padre -. Si te llevaban a la torre de los Hechiceros, serias educada bajo su concepto del bien y del mal, bajo sus normas morales, para ellos la unión que tenemos Eriel y yo es antinatural y debe estar prohibida. Su capilla y su religión prohíben tal unión. Pensamos que te enseñarían a verlo como una aberración, en lugar de una relación hermosa como puede ser cualquier otra relación. Cuando Ort nos hablo de tu encuentro con él en el “Velo” y que tenias un compañero, nos alegro por ti. Tiempo después nos dijo que habías encontrado a Marethari, ahí pensamos que te habíamos perdido totalmente, que posiblemente no nos quisieras recordar.
-- ¿Por qué no le contasteis a Ort lo que os había pasado con Marethari?
-- Tienes que entender que no funciona así – dijo Eriel – desgraciadamente solo funciona en una dirección, Ort puede contarnos cosas a nosotros de ti, pero nosotros no podemos contarle nada a él. Hoy ha sido una ocasión excepcional, que mucho me temo que no volverá a repetirse. Hoy te sentimos, nos alcanzaste a nivel espiritual, por eso vinimos. Pero pequeña, no podemos quedarnos mucho tiempo.
Los mire, no, no podía ser que los tuviera que volver a perder.
-- No, no quiero que os vayáis a ninguna parte.
-- Neshi escucha – dijo mi padre -. Sé que es muy duro que tengamos que volver a separarnos cariño, pero no nos vas a perder siempre estaremos contigo y algún día volveremos a reunirnos. Ahora queremos hablar contigo.
Tarde un poco en contestarle, me daba cuenta que me estaba comportando como una niña pequeña, pero no podía evitarlo. Dije gritando a Ort, aunque sabía que no necesitaba gritar para que me oyera, pero no estaba en el momento más lucido de mi vida.
-- Ort puedes parar el tiempo aquí, tu puedes hacerlo en el “Velo”, lo has hecho otras veces.
-- Mi pequeña brujita – dijo Eriel abrazándome y besándome en la frente, sentándome en sobre sus piernas como cuando era una niña, se sentía maravilloso –, aunque lo pare, nosotros no estamos sujetos al mismo tiempo que tu cariño. Escucha a Theron. ¿De acuerdo?
-- Si papa, totalmente de acuerdo. Tengo otra pregunta para vosotros, ¿le pedisteis ayuda a Ral? ¿Por qué no vino?
-- Si se la pedimos, fue culpa nuestra que no llegara a tiempo. Le ocultamos la verdad durante demasiado tiempo. – dijo mi padre – Estábamos convencidos de que podríamos escapar cuando tú fueras un poco mas mayor. Lo intentamos varias veces, pero la ultima, Marethari dijo que la próxima vez que escapáramos te matarían, ahí fue cuando le conté parte de la verdad a Ral. Tú recordaste cosas que Ral no sabe y debe saber. Le dije que necesitábamos ayuda, que estábamos en una trampa mortal. Ral se puso en camino cuanto se lo dije, pero ya era demasiado tarde, él tenia mucho territorio que atravesar para llegar a nosotros. Ian y Marethari ya tenían programados nuestros asesinatos, ellos sabían que ni Eriel ni yo nos entregaríamos, que no dejaríamos de luchar hasta la muerte, esperaban que los templarios también te asesinaran a ti, solo que tu sobreviviste.
Cerré los ojos, comprendía el error que habían cometido mis padres, yo había cometido errores similares, pero tendría que decirles lo que había hecho, tendría que decirles que había matado a Marethari, lo sentía por ellos, porque sabía que a pesar de todo la habían amado.
-- Creo que lo comprendo. Hoy… hoy mate a Marethari, no quería hacerlo por vosotros, pero tuve miedo…
-- Neshi hiciste lo que deberíamos haber hecho nosotros – dijo Eriel – hace muchos años. Nunca pudimos levantar una mano contra ella. Pero no debes sentirte mal, hiciste lo que debías para protegerte de ella.
-- No lo hice por mi papa, - dije esto mirando a los ojos de Eriel, sus hermosos ojos - lo hice por mis compañeros, lo hice por mi hijo, lo hice por lo que os hizo, no por mí. ¿De qué queríais hablarme?
Mire a los ojos de mi padre, tan parecidos a los míos, tan verdes como el bosque, mi padre me devolvió la mirada cargada de amor.
-- Primero pedirte que le transmitas todas tus memorias de cuando estábamos juntos a mi hermano, se que recuerdas muchas cosas, aunque ahora no las recuerdes conscientemente las tienes, llegaran con el tiempo, entre tus recuerdos hay detalles que Ral debe saber, porque él sabrá que significa. No he querido ver a Ral, porque tenía que decidir entre verte a ti o a él, Eriel y yo queríamos verte a ti. Segundo queríamos tratar un tema que quizás te sea desagradable ahora.
-- Theron quería hablarte de Yan, uno de tus… compañeros. Era nuestro amigo, la verdad es que es un gran elfo. Cuando le contamos que habías nacido quiso conocerte igual que Ral, así que Ral se llevo al “Velo” a Yan y yo os lleve a los dos, en vida era mágico igual que tu, aunque no poseía la fuerza empática de Theron o la tuya, la siento – me sonrió con mucho amor – si tengo suficiente para crear vínculos empáticos. Os traje al “Velo” para que Ral y Yan te conocieran. Cuando Yan te vio, se enamoro de ti nada más verte, todos nos dimos cuenta que era uno de tus compañeros.
“Eras bastante pequeña, tendrías unos tres años, fue en la época en que le pedimos ayuda a Ral. ¿Cómo nos dimos cuenta que era tu compañero? Tú lo reconociste antes que nosotros, él estaba embobado mirándote y tu le saltaste a los brazos, besándole en la cara y jugando con su pelo. Eso en ti no era normal, solías ser muy tímida, retraída, nunca te acercaste a nadie, te costaba mucho hablar con gentes que no conocías. De hecho cuando vistes a Ral, te escondiste detrás de nosotros, no querías que te tocara, solo después de que Theron y yo te convencimos, Ral consiguió cogerte en brazos. Por eso supimos en el acto que había una conexión entre Yan y tú.
“El destino te llevo al camino de Zevran, no lo conozco, pero si tú lo quieres, seguro que merece la pena. Sé que estas unida a Zevran, veo tus tatuajes, pero cariño, no quisiera que a Yan le rechazaras, por favor, no lo hagas.
-- No papas jamás le rechazaría, ninguno de nosotros dos podría rechazarlo. No fue rechazo, simplemente nos cuesta adaptarnos a la idea de que somos tres no dos, pero aprenderemos a compartirnos. Será nuestro compañero si así lo quiere, mientras mi vida dure, pero no será una vida larga papas, no sé si debería insistir a Yan que no se una a nosotros, yo… tengo…
Me conecte a nivel telepático con ellos y les transmití toda mi vida desde que ellos habían muerto. Después les envolví en todo el amor que había sentido por ellos y que aun sentía.
-- Es la única manera que conozco para hacerlo de forma rápida.
-- Comprendo – dijo mi padre –, de todas maneras ninguno de vosotros dos sobreviviría a la muerte de Zev, eso no le va a hacer desistir Neshi. Lleva solo muchísimos siglos, nunca encontró a sus almas. Dará por buenos esos cincuenta años a vuestro lado, que otros cuantos siglos en solitario.
-- Aprenderemos amarlo, no será difícil. Os lo prometo papas.
-- ¿Zev no se ha opuesto? – dijo Eriel.
-- No papa, no se ha opuesto, de hecho Zev ha sido el primero en aceptar la idea y que no ha querido dejarle atrás. Él ha tenido una vida espantosa, nada de lo que yo he vivido se puede comparar a sus experiencias.
-- Me alegro por ti y por ellos dos, tienen mucha suerte en tenerte con ellos y que tú seas como eres es una gran suerte para todos nosotros. – dijo mi padre – Cariño tenemos que irnos, nuestro tiempo aquí ha terminado.
Estaba sentada entre los dos como cuando era una niña, los abrace y bese, no quería que se fueran a ninguna parte. Me besaron y me abrazaron transmitiéndome todo su amor, su ternura, su cariño, mientras yo los envolvía en todos los sentimientos que tenía hacia ellos.
Algún día volveríamos a encontrarnos, esperaba de todo corazón que así fuera, les amaba mucho más de lo que las palabras podían expresar, con una alegría agridulce me despedí de ellos, hasta que el destino nos volviera a dar alguna oportunidad, hasta entonces vivirían en mi memoria, era infinitamente más de lo que había tenido en los veinte años en la torre de los hechiceros. Después desaparecieron.
Me quede quieta un buen rato, hasta que sentí la voz de Ort.
-- Neshi creo que Zev y Yan se han despertado, y se han dado cuenta que… bueno nos vemos.
-- Gracias Ort, muchas gracias.
* * * *
Me despertó Yan, dormida me había girado hacia donde estaba Yan y estaba recostada en su hombro, tenía a Zev pegado a mí espalda, aunque Zev se había despertado al mismo tiempo. Oí la voz de Yan.
-- Neshi, ¿Qué te ocurre?
Y a Zev decirme.
-- Mi querida brujita, has tenido otra pesadilla, con lo que vimos en Orzammar, ¿no?
-- No Zev, no ha sido una pesadilla. Estoy bien Yan, solo… os lo explicare más tarde, ahora no, por favor.
Abrace a Yan y me acerque mucho mas al cuerpo de Zev, el me abrazo y Yan también. Se sentía bien estar entre los dos. Aunque añorara a mis padres, les tenía a ellos, había tenido mucha suerte en mi vida.
-- No estaríamos más cómodos sin tanta ropa – dijo Zev.
-- Si, si lo estaríamos – dije.
-- Por mí sin problemas – dijo Yan quitándose la ropa.
Me quite la túnica que llevaba puesta y me acosté entre ellos dos. Si indiscutiblemente se estaba mucho mejor, aunque no fuera la mejor idea exactamente para dormir, más que nada porque mi cuerpo estaba demasiado despierto.
Estaba mirando a Zev, le abrace y él me beso, atrayéndome hacia su cuerpo. Yan me acaricio la espalda, pero se mantuvo en su lado de la cama sin participar, hasta que Zev le atrajo y lo beso, me quede mirándoles. Era hermoso, no quería perdérmelo, podía haber participado, pero sé que a veces puedo ser un tanto diablillo y en ese instante me sentía como tal, y pensé “voy a incordiarlos”.
-- Zev y Yan dejar algo para mí.
Los dos dejaron de besarse y me miraron, sonriéndome “malévolamente”, luego se miraron entre ellos y asintieron. Bajaron sus cabezas hacia mí los dos a la vez y comenzaron a besarme, en un segundo habían conseguido volverme totalmente loca de deseo por ellos. Me demostraron que habían dejado mucho para mí, aunque no llegamos hacer el amor. Ya que en ese momento llamaron a la puerta del Aravel, fue Yan quien se recupero primero para poder hablar, dado que los tres nos habíamos quedado mirando a la puerta sin querernos enterar de que fuera había un mundo.
Zev susurro en ese momento.
-- Empiezo a pensar que tener el papel de héroe no es nada divertido.
Yan añadió.
-- Estoy totalmente de acuerdo.
Nos reímos los tres, mientras Yan se levantaba a abrir la puerta. Entro como un torbellino uno de los guerreros Badarian en el Aravel, diciendo.
-- Custodio me envía Ral, dice… dice que Ian está de volviendo, con el Clan de Marethari.
No necesitaba decir más, los tres habíamos comprendido la situación, Zev y yo nos levantamos de un salto y nos pusimos las armaduras, Yan hizo lo mismo.
Todos estábamos fuera del Aravel en cuestión de dos minutos, listos para el combate. Fuera nos aguardaba Ral y todos los miembros del Clan Badarian, junto con los pocos miembros del Clan Ralaferin que habían venido con mi tío. También estaba Paivel y Fenarel junto a Ral.
Ral nos explico rápidamente la situación. Los exploradores que había apostados a distancia del campamento, habían descubierto que Ian venia junto con algunos miembros del Clan de Marethari y traían a la cabeza, a los guerreros Badarian que habían ido a escoltar al clan, hasta las afueras del bosque donde nos encontrábamos.
Yan se adelanto y empezó a dar órdenes preparando las formaciones de combate. Después se dirigió a un grupo de guerreros y dos magos Badarian y les pidió que se fueran lejos de donde estaba el grueso de nosotros, que se llevaran a los niños y los ancianos del clan a la profundidad del bosque, llevándose a Shay, que les llamaríamos en el momento en que la situación de peligro hubiera pasado. Se giro hacia mí y me miro, después me dijo.
-- Neshi creo que deberías ir con ellos.
-- Y perderme la diversión, no Yan, mi puesto esta aquí, junto a vosotros, pase lo que pase.
-- Como quieras. – empezó a decir los nombres de algunos guerreros y los coloco a mi alrededor, encargándoles mi protección. – Neshi entiende que serás el primer objetivo de Ian, irá a por ti.
-- Gracias Yan por preocuparte. Pero no es la primera vez que entro en combate. Te juro que tengo ganas de poder verle la cara a Ian.
-- Lo sé, Zev no te separes de Neshi, pase lo que pase, mantenla a salvo.
-- Entendido, no la conoces, pero es terca como una mula.
En ese instante vimos volar a Nolaloth por encima de nuestras cabezas, al verla Ral le dijo.
-- Nolaloth mantente lejos de sus ojos, hasta que hayan llegado a donde estamos.
Su voz trono en nuestras mentes.
-- ¿Algo mas Custodio Ral? Tranquilo ese Ian me debe la vida de algunos de mis amigos.
-- Lo sé Nolaloth, pero quiero su vida. – dijo Ral.
-- Que así sea, será tuya.
-- ¿No sería mejor que nos ocultáramos en los Araveles? – propuse. - Obligarle a entrar hasta el corazón del campamento.
-- No es mala idea – dijo Ral – pero quiero verle la cara cuando nos vea.
-- Si pero Neshi tiene razón en parte – dijo Yan – si nos ocultamos los que anda buscando, será más divertido cuando nos vea. No se puede ocultar todo el Clan en los Araveles, por que matarían a mis guerreros y eso no lo voy a consentir.
-- Esa es la verdadera razón – dijo Ral – por la que no quiero esconderme, los traen a la cabeza, para poder matarlos con más facilidad. Y para evitar que les ataquemos con magia poderosa, piensa que no somos capaces de atacarlos sin dañar a los guerreros, pero se van a llevar una sorpresa, Neshi ponte a mi lado.
Me rozo la mano y nos conectamos a nivel telepático.
-- Sabes a que magia me refiero, ¿no?
-- No exactamente, nunca creí que se pudiera hacer magia sin dañar a todos los que se encontraran en la zona.
-- Si esa es la idea de la magia humana. Bien cuando aparezcan los guerreros Badarian ponles escudos protectores anti magia e inmovilízalos, enciérralos en un círculo, para que no puedan ser dañados por armas. Yo les atacare a Ian y compañía. Después te enseñare todo lo que pueda sobre magia elfica.
-- De acuerdo Ral, así lo hare.
Seguidamente dijo al resto de los guerreros.
-- No vayáis hacia ellos, Neshi y yo vamos a atacarlos mágicamente, no os mováis hasta que os digamos.
Les vimos aparecer desde la espesura de los arboles, venían derechos a nosotros, Ian se había escudado entre los guerreros Badarian. Con lo que termino de demostrarme que era un maldito cobarde.
Sentí que Ral me decía telepáticamente.
-- Ahora.
Lance escudos a los guerreros y después prisiones inmovilizadoras, no les haría daño, solo los dejaría inmóviles, pero a cambio se volverían inalcanzables para las armas físicas.
Me di cuenta que Ian al ver los escudos anti magia, retrocedía hacia el escudo que formaban los arboles, dejando que los cazadores del Clan Marethari atacaran, mientras el aprovechaba a esconderse y huir o eso pensé. Se lo dije a Ral telepáticamente.
-- Ral está huyendo.
-- Si lo veo. – después añadió en voz alta – Yan se esta escudando con los arboles, intenta escabullirse, es posible que…
Según hablaba Ral, Zev dijo gritando.
-- Entran por el otro lado del campamento.
Los guerreros Badarian ordenadamente atacaron a los invasores que nos intentaban rodear. Así que había sido una estrategia para despistarnos. Vi como por delante y por detrás los guerreros se batían en combate. Le pregunte a Ral.
-- Quieres que ataque con magia o me dedico a sanar a todos los guerreros.
-- ¿Podrás curar a todos? Son muchos para ti sola, ¿estás segura?
-- Si lo estoy, totalmente segura.
-- Bien pues tu sana a quien puedas. Confiamos en ti.
Después dijo una ristra de nombres de otros miembros de los dos clanes que eran magos y se pusieron en la formación que Yan había programado. Por mi parte lance el pentagrama que me libraba de los ataques físicos y me concentre en la magia sanadora totalmente, ya que era la única con suficiente poder para sanar empáticamente. Fue un combate duro que nos costó bastante esfuerzo conseguir salir vivos, pero al final de la batalla, todos los miembros de los Clanes Badarian y Ralaferin estaban vivos. Busque con la mirada a Yan y hasta que no lo encontré vivo y sin daño, no pude volver a respirar. Porque si bien a Zev le sentía a nivel empático, no me ocurría lo mismo con Yan, a el tenia que buscarlo con la vista. Estaban juntos, manchados de sangre pero ilesos.
Después vimos que desde la arboleda venia Ian, vestido con una armadura brillante y empuñaba dos espadas mágicas, no necesitaba que nadie me lo dijera, estaba claro que todo el equipo que llevaba era mágico. Se lanzo a por mí, en ese instante vi a Zev y a Yan interceptarlo justo antes de que pisara el pentagrama. Mientras otros dos grupos de cazadores atacaban por los francos haciendo que todos se tuvieran que concentrar en las batallas que tenían entre manos. Volví a concentrarme en sanar a todos los guerreros, pero no podía quitar la vista de las dos figuras que peleaban con Ian, me mordí los labios. Gracias a los muchísimos años de aprender a concentrarme y a todo el entrenamiento, fui capaz de seguir sanando a los otros guerreros, pero observe todo lo que ocurrió durante la batalla entre Ian, Zev y Yan, aun ritmo desesperantemente lento.
Zev mucho más ágil físicamente que Yan, se dio cuenta del tipo de armadura que llevaba puesta Ian, así que se dedico a danzar a su alrededor cortando las cintas de cuero que encontró, su objetivo era conseguir quitarle el peto, mientras Yan luchaba de frente contra Ian haciéndole que se concentrara en sus golpes y olvidara el daño hasta ahora pequeño que le estaba haciendo Zev. Yan se movía con movimientos muy estratégicos, sabiendo muy bien donde estaban las fallas de su contrincante. Zev había intentado envenenarlo, pero hasta que no consiguiera despojarlo de la armadura mágica, tendrían problemas para atravesarla. Cuando Zev corto la ultima correa que sujetaba el peto a su cuerpo, este se desprendió, a partir de ahí no les costó nada derribarlo y dejarlo inconsciente y mal herido en el suelo.
Mientras Yan le había propinado muchos cortes, no estaba totalmente ileso, como tampoco lo estaba Zev. Mi empatía actuó de forma independiente a mi cerebro, lance una honda de energía sanadora donde estaban Zev y Yan, sanando a todos los que estaban a mí alrededor a unos cuarenta metros, aunque curiosamente salto a Ian. La batalla había concluido.
Sentí que mis piernas fallaban y tuve que sentarme en el suelo, mientras veía a Zev y a Yan correr hacia donde estaba sentada en medio del pentagrama. Mi tío no estaba mucho más lejos de mí, así que también vino hacia donde estaba, no antes de lanzar una prisión a Ian, para que este no intentara nada, porque aun que estaba mal herido todavía podía intentar huir.
El primero en llegar a mi fue como no Zev, me miro muy serio buscando alguna herida, dos segundos después llego Yan y pregunto.
-- ¿Estás herida?
Zev no dejaba de palpar mi cuerpo en busca de alguna herida. Les cogí una mano a cada uno y los mire.
-- No, no estoy herida, solo algo cansada, no hay de qué preocuparse, en un momento volveré a estar bien.
Sentí la voz de Ral.
-- Neshi esto no puede continuar, cuanto aclararemos todo lo ocurrido y demos cuenta de Ian, vendrás a mi Aravel y te enseñare todo lo que pueda sobre la energía de la tierra y como la puedes usar. Has estado sanando a todos los guerreros con tu propia fuerza vital, no puedes seguir haciéndolo.
Mientras Ral me hablaba Zev y Yan me habían abrazado los dos. Yan le dijo a Ral.
-- Si Ral ya lo sabemos, ahora déjala descansar un momento.
Me tumbaron entre los dos y esperaron a que me recuperara. Cuando sentí sus cuerpos en contacto directo con mi cuerpo, me vigorize, no sé como ocurrió, pero en cierta medida era como si ellos dos juntos me proporcionaran la energía que necesitaba para recuperarme.
Me levante sintiéndome más fuerte y fui hasta donde estaba Ral, tenía razón, debía aprender a usar correctamente la empatía, esta batalla era una prueba de que lo necesitaba urgentemente. Tenía muchas otras batallas que luchar y algunas eran mortales de necesidad, no podía debilitarme tanto.
-- Cuando quieras Ral, podemos continuar, ya me he recuperado lo suficiente.
-- Ya lo he visto – me sonrió – bueno me imagino que esa es una parte de los compañeros. Ahora será necesario que nos concentremos en Ian. Neshi tráelo de la inconsciencia, quiero que sea consciente de lo que le pase. Si estas recuperada para hacerlo, sino podemos esperar, de esa prisión no se va a escapar.
-- Si estoy bien, puedo hacerlo.
Hice tal cual me dijo Ral, cuando Ian estaba consciente y despierto, le dije Ral.
-- Ral quiero sus memorias… voy a demostrarle la aberración que soy.
-- ¿Tu… tu cómo es posible que sigas viva? No podrás forzar mi mente demonio.
-- Eso lo veremos Ian, eso lo veremos basura.
Le mire a los ojos, jamás en mi vida había sentido tanto odio por nadie. Fui lentamente hasta donde estaba y me saque los guantes, sin dejar de mirarlo, vi miedo en sus ojos, pero cuando terminara estaría deseando morir, para olvidar lo que le iba hacer.
Antes de hacer nada le dije a Ral.
-- Si quieres interrogarlo Ral, hazlo ahora, después no podrás.
Sentí que me cogían del brazo y mire hacia Yan que estaba a mi lado mirándome.
-- Neshi no lo hagas, ver la aberración que hay en sus memorias te hará sufrir durante mucho tiempo.
-- ¿Ral qué opinas?
-- Yan tiene razón. Pero también sé que tú la tienes, aunque no sabes lo que será y significara para ti, cargar con sus memorias. Tú de todos los presentes eres la que más ha sufrido por culpa de Ian, el otro elfo seria Ort, pero él no está aquí, para decidir.
-- Se cómo puedo comunicarme con Ort. Sé como pedirle su opinión y preguntarle que quiere hacer.
-- No es mala idea, le juzgaremos en el velo, Ort tiene tanto que decir como todos nosotros, incluso más que todos nosotros. Bien llevémosle a mi Aravel allí le encerrare en una prisión mágica permanente, hasta que podamos ir al velo con él. Venís Yan, Zev y Neshi os espero allí. Antes de que se presente otra crisis Neshi voy a enseñarte telepáticamente todo lo que se sobre la empatía, será la forma más fácil de terminar con tu debilitamiento.
-- Moriré de las heridas que tengo, antes de que hurguéis en mi mente.
-- No Ian, no vas a tener tanta suerte te prometo que no morirás antes de que decidamos que es tu hora. – le dije a Ian.
Ral hizo levitar la prisión y después fue detrás llevándola hasta donde estaba su Aravel, nosotros les seguimos, antes de entrar Yan le dio algunas órdenes a los guerreros que estaban más descansados, debían de vigilar el campamento muy exhaustivamente, porque era posible que pudiéramos sufrir otro ataque para intentar liberar a Ian.
Una vez dentro Ral dejo que la prisión mágica se posara en una zona del Aravel, esta zona del Aravel se reajusto a la prisión mágica, cerrándola con su propia madera, creando una segunda prisión hecha de madera.
Después nos sentamos en el suelo alrededor de una pequeña mesita que había surgido y allí Ral me tomo de las manos.
Nuestras mentes se conectaron en el acto, nuestras esencias se fusionaron, todas sus memorias mágicas y empáticas me fueron transmitidas, como le habían sido transmitidas a él, desde hacia generaciones.
Era la forma tradicional en que nuestros ancianos nos transmitían el saber y el conocimiento, por eso no se habían encontrado libros elficos nunca, porque realmente jamás los habíamos necesitado. Las memorias de nuestra historia, de nuestro idioma, de nuestro saber se almacenaban en la mente de los elfos vivos, y estos lo transmitían cuando veían que sus vidas habían llegado al final de sus días, o como en nuestro caso había una necesidad de conocimiento y una gran falta de tiempo.
Si uno de nuestros ancianos veía que sus días estaban llegando a su fin y no podía transmitírselo a otro elfo vivo, se almacenaba en la memoria de los arboles, de la tierra donde el elfo había muerto, y donde otro elfo vivo y con empatía podía extraer la memoria perdida y devolverla a la sabiduría del pueblo elfico. Así aunque pasaran muchas generaciones pensando que nuestro saber antiguo se había perdido, en realidad solo estaba latente, en espera de que llegara una mente lo suficientemente sensible como para poder devolverla al pueblo. Manteniéndola a salvo de cualquier enemigo que tuviéramos como pueblo, incluso si era miembro de nuestro pueblo quedaría excluido de esa sensibilidad. Era un don y una facultad que la naturaleza nos había provisto, para nuestra propia conservación.
Antes de que esta terminara le dije a Ral que tenía que hablar con él. Me pidió que esperara, quería acabar cuanto antes con el tema de Ian, no soportaba mirarlo, lo comprendí y estuve totalmente de acuerdo, tampoco quería seguir viéndole, más tiempo del absolutamente necesario.
Cuando volvimos de nuestro trance, había pasado mucho tiempo, Zev y Yan estaban sentados juntos mirándonos y esperando a que terminara la conexión mágica. Zev había podido seguir toda la conversación y toda la información a través de nuestra unión, Yan se había limitado a mantenerse cerca de nosotros sin quitarle la vista a Ian, no se fiaba de él ni en esa doble prisión, nadie podía reprochárselo.
Tenía que terminar con esa distinción entre Zev y Yan, no quería sentir a uno y no sentir al otro, no me parecía justo hacia Yan, pero cada vez nos quedábamos con menos tiempo y con más cosas que hacer. Aun así encontraría la manera de hacerlo antes de que fuéramos al encuentro de los humanos, entonces ya no podríamos hacerlo, ni tan siquiera podríamos hacer el amor por miedo a que estos notaran la empatía. Tendríamos que limitarnos a dormir juntos y consolarnos con nuestra mutua compañía, disfrutando de nuestra unión, no solo era agradable, sino que también era increíblemente bella.
Estaba perdida en estos pensamientos cuando vi a Ral levantarse de la mesa y dirigirse a la puerta del Aravel, salió y pidió a un elfo que llamara a Paivel, Fenarel, después dijo varios nombres de elfos que no conocía, pero en total eran cinco, contando a Fenarel y a Paivel.
Los primeros en llegar fueron Fenarel y Paivel, me alegre de volver a ver a Fenarel, no había podido hablar con él desde el momento en que llegamos al campamento de la Custodia Marethari, pero se le veía contento y feliz. Aunque si me fije en una cosa, no le quitaba ojo a Ral, sonreí para mis adentros, ya conocía ese juego. Después llegaron los demás, un elfo y dos elfas, Ral dijo.
-- Neshi, ellos son Ilen, Ashas y Tharo, Zev y Neshama, a Yan ya le conocéis. Por cierto Yan deberíamos enviar a buscar al resto de los miembros de mi clan que vinieron conmigo, pero que no vinieron hasta el campamento del Clan de Marethari.
-- ¿Y a donde te crees que mande a Shay y los demás? Justo donde estaba el resto de los miembros de nuestros Clanes. Ya he enviado a un grupo de guerreros para traerlos.
-- ¿Vino mas miembros de tu Clan? Pensé que todos los que habían venido estaban aquí. – le dije a Ral
-- No, no nos fiábamos de la situación, de hecho se quedaron la mitad del Clan Badarian y casi todos los elfos que habían venido conmigo hasta estas tierras. Hace mucho tiempo que aprendí a desconfiar de todo Neshi y mucho más cuando estaban mezclados Ian y Marethari. De hecho tenían orden de atacar si no recibían ninguna notificación nuestra en dos días.
-- Entonces pareceremos una flota de barcos bastante grande.
-- Como dijiste Neshi, tendremos que cambiar totalmente nuestros planes y eso incluye cambiar la forma en que saldremos de Feraldan. Ese tema vendrá después de que terminemos con la historia de Ian. Ahora nos podrías explicar el método que teníais para llegar al “velo” vosotros dos, porque no sabías que tu podías arrastrar a Zev al “Velo”, sin necesidad de nada más que tu magia y tu empatía. Ahora somos demasiados para usar ese método, así que si no te importa, me gustaría que nos los mostraras.
Rebusque en la bolsa mágica y saque la piedra que Ort nos había entregado hacia tiempo, la puse encima de la mesa y después dije.
-- Ort nos dio esta piedra hace algún tiempo, es la que usamos cuando hemos viajado hasta el “Velo”. Aunque me temo que no han sido muchas veces. Solo hay que tomar contacto con ella y tu energía es llevada al plano del “Velo” además así también avisa a Ort de que vamos o eso creo.
-- Es una buena idea para que viajéis todos, yo me llevare a Ian al velo de esa manera me encargare de que no huya ni intente ninguna artimaña, por que seguirá en la prisión mágica una vez estemos en ese plano. Cuando queráis y os sintáis preparados vamos, el tiempo vuela a nuestro alrededor.
Todos asentimos y puse mi mano en la piedra, Yan y Zev pusieron sus manos encima de mi mano, los demás nos imitaron. Nuestras conciencias viajaron al plano del “Velo”
No hay comentarios:
Publicar un comentario